jueves. 28.03.2024
Operadores del mercado de futuros de Chicago.
Operadores del mercado de futuros de Chicago.

Los ministros de Agricultura del G-20 han alcanzado un acuerdo para responder a los altos precios de los alimentos. El pacto elude entrar en detalles que puedan causar discrepancias. Pero allana el camino para una mayor cooperación internacional en el sector. “Se está estableciendo una plataforma de acción”, destacó uno de los participantes en la reunión.

El plan de acción incluye incrementar la producción agrícola, mejorar la transparencia del mercado por medio de una nueva base de datos e impulsar la coordinación de políticas, reflejando muchas de las ambiciosas propuestas de Francia, que preside el G-20 este año. Sin embargo, no se ha alcanzado un compromiso para tomar medidas duras contra los especuladores.

Los países miembros del G-20, que genera un 85 por ciento de la producción agrícola mundial, han aplaudido a Francia por poner en el centro de atención temas como la seguridad alimentaria o la inestabilidad de los precios.

El ministro de Agricultura de Arabia Saudí, Fahad Balghunaim, ha dicho en declaraciones a Reuters: "¿Vamos a resolver el tema de la seguridad alimentaria en esta reunión? Definitivamente no, pero se está estableciendo una plataforma de acción".

En el acuerdo, los países del G-20 excluyen la asistencia humanitaria de las restricciones a las exportaciones y se plantean la creación de reservas de emergencia de alimentos. El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, ha señalado que a su país "siempre le ha preocupado el tema de las reservas" pero considera que "hay que tener la mente abierta mientras se estudia la viabilidad de reservas más pequeñas ubicadas estratégicamente".

REGULAR LOS MERCADOS AGRÍCOLAS

Por otro lado, los ministros del G-20 han "instado enérgicamente" a los ministros de Finanzas a tomar decisiones para conseguir una mejor regulación de los mercados financieros agrícolas, dejándoles la opción de adoptar medidas concretas.

Este tema ha enfrentado a Francia, que planteó la idea, y Gran Bretaña, que se opone a los controles estrictos sobre los mercados financieros.

La ministra británica de Agricultura, Caroline Spelman, dijo este miércoles que Reino Unido respalda los esfuerzos para mejorar la regulación, aunque indicó que corresponde de los ministros de Finanzas del G-20, y no a los de Agricultura, presentar medidas concretas.

La declaración conjunta del G-20 dice: "Reconocemos que unos mercados agrícolas financieros con regulación apropiada y transparentes son fundamentales para el buen funcionamiento de los mercados físicos".

"Sobre este fundamento, instamos enérgicamente a los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 a que tomen las decisiones apropiadas para una mejor regulación y supervisión de los mercados financieros agrícolas", añade.

Francia había adoptado una postura firme en las negociaciones en los últimos días al afirmar que no firmaría un acuerdo descafeinado que no adoptase una postura firme contra los especuladores, que, según el presidente francés, Nicolas Sarkozy, son los responsables de la subida de los precios de los alimentos y de las tensiones en algunos países.

Los precios internacionales de los alimentos alcanzaron su récord este año, lo que trajo a la memoria la situación de 2007-2008, cuando ese problema provocó altercados en varios países en vías de desarrollo, subrayando la urgencia de mejorar un sistema alimentario que deja hambrientas a unos 925 millones de personas.

Francia pretendía que todas las naciones del G-20 se comprometieran a imponer límites a las posiciones financieras, que son restricciones a la participación de los inversores en los mercados, y esto aparece mencionado en el comunicado final.

El acuerdo del G-20 no aborda de manera clara el tema de los biocombustibles y solo reconoce la necesidad de realizar más estudios sobre su influencia en la producción de los alimentos.

Brasil, importante productor de etanol a partir de azúcar, se ha opuesto a la sugerencia de que los biocombustibles contribuyen a elevar los precios de los alimentos, mientras que Estados Unidos se ha mostrado escéptico ante la idea de crear reservas de alimentos por motivos humanitarios.

El G-20 podría estrechar el cerco sobre los especuladores alimentarios