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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS 10.06.2009

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Simón Pedro Barceló, urgió hoy miércoles al Gobierno a "abaratar el empleo y no el despido" con una reforma laboral que incluya la reducción de las cuotas que pagan las empresas a la Seguridad Social y un nuevo calendario que modifique los días festivos.

Así lo dijo durante su intervención en el Foro Nueva Economía patrocinado por Asisa, BT y Red Eléctrica de España y en el que también participó el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Barceló anunció que, ante unas perspectivas económicas que "no son optimistas", dos tercios de las empresas esperan reducir sus ventas en 2009, en tanto que otro tercio podrá mantener su facturación gracias a su presencia en el exterior y el crecimiento vía concentración.

En este sentido, indicó que sería muy importante que el Gobierno "ataque lo urgente", que es frenar "la sangría del paro" a través de medidas que incentiven la demanda y con la configuración de un marco fiscal que impulse la internacionalización ya que mostró su preocupación por la evolución que pueda tener el empleo y el consumo a partir del mes de septiembre.

Insistió en la necesidad de extender el tipo de impuesto sobre sociedades a todas las empresas, reducir en dos puntos las cuotas que pagan los empresarios a la Seguridad Social y aprobar la exención fiscal de los beneficios para generar empleo, ya que "las pymes no quieren despedir a nadie".

Explicó que la reforma laboral debería ser consensuada con los agentes sociales y con los partidos políticos, y debería tener como objetivo "reducir los costes que conlleva el empleo y no los que supone su destrucción", al tiempo que abogó por la reducción de cuotas a la Seguridad Social y por el diseño de un nuevo calendario laboral con fiestas "el lunes o el viernes".

Barceló también reclamó al Gobierno medidas que impulsen la competitividad de las empresas, así como otras de carácter estructural, centradas en la innovación, educación y formación, y en las infraestructuras.

Calificó de "correctas y oportunas" las medidas adoptadas por el Gobierno para impulsar el empleo a través de la inversión pública, así como las dirigidas a facilitar la financiación y generar liquidez a las pymes, sobre todo -apuntó- las destinadas a avalar las deudas pendientes que tienen los ayuntamientos con las empresas.

No obstante, sobre las líneas del Instituto Español de Crédito Oficial (ICO) estimó que, aunque eran necesarias, "desgraciadamente siguen siendo insuficientes" porque la financiación sigue sin llegar a las pymes.

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar también hizo un llamamiento al diálogo social y a la negociación colectiva entre empresarios y sindicatos, y consideró que si no hay acuerdo entre los agentes sociales el Ejecutivo debe "asumir el liderazgo y tomar la iniciativa".

Asimismo, Barceló pidió a los empresarios un nuevo "esfuerzo" y un ejercicio de responsabilidad para afrontar la crisis, y señaló que las empresas deben hacer "autocrítica", ya que el crecimiento de la economía no debe basarse en la especulación sino evolucionar hacia un modelo donde prime lo industrial y no lo financiero.

"Para las empresas familiares, esto no debe ser tarea difícil. Nosotros no podemos escaquearnos ni escondernos. Somos responsables ante los trabajadores y ante los clientes. Tenemos que dar la cara por razones éticas y empresariales, porque la responsabilidad es rentable", aseveró.

El Instituto de Empresa Familiar urge a "abaratar el empleo y no el despido"