
El producto interior bruto (PIB) de Alemania en el primer trimestre de 2012 creció un 0,5% respecto a los tres meses anteriores, cuando había registrado una contracción de dos décimas, según los datos de la segunda estimación publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que confirman que la locomotora europea logró evitar la recesión, al contrario que buena parte de sus socios europeos.
Las exportaciones volvieron a ser el principal factor de crecimiento con un avance del 1,7% de las ventas al exterior, mientras las importaciones se estabilizaron, lo que traduce la aportación de la balanza comercial al PIB en nueve décimas.
Asimismo, desde una perspectiva doméstica, el consumo de los hogares experimentó en el primer trimestre un avance del +0,4%, mientras que el gasto del Gobierno se incrementó dos décimas.
De este modo, en términos interanuales la economía alemana registró una expansión del 1,7%, lo que implica una aceleración de dos décimas respecto al dato interanual registrado en el cuarto trimestre de 2011.