El ahorro fiscal aumenta paradójicamente a medida que lo hace el nivel de ingresos
El nuevo año acaba de arrancar y lo ha hecho, como viene siendo habitual, con la tradicional época de rebajas en los comercios, lo que puede hacer mucho más inclinada la cuesta de enero si se cae en la tentación que nos brindan los escaparates estos días.
Pero no son las únicas rebajas que ha traído 2016, pues con el inicio de año también han llegado los ‘saldos’ fiscales, los cuales se han centrado en el IRPF. A partir de este mes ha entrado en vigor la segunda oleada de la reforma fiscal del anterior gobierno, que pone punto y final a la temporada de ‘rebajas’ impositivas que comenzó el pasado año.
No obstante, la bajada del IRPF será de apenas 78,11 euros al año de media para los contribuyentes, lo que supone una rebaja del 3% en la retención de las nóminas. De este modo, la nueva tarifa del impuesto sobre la renta vuelve a poner de manifiesto la desigualdad del sistema tributario español, ya que perjudica la progresividad del IRPF al beneficiar más a las rentas más altas, independientemente de su situación familiar.
De hecho, el ahorro fiscal aumenta paradójicamente a medida que lo hace el nivel de ingresos. Por ejemplo, los contribuyentes que obtienen hasta 30.000 euros de ingresos anuales conseguirán un ahorro del 1,63% frente al 1,82% que lograrán aquellos que ganan hasta 40.000 euros, unas cinco veces menos que el ahorro que tendrá quien gana un millón de euros.
Por lo tanto, vemos cómo se repite en España la famosa ‘paradoja Buffet’, por la que el multimillonario norteamericano afirmaba pagar menos impuestos en Estados Unidos que su secretaria, debido a que la renta del ahorro tributa a unos tipos inferiores que los de la renta general, una situación que provoca esta desigualdad en el reparto de la carga impositiva entre los contribuyentes.
Estas ‘rebajas’ en el ámbito fiscal, además de no llegar a todos por igual, pueden tener graves consecuencias para la marcha de la economía española. Con la bajada del IRPF del pasado verano Gestha ya avisaba de que se comprometía el objetivo de déficit del 4,2% del PIB para 2015 y del 2,8% para este año impuesto por Bruselas, tal y como después corroboró la Comisión Europea. Con este panorama, si algo nos tememos es que 2016 traiga debajo del brazo una rebaja que a buen seguro no quieren ni esperan los españoles: una rebaja del gasto público o, lo 
que es lo mismo, más recortes en el estado del bienestar.
Contesta Carlos Cruzado | Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
