miércoles. 24.04.2024

La Confederación Española de Comercio (CEC) aseguró que los comerciantes no podrán aguantar una modificación de los horarios comerciales, teniendo en cuenta la situación "complicada e incluso dramática" por la que atraviesan debido a la crisis económica, con 50.000 comercios que se han visto obligados a cerrar o reducir sus plantillas y con la destrucción de 200.000 empleos en los últimos dos años.

"No hay ninguna razón objetiva que demuestre que la liberalización de los horarios comerciales mejore la competitividad de la economía ni la demanda", afirmó el presidente de la CEC, Manuel García-Izquierdo Parralo.

A su juicio, un cambio en la normativa de horarios comerciales podría fin al actual "equilibrio y armonía" entre los distintos formatos comerciales, por lo que el Gobierno no puede acometer una modificación en esta materia "bajo ningún concepto".

Durante la rueda de prensa posterior a la reunión con el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, el presidente de la CEC subrayó que el Ejecutivo tiene que tener en cuenta que no existe un clamor por parte de la sociedad de que se lleve a cabo una modificación de los horarios comerciales, específicamente en las zonas de afluencia turística.

"El consumidor está perfectamente atendido con las franjas horarias y los domingos y festivos que se pueden abrir en la actualidad", resaltó, al tiempo que calificó de "absurdo" el hecho de que un comercio de menos de 300 metros cuadrados, que en la actualidad puede abrir todos los días del año, pierda una oportunidad de negocio si existe demanda.

En este sentido, subrayó que la apertura de los comercios durante todos los días del año hará "imposible" la conciliación laboral, teniendo en cuenta que sus plantillas están integradas por mujeres y jóvenes.

El presidente de la CEC aseguró que Campa no les ha trasladado una fecha concreta para la modificación de los horarios comerciales si finalmente se lleva a cabo en algún Consejo de Ministros y se mostró sorprendido por el hecho de que sea el Ministerio de Economía y Hacienda el que se encargue de la reforma y no el departamento de Industria, Turismo y Comercio.

Por su parte, el secretario general de CEC, José Guerrero, afirmó que la propuesta de ampliación de los horarios comerciales, delimitada a las zonas de afluencia turística, está en estudio y se justifica en el aumento del turismo, cuya demanda hay que satisfacer.

En su opinión, una ampliación de los horarios comerciales en las zonas de gran afluencia turística es "algo complejo", porque supondrá la apertura de la "puerta falsa" a la liberalización total, porque será "muy difícil" delimitar estas zonas.

Por su parte, el vicepresidente primero de la CEC, Pedro Campo, consideró que no es el momento "oportuno" para llevar acabo una modificación de los horarios comerciales, porque más del 80% de los consumidores están satisfechos y aseguró que una mayor liberalización no provocará la creación de empleo. 

Los responsables de la CEC reclamaron además medidas fiscales para poder afrontar los "gravísimos problemas" por los que atraviesa el sector, entre ellos la "fuerte contención" del crédito bancario para financiar su circulante y las futuras inversiones. En este sentido, la CEC está trabajando con el Santander y BBVA para habilitar líneas de financiación.

El comercio teme la puntilla de la liberalización horaria