martes. 16.04.2024
Trabajadores de Clesa, perteneciente a Nueva Rumasa, han 'felicitado' a José María Ruiz-Mateos, que este lunes cumple 80 años
Trabajadores de Clesa han 'felicitado' a Ruiz-Mateos en su 80 cumpleaños.

Trabajadores de Clesa, perteneciente a Nueva Rumasa, han 'felicitado' a José María Ruiz-Mateos, que este lunes cumple 80 años, con una concentración a las puertas de su casa en la urbanización de Somosaguas, ubicada en Pozuelo de Alarcón (Madrid), informaron en fuentes sindicales.

En concreto, medio centenar de empleados cantaron el 'Cumpleaños feliz' y el 'Feliz en tu día' al empresario con altavoces y pancartas en las que se podían ver caricaturas de Ruiz-Mateos y en las que se leía 'Unos ladrones inmejorables' o 'Se buscan antes de que se metan un tiro. No pagan por segunda vez'.

Los trabajadores, que no dejaron de corear consignas en contra del patriarca de la familia, volvieron a reclamar el pago de sus nóminas, con retrasos ya de cuatro meses, y denunciaron a las puertas del chalet de los Ruiz-Mateos su situación laboral, además de que, desde el 18 de marzo, día en que se anunció el concurso de acreedores, no han dado "ninguna solución".

En declaraciones a los medios, el presidente del comité de empresa de Clesa, Luis Muñoz, ha denunciado que "la inmensa mayoría de los trabajadores" están atravesando por "una situación económica muy grave", y ha criticado "el silencio sepulcral" impuesto por los Ruiz-Mateos ante esta situación.

"Venimos a recordarle, al responsable de este holocausto laboral, que es el único responsable de esta situación", ha añadido Muñoz, quien ha sostenido que hoy ha sido "el único día esperanzador" para los trabajadores de Clesa, puesto que al acudir a la residencia de Ruiz-Mateos han podido "decirle en la puerta de su casa lo que está pasando".  

Con 80 años, el empresario jerezano se enfrenta a la crisis por la que atraviesa el 'holding' Nueva Rumasa, con 13 empresas que han solicitado la suspensión de pagos, cinco de ellas ya declaradas en concurso por el juez.

De estas cinco, el juez ha apartado a la familia Ruiz-Mateos de la gestión de Dhul, Carcesa, Hibramer y Quesería Menorquina, mientras que en Cacaolat sigue al frente de la administración.  

La deuda bancaria del conjunto de empresas de Nueva Rumasa supera los 700 millones de euros, lo que, unido a los pagos pendientes a proveedores, eleva el pasivo a alrededor de 1.000 millones de euros, según datos de la propia familia.

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