jueves. 25.04.2024

Críticas a la Iglesia por su "irresponsabilidad"

CCOO califica de "tremenda irresponsabilidad" la actitud de la Iglesia y del cabildo de Córdoba al abortar el proceso de fusión con Unicaja dañando "gravemente" los intereses de la provincia y del sector financiero andaluz. El sindicato arremete contra los consejeros eclesiásticos y les acusa de haber actuado con "maldad" y "egoísmo" al tiempo que insta al Banco de España a seguir adelante con la operación.
NUEVATRIBUNA.ES 22.05.2010

Las reacciones a la frustrada fusión entre Cajasur y Unicaja no dejaron de sucederse este sábado tras conocerse la decisión del Banco de España de intervenir y expulsar a los consejeros de la caja de ahorros cordobesa.

De “irresponsable” y “demencial” calificaban a este periódico fuentes conocedoras del proceso la actitud de los representantes de la Iglesia Católica, fundadora y propietaria de la entidad, al abortar una operación que “estaba cerrada y montada financieramente”. En este sentido apuntan a un “problema de reparto de poder” como la razón de fondo de la negativa de los consejeros eclesiásticos y del sindicato Aspromonte a dar luz verde a la fusión y a la no asunción de responsabilidades por dejar a la entidad en la bancarrota por los excesos inmobiliarios de los últimos años.

“Al parecer, los gestores que han quebrado la caja querían tener mucho poder en la nueva cuando lo que tenían que haber hecho es irse”, afirman las mismas fuentes. Asimismo niegan que en el fondo del asunto esté el acuerdo laboral por excedente de personal al que en teoría se había llegado a última hora del viernes y que afectaría a 1.200 trabajadores de un total de 3.000 que conforman la plantilla de Cajasur. Tal acuerdo incluía unas 600 prejubilaciones y regular las retribuciones.

"LA IGLESIA HA ACTUADO CON MALDAD"

Las primeras críticas llegaron de las centrales sindicales. El secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, aseguró que el Cabildo de Córdoba y la Iglesia han “arruinado” a CajaSur y han perjudicado “gravemente” los intereses de la provincia y del sector financiero andaluz con su negativa a un proceso de fusión “que era viable y que iba a fortalecer al sector”.

El dirigente sindical, que se mostró “sorprendido” por cómo ha finalizado este proceso, confesó que “nunca hubiera imaginado” que la Iglesia “iba a jugar con maldad, ocultando la verdad y haciendo una parodia en toda esta situación, con Aspromonte como cómplice”.

En esta línea, consideró que “la Iglesia tendría que haber dicho desde el primer momento lo que iba a hacer y nos hubiéramos ahorrado la incertidumbre, los esfuerzos y muchos disgustos”. Además, añadió que de manera “egoísta” se ha puesto en riesgo el empleo en la provincia. “No creo que el egoísmo esté entre los valores de la doctrina cristiana”, apostilló. Asimismo, opinó que la falta de acuerdo laboral se ha utilizado como una “coartada” puesto que, a su juicio, Cajasur “no ha tenido la valentía de decir cuáles son las verdaderas razones que le han llevado a rechazar la fusión con Unicaja”.

CCOO INSTA AL BANCO DE ESPAÑA A SEGUIR ADELANTE CON EL PROCESO DE FUSIÓN

Desde este sindicato también se hizo un llamamiento al Banco de España para que consume la fusión una vez intervenida la entidad cordobesa. El secretario general de Comfia CCOO, José María Martínez, consideró que el supervisor financiero debería “actuar” y “concluir la operación de fusión” de la citada entidad con Unicaja en los términos que estaban previsto, eliminando así “incertidumbres” en un momento tan delicado como el actual. En su opinión, la mejor solución sería “que los administradores del Banco de España tomen posesión de su responsabilidad y continúen con el proceso de fusión con Unicaja”, que “no pondría problemas” porque ya aprobó este viernes el proyecto de fusión, recordó.

Martínez calificó de “tremenda irresponsabilidad” la actitud de los consejeros de Cajasur y del cabildo de Córdoba de bloquear la citada fusión e indicó que se trata de una operación que “ya estaba prácticamente hecha, tanto desde el punto de vista financiero como desde el laboral”. “Los números salían, ya había autorizaciones, estudios y apoyos financieros; lo lógico era cerrar la absorción”, añadió.

Para el responsable de banca del sindicato, el Banco de España se ha visto obligado a intervenir ante una situación que ya era “insostenible” y dicha intervención “garantiza que se siga la hoja de ruta prevista” aunque, “evidentemente, una intervención no es una buena noticia”, dijo.

"SE HA IMPUESTO LA VOLUNTAD DE LA IGLESIA"

Por su parte, la Junta de Andalucía, que quiso trasladar un mensaje de tranquilidad a clientes, ahorradores, impositores y acreedores, manifestó que es “difícil de entender” la decisión del Cabildo de Córdoba y la Iglesia. Así se pronunció el consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, valoró de manera negativa que el consejo de administración de Cajasur descartara su fusión con Unicaja y aprobara solicitar ayuda al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dado que “existía una solución en la que se estaba trabajando desde hace mucho tiempo para arreglar el problema de solvencia de la caja cordobesa”.

“La solución era la fusión con Unicaja, una caja andaluza con la suficiente dimensión para afrontar el problema, y que asumió su responsabilidad con la aprobación de su consejo de administración mientras que CajaSur optó por la intervención”, afirmó el consejero del ramo.

Por ello, Ávila resaltó que el consejo de Cajasur “no aprobó la intervención del BE por decisión unánime, sino por una mínima mayoría” puesto que representantes del PSOE, IU, uno del PP y otro de los impositores “no votaron a favor de recurrir al FROB, sino que se mostraron a favor de fusionarse con Unicaja”.

La negativa ha venido por parte del Cabildo y del entorno de la Iglesia “quienes tomaron esa decisión final”, con lo que “se ha impuesto la voluntad de la Iglesia”. Al tiempo, lamentó que finalmente el acuerdo no se llevara a cabo puesto que “era posible y se ha trabajado mucho”, por lo que valoró “el esfuerzo de las partes, sobre todo por los trabajadores”.

Críticas a la Iglesia por su "irresponsabilidad"