miércoles. 24.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 29.4.2009

Esta mañana, a primera hora, y en la Sesión de Control del Congreso, la vicepresidenta primera del Gobierno aseguraba que, aunque hay que ser "extremadamente prudentes", la economía española empieza a mostrar síntomas "muy incipientes de recuperación". A pesar de todas sus cautelas, las palabras de María Teresa Fernández de la Vega, pronunciadas en respuesta a una airada Soraya Sáenz de Santamaría, nos dejaban un regustillo de esperanza que apenas ha durado unas horas.

El Banco de España ha sido el encargado de devolvernos a la cruda realidad a través de su boletín económico en el que se diagnostica una contracción del PIB del 2,9%, en el primer trimestre del año, que traducido supone el mayor varapalo a la economía española en los últimos 40 años.

La entidad gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez repasa todos los indicadores y concluye que ninguno presenta un cuadro clínico positivo. No sólo disminuye el comercio exterior sino también la demanda nacional, que ha caído un 4,9% respecto al trimestre anterior. El consumo de las familias sigue retraído, lo que se explica por la "elevada incertidumbre" que produce la destrucción de empleo y el menor crecimiento de los salarios fruto de la negociación colectiva.

Por sectores, la construcción sigue llevándose la peor parte, como se desprende del "significativo descenso" del número de viviendas iniciadas a lo largo de 2008 y los primeros meses de 2009, así como de la terminación de obras de edificación residencial emprendidas con anterioridad.

El Banco de España se refiere también al "deterioro sustancial" del saldo del Estado en los primeros meses, aunque recuerda que las cifras de principios de año son "muy erráticas y escasamente" representativas de la evolución del saldo en el conjunto del año. Para terminar, el boletín apunta a un "deterioro adicional" de la situación presupuestaria, a lo que contribuirán algunas medidas anticrisis.

El Gobierno y el Banco de España difieren también en el diagnóstico