jueves. 28.03.2024

A nadie le entraría en la cabeza que, en caso de epidemia, el Gobierno reaccionara tomando medidas meramente políticas, sin tener en cuenta las consideraciones que pudieran hacer las autoridades sanitarias. Sin embargo esto, que parece de sentido común, no se cumple en el caso de la crisis económica, donde los sucesivos Gobiernos están actuando al margen de las recomendaciones de los expertos en la materia.

El peligro de esta política de "ostracismo" frente a los consejos externos salta a la vista. Basta con recordar algunos ejemplos recientes, como las actuaciones realizadas por el Banco de España en contra de los dictados de sus propios inspectores, las políticas aplicadas para tratar de reducir el déficit sin considerar la opinión de los Técnicos del Ministerio de Hacienda o, más recientemente, la aprobación de una amnistía fiscal con el rechazo unánime de éste y otros colectivos del sector.

El resultado de no escuchar a los expertos siempre es el mismo: un fracaso en los objetivos previstos. Sin embargo, una vez más nos encontramos ante la misma situación tras el anuncio esta misma semana de un plan de recortes con la subida del IVA y los ajustes a los funcionarios como medidas 'estrella', aún cuando ambas chocan frontalmente con las alternativas planteadas por los Técnicos.

Por desgracia, el tiempo demostrará que estas políticas cortoplacistas implican necesariamente una reducción del consumo interno, lo que a su vez acabará agravando la recesión económica y obligará a aplicar nuevos recortes en un futuro. ¿Hasta cuándo seguiremos haciendo oídos sordos a quienes más pueden ayudar a encontrar soluciones?


Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos de Hacienda (GESTHA)

¿Qué ocurre cuando el Gobierno toma decisiones económicas al margen de los expertos?