viernes. 29.03.2024

El Gobierno se mostró este viernes dispuesto a recuperar algunos de los temas aparcados en la reforma de la negociación colectiva, como el del absentismo, cuya aplicación rechazaron los sindicatos tras la ruptura de las negociaciones con los empresarios. Además, el Ejecutivo confía en contar con “apoyos suficientes” para que el Congreso convalide el real decreto aprobado este viernes en el consejo de ministros, así como en su posterior trámite parlamentario, como proyecto de ley.

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que compareció junto al vicepresidente primero, Alfredo Rubalcaba, tas la reunión del Consejo de Ministros, anunció que el Ejecutivo está dispuesto a incorporar al contenido del decreto aprobado hoy medias contra el absentismo, tal y como le reclaman los empresarios. Estas medidas, que fueron discutidas durante al proceso de negociación, no forman parte del grueso de la reforma –“no afectan al Título Tercero del Estatuto de los Trabajadores”, señaló Gómez-. Pero fueron introducidas por los empresarios en el proceso de negociación que finalmente se fue al traste, tras las elecciones municipales y autonómicas, la pasada semana.

“España no está entre los países que más absentismo tienen”, matizó Gómez. El ministro, que venía de dar una “lección magistral” a sus compañeros en el Consejo de Ministros, según reveló Rubalcaba, se refirió a continuación al tema de la ‘ultraactividad’. “Un tema del que tanto se habla y casi nadie entiende”, terció Rubalcaba, en referencia a la situación en que queda un convenio cuando caduca, y, en concreto, a su prórroga automática.

Líneas rojas en la tramitación

La ‘ultraactividad’ se ha convertido en una línea roja para el Gobierno, que está dispuesto a introducir nuevas modificaciones a la reforma aprobada hoy, después de cuatro meses de conversaciones sin fruto entre los empresarios y sindicatos. Tampoco está dispuesto el Ejecutivo a traspasar otra barrera durante la tramitación de las enmiendas en el Congreso. En este sentido, Izquierda Unida ya ha anunciado que no apoyará el proyecto de ley defendido hoy por Gómez como la reforma “más profunda” en el sistema de relaciones laborales de España “en los últimos treinta años”.

Con la reforma, explicó, “cabe esperar un menor uso del despido durante las futuras crisis”. “Que se muevan los salarios cuando hay una crisis. Que se muevan las jornadas, si es necesario. Pero que no se mueven hacia fuera los trabajadores de una empresa. Que es lo que está pasando”, remató el ministro en referencia al recurrente uso del despido, que esta reforma quiere corregir.

Gómez insistió en enmarcar la reforma de los convenios, largamente reclamada por diversos sectores, y que no ha contentado a empresarios ni sindicatos –“es lógico”, dijo el ministro, tras defender su “equilibrio”- dentro de una estrategia del Gobierno llamada a reforzar la flexibilidad interna de las empresas. En este sentido, este proyecto es continuación del reforma laboral que desembocó hace un año en la convocatoria de una huelga general, al complementar, según explicó Gómez, las medidas de flexibilidad aprobadas entonces, como la inaplicación salarial y la capacidad para los empresarios de modificar sustancialmente las condiciones de trabajo.

Nuevas modificaciones

El Ejecutivo ha vuelto modificar algunos términos de la medida respecto del borrador presentado este jueves. El texto fija finalmente en 8 meses el plazo en que empresarios y trabajadores tendrán que ponerse de acuerdo al caducar un convenio, con vigencia igual o inferior a dos años. Transcurrido ese plazo entrará en juego un sistema de mediación y, luego, de arbitraje. Para los convenios de mayor vigencia (más de dos años), el plazo se amplía a 14 meses.

Los salarios tienen que crecer un 1,5% este año

Preguntado sobre salarios, Gómez insistió en que el Gobierno no fija las retribuciones en el sector privado. Aun así, el ministro afirmó que este año los salarios deberían crecer por debajo del 1,5%, y rompió una lanza por el actual sistema que permitió, gracias a un acuerdo entre empresarios y sindicatos, que el año pasado lo hicieran por debajo del nivel de precios.

El Ejecutivo prevé que, “en el medio plazo”, las empresas se adapten mejor al ciclo económico, gracias al menor peso del convenio provincial, “una zona gris de ineficacia”  -añadió- que hoy cubre a casi un 70 por ciento de los trabajadores. Y al mayor peso que ganarán los convenios de empresa, que cubren desde hace veinte años al mismo porcentaje de trabajadores, en torno a un 10 por ciento.

Decepción sindical

Por su parte, los sindicatos recalcaron este viernes su decepción con el decreto, que “debilita” el sistema español de negociación colectiva, según afirmaron UGT y CCOO de forma conjunta. En opinión de las centrales, el reforzamiento del convenio de empresa “sin mejorar ni garantizar la capacidad de interlocución de los trabajadores” abre una “brecha” en la cobertura general que brindan los convenios sectoriales.

Las centrales han instado a los empresarios a recobrar el diálogo sobre la negociación colectiva y anuncian que mantendrán encuentros con los grupos parlamentarios a fin de “corregir el proyecto del Gobierno”.

El Gobierno, dispuesto a repescar las medidas contra el absentismo