nuevatribuna.es
1 de noviembre de 2009, 9:32
NUEVATRIBUNA.ES / L.M. - 30.10.2009
La vida (y la muerte) de Karol Wojtyla continúa presente en la retina del clero español. Cuando ya han transcurrido cuatro años desde su fallecimiento, los sacerdotes y religiosos españoles eligen para el ‘último viaje’ de forma mayoritaria el féretro que se utilizó para dar tierra a Wojtyla, el Papa más mediático de la historia.
La dimensión mediática del Papa polaco, fallecido en 2005, ha trascendido su propia muerte. Sólo en Barcelona, la funeraria Mémora vendió el año pasado 400 ataúdes del modelo utilizado para enterrar a Karol Wojtyla, el papa más mediático de la historia. Así, según la compañía, el clero español se decanta de forma mayoritaria por la sobria caja de pino, sin adornos, convertida en ‘superventas’ entre los religiosos tres años después de la muerte del Pontífice.
El entierro de Juan Pablo II se convirtió en 2005 en el acto mediático más grande de la historia. Según datos de Televisa, 2.000 millones de personas en todo el mundo siguieron por la televisión la ceremonia oficiada en El Vaticano. Sólo el funeral de Michael Jackson, el ‘rey del pop’ fallecido este año, ha logrado congregar una cifra semejante, con 1.500 millones de fieles en todo el planeta y más de 20.000 medios acreditados, muy lejos de otros ‘hits’, como el último adiós a Lady Di.
Según Mémora, sacerdotes y religiosos son quienes más optan por el modelo de féretro -denominado 'Abadía'- cuya imagen dio la vuelta al mundo en 2005. “Las crónicas del funeral celebrado por Juan Pablo II, televisado desde El Vaticano a todo el mundo, resaltaron la sorprendente sencillez del ataúd que el propio Pontífice había elegido para depositar sus restos mortales”, explica un diario religioso.
Desde entonces el féretro se ha convertido en el más demandado. Sólo en Barcelona, se vendieron 400 unidades del ataúd de pino en 2008, la gran mayoría a monjas de clausura, sacerdotes, y religiosos.
A pesar de que los funerales laicos han aumentado el 15 por ciento durante el último año -y alcanzan ya el 7 por ciento en algunas zonas- las celebraciones católicas siguen siendo mayoritarias al ascender al 85 por ciento del total, según informa Mémora, que añade que las ceremonias islámicas constituyen aproximadamente el 5 por ciento, por delante de las protestantes -2 por ciento- y del resto: budistas, hindúes o hebreas, entre otras.
La vida (y la muerte) de Karol Wojtyla continúa presente en la retina del clero español. Cuando ya han transcurrido cuatro años desde su fallecimiento, los sacerdotes y religiosos españoles eligen para el ‘último viaje’ de forma mayoritaria el féretro que se utilizó para dar tierra a Wojtyla, el Papa más mediático de la historia.
La dimensión mediática del Papa polaco, fallecido en 2005, ha trascendido su propia muerte. Sólo en Barcelona, la funeraria Mémora vendió el año pasado 400 ataúdes del modelo utilizado para enterrar a Karol Wojtyla, el papa más mediático de la historia. Así, según la compañía, el clero español se decanta de forma mayoritaria por la sobria caja de pino, sin adornos, convertida en ‘superventas’ entre los religiosos tres años después de la muerte del Pontífice.
El entierro de Juan Pablo II se convirtió en 2005 en el acto mediático más grande de la historia. Según datos de Televisa, 2.000 millones de personas en todo el mundo siguieron por la televisión la ceremonia oficiada en El Vaticano. Sólo el funeral de Michael Jackson, el ‘rey del pop’ fallecido este año, ha logrado congregar una cifra semejante, con 1.500 millones de fieles en todo el planeta y más de 20.000 medios acreditados, muy lejos de otros ‘hits’, como el último adiós a Lady Di.
Según Mémora, sacerdotes y religiosos son quienes más optan por el modelo de féretro -denominado 'Abadía'- cuya imagen dio la vuelta al mundo en 2005. “Las crónicas del funeral celebrado por Juan Pablo II, televisado desde El Vaticano a todo el mundo, resaltaron la sorprendente sencillez del ataúd que el propio Pontífice había elegido para depositar sus restos mortales”, explica un diario religioso.
Desde entonces el féretro se ha convertido en el más demandado. Sólo en Barcelona, se vendieron 400 unidades del ataúd de pino en 2008, la gran mayoría a monjas de clausura, sacerdotes, y religiosos.
A pesar de que los funerales laicos han aumentado el 15 por ciento durante el último año -y alcanzan ya el 7 por ciento en algunas zonas- las celebraciones católicas siguen siendo mayoritarias al ascender al 85 por ciento del total, según informa Mémora, que añade que las ceremonias islámicas constituyen aproximadamente el 5 por ciento, por delante de las protestantes -2 por ciento- y del resto: budistas, hindúes o hebreas, entre otras.
