Los Técnicos de Hacienda advierten de que el Gobierno puede volver a improvisar su política fiscal para intentar cumplir con ese 3,1% de déficit
El año nuevo ya ha arrancado y el Gobierno tiene por delante un ejercicio en el que le toca cumplir a rajatabla con Bruselas después de que el pasado año España se librase in extremis de una sanción por superar el objetivo de déficit establecido para 2015 –era del 4,2% del PIB y acabó en el 5,1%, un desfase de 10.000 millones-. Para este año está fijado un límite de déficit del 3,1% del PIB, y, a falta de conocer el dato de cierre de 2016, todo apunta a que será complicado reducir el déficit hasta ese porcentaje.
¿Por qué? Porque España tiene un desfase presupuestario que no solo pone en peligro el déficit, sino que también adelanta nuevas subidas impositivas para 2017. En concreto, a cierre de noviembre del año pasado existía una desviación presupuestaria en relación con la previsión de ingresos tributarios de 12.238 millones de euros ante la menor recaudación tributaria registrada entre enero y noviembre.
Por ejemplo, el Gobierno esperaba que los ingresos tributarios aumentaran en 3.488 millones el año pasado, y a noviembre los derechos reconocidos por los tributos para sufragar los gastos del Estado habían caído en 8.750 millones. En concreto, se esperaba que los impuestos directos y las cotizaciones sociales aumentarían en 1.066 millones el año pasado, y a cierre de noviembre se habían reducido en 3.377 millones. Por su parte, los ingresos por impuestos indirectos cayeron más del triple de lo esperado –en noviembre se habían reducido en 1.900 millones, cuando se estimaba una reducción de 680 millones-.
Con estos datos sobre la mesa, es bastante probable que el Ejecutivo repita una nueva subida de impuestos a lo largo del año después de que antes de acabar 2016 elevara la tributación al tabaco, alcohol, refrescos –por primera vez- y realizara nuevos ajustes en Sociedades.
Los Técnicos de Hacienda mucho nos tememos que España vuelva a improvisar su política fiscal para intentar cumplir con ese 3,1% de déficit. Ahora bien, con el nuevo año recién empezado es momento de hacer una profunda reflexión sobre el sistema tributario e impulsar de una vez por todas la reforma que tanto necesita España para aumentar el potencial recaudatorio de los impuestos. A través de ella no solo se cumpliría con Bruselas, sino que también se garantizaría a los ciudadanos una distribución de la riqueza más equitativa y justa.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
