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18 de agosto de 2010, 10:47
NUEVATRIBUNA.ES/ L.M. - 18.08.2010
Elena Salgado y José Blanco confirmaron hoy lo que era un secreto a voces. El Gobierno recupera 500 millones de euros para inversiones en infraestructuras. Tras el recorte en mayo de 6.500 millones de euros, las presiones de los constructores, dicen, han dado su fruto. Además Blanco licitará antes del otoño un nuevo plan extraordinario de obra civil (PEI), según anunció hoy. Será con financiación privada, añadió el ministro de Fomento. Porque, en cuestión de inversión pública, “nada volverá a ser como antes”, zanjó el 'hombre fuerte' de Zapatero.
Salgado anunció junto a Blanco los 500 millones de euros que el Estado invertirá en recuperar unas 50 obras que fueron arrumbadas el pasado mes de mayo, cuando, en plena tormenta financiera, el Gobierno tuvo que sacar la tijera y recortar gasto público. La “reprogramación” se conocerá en cuarenta días. Hasta entonces, sólo se sabe que la autovía del Cantábrico -que une Lugo con el Norte de Europa- se acabará en plazo, según las previsiones del Ministro. “La mayoría de las comunidades autónomas se verán beneficiadas”, sostuvo.
Fuentes de Moncloa aseguran que la reunión entre Zapatero y los grandes constructores se celebrará finalmente, aunque no precisaron el día. En cambio, el ministro Blanco negó hoy que esa reunión vaya a celebrarse. Una prueba más del malestar que genera la filtración del encuentro, que al final tendrá lugar cuando sus protagonistas logren esquivar el interés mediático generado, según confirman en las citadas fuentes.
Blanco tuvo que enfrentarse hoy a una segunda reprobación, esta vez de mano de Salgado. La responsable de Economía descartó nuevas subidas de impuestos, en contra de lo sugerido esta semana por el ministro de Fomento. Blanco recordó hoy que el Estado gasta 6 millones de euros diarios sólo en la conservación de las infraestructuras. Pidió una subida de impuestos, algo que la ministra rechazó.
Salgado descartó una subida de impuestos, más allá de “algún pequeño ajuste” a finales de año, cuando se preparen los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y defendió la progresividad, tanto del sistema español, como de las políticas del Gobierno en este sentido. “Hemos introducido progresividad”, defendió la vicepresidenta, tras repasar decisiones como la subida del IVA -que no afectó a los bienes básicos-, la retirada de la deducción por la compra de vivienda y de la de 400 euros en el IRPF -que no afectaron a las rentas más bajas-, así como el alza impositiva para las rentas del capital más cuantiosas.
La titular de Economía defendió además la progresividad “por la vía del gasto, más que por la del ingreso”. Además rechazo la creación de un impuesto turístico, como en Estados Unidos, y desmintió que el Gobierno esté estudiando un retoque en el Impuesto de Sociedades, que pagan las empresas.
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, anunció que licitará “en septiembre” el Plan extraordinario de infraestructuras -PEI- anunciado en abril. “No tenemos dificultades para obtener financiación con la que sacar adelante nuestros proyectos”, alardeó. El PEI prevé que las empresas privadas colaboren en la financiación de obra pública por diferentes vías. En materia de infraestructuras, “nada volverá a ser como ha sido hasta ahora”, reiteró.
Elena Salgado y José Blanco confirmaron hoy lo que era un secreto a voces. El Gobierno recupera 500 millones de euros para inversiones en infraestructuras. Tras el recorte en mayo de 6.500 millones de euros, las presiones de los constructores, dicen, han dado su fruto. Además Blanco licitará antes del otoño un nuevo plan extraordinario de obra civil (PEI), según anunció hoy. Será con financiación privada, añadió el ministro de Fomento. Porque, en cuestión de inversión pública, “nada volverá a ser como antes”, zanjó el 'hombre fuerte' de Zapatero.
Salgado anunció junto a Blanco los 500 millones de euros que el Estado invertirá en recuperar unas 50 obras que fueron arrumbadas el pasado mes de mayo, cuando, en plena tormenta financiera, el Gobierno tuvo que sacar la tijera y recortar gasto público. La “reprogramación” se conocerá en cuarenta días. Hasta entonces, sólo se sabe que la autovía del Cantábrico -que une Lugo con el Norte de Europa- se acabará en plazo, según las previsiones del Ministro. “La mayoría de las comunidades autónomas se verán beneficiadas”, sostuvo.
Fuentes de Moncloa aseguran que la reunión entre Zapatero y los grandes constructores se celebrará finalmente, aunque no precisaron el día. En cambio, el ministro Blanco negó hoy que esa reunión vaya a celebrarse. Una prueba más del malestar que genera la filtración del encuentro, que al final tendrá lugar cuando sus protagonistas logren esquivar el interés mediático generado, según confirman en las citadas fuentes.
Blanco tuvo que enfrentarse hoy a una segunda reprobación, esta vez de mano de Salgado. La responsable de Economía descartó nuevas subidas de impuestos, en contra de lo sugerido esta semana por el ministro de Fomento. Blanco recordó hoy que el Estado gasta 6 millones de euros diarios sólo en la conservación de las infraestructuras. Pidió una subida de impuestos, algo que la ministra rechazó.
Salgado descartó una subida de impuestos, más allá de “algún pequeño ajuste” a finales de año, cuando se preparen los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y defendió la progresividad, tanto del sistema español, como de las políticas del Gobierno en este sentido. “Hemos introducido progresividad”, defendió la vicepresidenta, tras repasar decisiones como la subida del IVA -que no afectó a los bienes básicos-, la retirada de la deducción por la compra de vivienda y de la de 400 euros en el IRPF -que no afectaron a las rentas más bajas-, así como el alza impositiva para las rentas del capital más cuantiosas.
La titular de Economía defendió además la progresividad “por la vía del gasto, más que por la del ingreso”. Además rechazo la creación de un impuesto turístico, como en Estados Unidos, y desmintió que el Gobierno esté estudiando un retoque en el Impuesto de Sociedades, que pagan las empresas.
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, anunció que licitará “en septiembre” el Plan extraordinario de infraestructuras -PEI- anunciado en abril. “No tenemos dificultades para obtener financiación con la que sacar adelante nuestros proyectos”, alardeó. El PEI prevé que las empresas privadas colaboren en la financiación de obra pública por diferentes vías. En materia de infraestructuras, “nada volverá a ser como ha sido hasta ahora”, reiteró.
