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NUEVATRIBUNA.ES - 13.12.2009

Reducir las prestaciones por desempleo y su duración era la receta que fuentes de la CEOE avanzaban este domingo, a primera hora, tras la multitudinaria manifestación que se celebró el sábado en Madrid cargada de mensajes contra los empresarios y todos aquellos que se están beneficiando de la crisis a costa de los trabajadores.

La patronal indicaba que estas prestaciones y el tiempo de percepción son más elevadas en España que en otros países. Y argumentaba su propuesta en base a que las prestaciones por desempleo, tal y como funcionan ahora en nuestro país, pueden trasladar a la gente el mensaje de "tomárselo con calma". Es decir, se aferraba a la tesis del gurú por excelencia del PP, José María Aznar, que a raiz de la edición de su última joya literaria, 'España puede salir de la crisis', la pasada primavera, nos ha deleitado con reflexiones como: "Que los desempleados cobren el paro puede degenerar en abusos” o la no menos extravagante "La UE prefiere subsidiar a los parados a animarles a buscar empleo".

La propuesta de la CEOE resultó, no obstante, sorprendente por irrumpir en pleno proceso de restablecimiento de relaciones entre Zapatero y Gerardo Díaz Ferrán, (escenificado la semana pasada en el cordial saludo -"Buenos días, Gerardo"- del presidente al jefe de la organización durante la presentación del Informe económico de 2009) y porque no parecía avenirse a la predisposición que ha mostrado el Ejecutivo a abordar la reforma laboral siempre y cuando no se cercenen los derechos de los trabajadores.

Pero la sorpresa ha durado poco. Bien entrada la tarde, la CEOE matizaba su postura a través de un comunicado en el que afirmaba que la reducción de las prestaciones por desempleo y su duración para incentivar la salida del paro "no responde a la posición oficial" de la organización. ¿Alguien ha recapacitado sobre lo inoportuno de desbaratar tantas buenas intenciones antes incluso de que se concreten en algún acuerdo?

La sucesión de mensajes contradictorios se ha producido cuando la crisis interna de la patronal ha alcanzado su punto más tórrido. CEPYME, la organización que agrupa a las pequeñas y medianas empresas y que forma parte de CEOE, ha tenido que salir este domingo al paso de rumores sobre las supuestas presiones para que dimita su presidente: Jesús Bárcenas, tiene la intención de seguir en su cargo "hasta que pueda" y "no va a entrar en la guerra" sobre su posible sucesión en el cargo", han dicho fuentes próximas al citado Bárcenas, que está en la picota desde que dio plantón a Díaz Ferrán en la cumbre empresarial del pasado 2 de diciembre. Desde entonces, se comenta que el máximo responsable de CEOE está pidiendo su dimisión.

Este el panorama con el que los empresarios afrontan el próximo año. En la agenda para enero hay dos asuntos pendientes de la máxima importancia: la recuperación del diálogo social y la reforma laboral que preconiza el Gobierno. Veremos si para entonces han sido capaces de aclarar sus ideas, evolucionar en sus planteamientos tal y como les han demandado los trabajadores y cerrar sus disputas internas para sentarse a la mesa de las negociaciones con una sola voz.

Contradicciones sobre la reforma laboral en plena bronca de CEOE