viernes. 26.04.2024

El año 2012 termina con un total de 5.965.400 personas en paro y una tasa de desempleo del 26,02%. Tan solo 34.600 personas nos separan de la fatídica cifra de 6 millones de parados. Y se cierra con 691.700 desempleados más que el año anterior y 850.500 empleos menos.

La población activa se reduce en 158.700 personas y la tasa de actividad se sitúa en el 59,8%. Este descenso afecta tanto a los hombres como a las mujeres y como viene siendo habitual la tasa de actividad de las mujeres (53,42%) se mantiene muy alejada de la de los hombres (66,52%)

La pérdida de empleo anual es de 569.000 puestos de trabajo entre los hombres y 281.500 entre las mujeres. En el cuarto trimestre la tasa de empleo de las mujeres es del 39,2% % y la de los hombres del 49,5%, con una diferencia de más de 10 puntos porcentuales. Una vez más destaca el hecho de que la mayor parte de los empleos destruidos respecto a 2011, el 51,74%, estaban ocupados por jóvenes menores de 30 años. Anualmente todos los sectores económicos pierden ocupados. En términos relativos construcción está a la cabeza con un 15,90% menos, seguido de industria (-5,65%), servicios (-3,64%) y agricultura (-3,02%).

El aumento del paro afecta tanto a los hombres (334.300, 11,74%) como a las mujeres (357.400, 14,69%), aunque en mayor medida a estas últimas, con lo que la tasa de paro de las mujeres, del 26,55% supera a la de los hombres situada en el 25,58%. El 55,12% de los menores de 25 años y el 42,73% de los menores de 30 años se encuentra sin empleo. Al número de jóvenes menores de 30 años parados en 2011 se le añaden 165.000 nuevos parados en 2012.

El número de parados de larga duración anualmente se incrementa de forma considerable, 2.789.900 personas (20,3%) se encuentran en paro desde hace más de 1 año.

Por sectores, crece el desempleo en Agricultura (27,47%), Industria (19,42%), y Servicios (8,44%) y disminuye en Construcción (-14,31%) como consecuencia del descenso de la población activa en este sector. Los desempleados que buscan su primer empleo se incrementan un 10,16%.

En este último trimestre, con respecto al año anterior, hay 404.500 asalariados menos con contrato indefinido (-3,64%) y 499.200 menos con contrato temporal (-13,48%). El descenso de la tasa de temporalidad que pasa del 24,98% al 23,02% obedece a la mayor destrucción de empleo temporal que indefinido.

El empleo desciende tanto en el sector público como en el privado, aunque en términos relativos es mayor el descenso del empleo en el sector público (-6,98%) que en el privado (-4,30%). En relación con la jornada el 75,7 % de las personas ocupadas a tiempo parcial son mujeres y mientras anualmente descienden las personas ocupadas a tiempo completo (-990.600), se incrementan las que lo están a tiempo parcial (140.200).

 El número de hogares con todos sus miembros parados se sitúa en 1.833.700, con un fuerte incremento en relación a 2011, un 16,43%, entre estos hogares en 638.300 (34,8%) no se percibe ningún ingreso.

La sociedad española está soportando por cuarto año consecutivo los efectos de la crisis y el aumento incesante de personas en situación de desempleo. Esto es consecuencia de la adopción de unas políticas erróneas e injustas, tanto desde el punto de vista laboral como desde el punto de vista de la reducción de los marcos de protección social y la contracción de los servicios públicos, que se traducen en un reparto desequilibrado de los esfuerzos entre la ciudadanía, afectando de manera muy especial a la parte más débil de la población.

Es imprescindible adoptar otras políticas, no tenemos más tiempo, si queremos frenar esta sangría de desempleo, que ha vuelto a recrudecerse en este último año. No podemos seguir confirmando el fracaso de las mismas mes tras mes, año tras año, y no cambiar la dirección y actuar para generar empleo como elemento prioritario.

Los problemas de España no están en la legislación laboral, muy al contrario, la reforma laboral esta suponiendo un fuerte recorte de derechos laborales y sociales. Lejos de solucionar las debilidades del mercado laboral, la reforma ha precarizado el acceso al empleo, aumentado la segmentación del mercado de trabajo, abaratado el despido, otorgado al empresario un poder absoluto sobre las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras en materias básicas, incluyendo el salario, y ha quebrantado el derecho a la negociación colectiva.

La exigencia de la austeridad fiscal, la insuficiente política de financiación de la deuda, el bloqueo del crédito que se sigue manteniendo, son los principales causantes del deterioro económico y social en el que nos encontramos.

Existen alternativas para salir de la crisis de una forma más equilibrada y más justa, que pasa por sentar las bases para cambiar el modelo productivo, reforzar el Estado de Bienestar, situar el empleo y las personas en el centro de las políticas, establecer un marco de relaciones laborales competitivo con calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras. Para poner en marcha estas alternativas se precisa de un sistema fiscal más potente y más justo, con un calendario de reducción del déficit compatible con la necesaria participación del sector público en la economía española y por supuesto reforzando los mecanismos democráticos, y entre otros, recuperar el diálogo social.

Ante la negativa evolución de la actividad e involución del empleo, hay que exigir que el calendario para la reducción del déficit se amplíe y se establezcan estímulos para un crecimiento económico sostenido y sostenible. Es imprescindible, así mismo, ante el aumento incesante de hogares con todos sus miembros activos en paro, situar a las personas en el centro de las políticas.

CCOO exige la ampliación del calendario para la reducción del déficit y estímulos para...
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