Los trabajadores y las trabajadoras de ArcelorMittal Villaverde se han concentrado este viernes durante unos minutos frente a la factoría madrileña para mostrar su indignación ante la intención del grupo siderúrgico de echar el cierre. Pero la demostración de su malestar no se quedará ahí. El lunes la plantilla ha programado una donación voluntaria de sangre en la Puerta del Sol antes de que la empresa y las autoridades la “desangren”.
La dirección de ArcelorMittal anunció el miércoles en rueda de prensa el cierre de la factoría y un par de días después la maquinaria para evitarlo se ha puesto en marcha.
A la concentración y a la donación masiva de sangre a la que acudirán los 324 trabajadores y trabajadoras que integran la plantilla, se suman las reuniones institucionales que los sindicatos con representación en la planta ya tienen confirmadas.
El lunes 23 de enero el comité de empresa acudirá a la Asamblea de Madrid para reunirse con el grupo municipal de Izquierda Unida, al que transmitirán su indignación por la manera en que ha procedido la empresa ignorando el esfuerzo que durante los últimos meses han hecho los trabajadores y las trabajadoras de ArcelorMittal. El martes 24 de enero se reunirá con una representación del Ayuntamiento de Madrid para hacerle saber que Villaverde tiene futuro y el miércoles 26 mantendrá un encuentro con la viceconsejera de Economía de la Comunidad de Madrid, a la que advertirán que del cierre de la factoría depende el futuro de cientos de familias de la región.
La Federación de Industria de CCOO esperará a conocer las impresiones de las autoridades para diseñar el calendario de movilizaciones que se desarrollará durante las próximas semanas para evitar que una empresa de estas características eche el cierre. Este sindicato sabe que la única manera de garantizar el empleo en la Comunidad de Madrid es evitando que se convierta en un desierto industrial.
"ArcelorMittal Villaverde tiene futuro. La dirección de la multinacional y quienes llevan las riendas de la economía de este país deberían entenderlo. La empresa es viable, pero solo tiene en cuenta los intereses de los accionistas y no del entorno", dice el sindicato.
