nuevatribuna.es
6 de julio de 2009, 19:08
NUEVATRIBUNA.ES / L.M. - 06.07.2009
El Gobierno trata de reconducir el diálogo con los empresarios y los sindicatos, del que depende, entre otras cosas, la aprobación de una renta de 420 euros para los parados de larga duración, después del golpe de mano que la patronal imprimió el pasado jueves al retomar una batería de medidas que, según fuentes empresariales, “ya estaba pactado no sacar”, entre las cuales destaca un contrato con menor coste de despido y una rebaja de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, algo que los sindicatos tildan de “inasumible”, ya que pondría en peligro la hucha de las pensiones.
Fuentes empresariales, que prefieren guardar el anonimato, aseguran que la CEOE retomó el pasado jueves un programa de medidas “que ya estaba pactado no sacar”, según explicaron este lunes a nuevatribuna.es. Sin embargo, el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, negó hoy este extremo al asegurar a Efe que la patronal no ha cambiado de posición en la mesa de diálogo social. “La agenda es la misma que hace meses”, insistió.
Tras el cambio de postura de la CEOE, el Gobierno se vio hoy obligado a cancelar una reunión con los integrantes de la mesa del diálogo social prevista para este lunes. Miembros del Ejecutivo intentarán reunir de nuevo a empresarios y sindicatos el próximo jueves, tras una serie de encuentros “bilaterales” que mantendrán, por separado, con empresarios y sindicatos.
“SI EL DIÁLOGO FRACASA”
Según el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, la patronal "viene insistiendo" en que se tomen medidas a corto plazo, como la rebaja de las cuotas empresariales a la Seguridad Social donde "hay margen de maniobra de hasta cinco puntos sin necesidad de tocar impuestos".
Asimismo, Lacasa instó a los poderes públicos a "asumir sus propias responsabilidades", respetando la autonomía de los interlocutores sociales, "incluso si el diálogo fracasa", dado que "éste es uno de los elementos que proporciona dinamismo al propio dialogo social".
Fuentes sindicales interpretan el cambio de postura de Díaz Ferrán como un intento por forzar la negociación, o incluso de llevarla al fracaso. Con esta táctica, los empresarios evitarían dar un balón de oxígeno al presidente del Gobierno, cuando éste ha condicionado cualquier cambio en materia laboral a su aprobación, precisamente, en esta mesa de diálogo.
El responsable de Comunicación de CC.OO., Fernando Lezcano, afirmó hoy que tiene la "impresión" de que el "viraje radical" que ha dado la CEOE en la mesa de diálogo social responde más a "razones políticas que a laborales".
Lezcano, en declaraciones a Europa Press, indicó que tiene la sensación de que los empresarios consideran el diálogo social como un "balón de oxígeno" para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y que su intención es "pinchárselo".
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, advirtió el lunes a la CEOE de que si mantiene sus demandas "maximalistas" en la mesa de diálogo social y no cambia su postura, el acuerdo será "prácticamente imposible".
Mientras tanto, el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, criticó que quienes hablan de abaratar el despido "envían un mensaje de inmovilismo" e instó a los empresarios a recuperar el espíritu de la reunión "al más alto nivel" que mantuvieron el pasado 20 de mayo, donde se estableció el perímetro del diálogo social, y que la patronal "rompió" la semana pasada.
Méndez, que pronunció en El Escorial una conferencia sobre el cambio del modelo productivo, recordó que el sindicato que lidera lleva años advirtiendo de que el modelo de crecimiento español tenía "los pies de barro" y era necesario cambiarlo.
En este sentido, Méndez manifestó que hoy todos están de acuerdo en la necesidad de cambiar el modelo productivo, motivo que algunos "aprovechan" para "simultáneamente" pedir el abaratamiento del despido.
Asimismo, recordó que en España existe una de las jornadas laborales "más largas" y, en cambio, una de las "menos productivas", por lo que enfatizó la necesidad de replantearse el patrón de crecimiento.
El Gobierno trata de reconducir el diálogo con los empresarios y los sindicatos, del que depende, entre otras cosas, la aprobación de una renta de 420 euros para los parados de larga duración, después del golpe de mano que la patronal imprimió el pasado jueves al retomar una batería de medidas que, según fuentes empresariales, “ya estaba pactado no sacar”, entre las cuales destaca un contrato con menor coste de despido y una rebaja de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, algo que los sindicatos tildan de “inasumible”, ya que pondría en peligro la hucha de las pensiones.
Fuentes empresariales, que prefieren guardar el anonimato, aseguran que la CEOE retomó el pasado jueves un programa de medidas “que ya estaba pactado no sacar”, según explicaron este lunes a nuevatribuna.es. Sin embargo, el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, negó hoy este extremo al asegurar a Efe que la patronal no ha cambiado de posición en la mesa de diálogo social. “La agenda es la misma que hace meses”, insistió.
Tras el cambio de postura de la CEOE, el Gobierno se vio hoy obligado a cancelar una reunión con los integrantes de la mesa del diálogo social prevista para este lunes. Miembros del Ejecutivo intentarán reunir de nuevo a empresarios y sindicatos el próximo jueves, tras una serie de encuentros “bilaterales” que mantendrán, por separado, con empresarios y sindicatos.
“SI EL DIÁLOGO FRACASA”
Según el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, la patronal "viene insistiendo" en que se tomen medidas a corto plazo, como la rebaja de las cuotas empresariales a la Seguridad Social donde "hay margen de maniobra de hasta cinco puntos sin necesidad de tocar impuestos".
Asimismo, Lacasa instó a los poderes públicos a "asumir sus propias responsabilidades", respetando la autonomía de los interlocutores sociales, "incluso si el diálogo fracasa", dado que "éste es uno de los elementos que proporciona dinamismo al propio dialogo social".
Fuentes sindicales interpretan el cambio de postura de Díaz Ferrán como un intento por forzar la negociación, o incluso de llevarla al fracaso. Con esta táctica, los empresarios evitarían dar un balón de oxígeno al presidente del Gobierno, cuando éste ha condicionado cualquier cambio en materia laboral a su aprobación, precisamente, en esta mesa de diálogo.
El responsable de Comunicación de CC.OO., Fernando Lezcano, afirmó hoy que tiene la "impresión" de que el "viraje radical" que ha dado la CEOE en la mesa de diálogo social responde más a "razones políticas que a laborales".
Lezcano, en declaraciones a Europa Press, indicó que tiene la sensación de que los empresarios consideran el diálogo social como un "balón de oxígeno" para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y que su intención es "pinchárselo".
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, advirtió el lunes a la CEOE de que si mantiene sus demandas "maximalistas" en la mesa de diálogo social y no cambia su postura, el acuerdo será "prácticamente imposible".
Mientras tanto, el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, criticó que quienes hablan de abaratar el despido "envían un mensaje de inmovilismo" e instó a los empresarios a recuperar el espíritu de la reunión "al más alto nivel" que mantuvieron el pasado 20 de mayo, donde se estableció el perímetro del diálogo social, y que la patronal "rompió" la semana pasada.
Méndez, que pronunció en El Escorial una conferencia sobre el cambio del modelo productivo, recordó que el sindicato que lidera lleva años advirtiendo de que el modelo de crecimiento español tenía "los pies de barro" y era necesario cambiarlo.
En este sentido, Méndez manifestó que hoy todos están de acuerdo en la necesidad de cambiar el modelo productivo, motivo que algunos "aprovechan" para "simultáneamente" pedir el abaratamiento del despido.
Asimismo, recordó que en España existe una de las jornadas laborales "más largas" y, en cambio, una de las "menos productivas", por lo que enfatizó la necesidad de replantearse el patrón de crecimiento.
