nuevatribuna.es
9 de octubre de 2010, 11:42
NUEVATRIBUNA.ES- 07.10.2010
El ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, ha propuesto que, ante la pujanza de la economía alemana, los trabajadores se vean recompensados con "fuertes subidas salariales", según indica en una entrevista concedida al diario Hamburger Abendblatt. "Si la economía registra un 'boom' entonces también son posibles fuertes subidas de los salarios", señala el ministro germano, que sustituirá a su homólogo del área de Finanzas en la próxima reunión del G-20, aunque subraya que la negociación de las retribuciones corresponde a sindicatos y empresas.
A este respecto, el titular de la cartera de Economía de Alemania pone como ejemplo el acuerdo alcanzado en el sector del acero, donde patronal y sindicatos pactaron un incremento salarial del 3,6 por ciento.
Por otro lado, Brüderle apuntó que el Gobierno alemán revisará sus previsiones de crecimiento y sugirió que las nuevas cifras del ejecutivo de Angela Merkel prácticamente duplicará sus proyecciones de crecimiento del PIB, calculado en un 1,4 por ciento la pasada primavera. "Afortunadamente, la evolución de la economía es mucho más fuerte y sostenible de lo que parecía en primavera (...) Somos el motor económico de Europa", dijo el ministro.
LEVE ALZA EN ESPAÑA
En España, el salario medio bruto de los trabajadores de las grandes empresas se incrementó un leve 0,2% y alcanzó los 1.881 euros anuales, según la estadística Ventas, Empleo y Salarios en las Grandes Empresas elaborada por la Agencia Tributaria. Por sectores, el mayor aumento salarial correspondió a los trabajadores de grandes empresas de la construcción, al repuntar un 2,2%, hasta los 2.133 euros.
Los empleados del sector de la industria --sin energía y agua-- percibieron un salario de 2.116 euros, lo que supone elevar su poder adquisitivo un 0,5%, mientras que el salario de los trabajadores de las grandes empresas de servicios alcanzó los 1.762 euros, un 0,3% más que la cifra registrada en agosto de 2009.
El empleo en las grandes empresas -las que facturan más de seis millones de euros- se redujo un 1 por ciento en agosto, lo que supone retornar a niveles del tercer trimestre de 2008, cuando la caída fue la misma, con lo que las plantillas totales sumaron más de 4,6 millones de trabajadores. Según la estadística, el empleo se contrajo durante el mes de agosto en todos los sectores, con la excepción de las empresas de servicios, que incrementaron su plantilla un leve 0,7 por ciento.
Por su parte, la construcción volvió a capitanear la pérdida de empleo, con una tasa de descenso del 11%, hasta los 319.717 empleados. A continuación, se situó la industria --sin energía y agua--, donde el empleo cayó un 3,1%, hasta los 916.253 trabajadores.
Las ventas de las grandes empresas cayeron un 1,8% en agosto, frente al desplome del 9,2% sufrido en el mismo mes de 2009, con lo que se rompió la tendencia positiva iniciada en febrero. Esta nueva caída vino motivada por el descenso de las ventas interiores, que se contrajeron un 4,1%. Sin embargo, las exportaciones se erigieron como motor de venta de las grandes compañías, al calor de la recuperación económica en países fuera de la UE, que demandaron un 25,3%.
El ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, ha propuesto que, ante la pujanza de la economía alemana, los trabajadores se vean recompensados con "fuertes subidas salariales", según indica en una entrevista concedida al diario Hamburger Abendblatt. "Si la economía registra un 'boom' entonces también son posibles fuertes subidas de los salarios", señala el ministro germano, que sustituirá a su homólogo del área de Finanzas en la próxima reunión del G-20, aunque subraya que la negociación de las retribuciones corresponde a sindicatos y empresas.
A este respecto, el titular de la cartera de Economía de Alemania pone como ejemplo el acuerdo alcanzado en el sector del acero, donde patronal y sindicatos pactaron un incremento salarial del 3,6 por ciento.
Por otro lado, Brüderle apuntó que el Gobierno alemán revisará sus previsiones de crecimiento y sugirió que las nuevas cifras del ejecutivo de Angela Merkel prácticamente duplicará sus proyecciones de crecimiento del PIB, calculado en un 1,4 por ciento la pasada primavera. "Afortunadamente, la evolución de la economía es mucho más fuerte y sostenible de lo que parecía en primavera (...) Somos el motor económico de Europa", dijo el ministro.
LEVE ALZA EN ESPAÑA
En España, el salario medio bruto de los trabajadores de las grandes empresas se incrementó un leve 0,2% y alcanzó los 1.881 euros anuales, según la estadística Ventas, Empleo y Salarios en las Grandes Empresas elaborada por la Agencia Tributaria. Por sectores, el mayor aumento salarial correspondió a los trabajadores de grandes empresas de la construcción, al repuntar un 2,2%, hasta los 2.133 euros.
Los empleados del sector de la industria --sin energía y agua-- percibieron un salario de 2.116 euros, lo que supone elevar su poder adquisitivo un 0,5%, mientras que el salario de los trabajadores de las grandes empresas de servicios alcanzó los 1.762 euros, un 0,3% más que la cifra registrada en agosto de 2009.
El empleo en las grandes empresas -las que facturan más de seis millones de euros- se redujo un 1 por ciento en agosto, lo que supone retornar a niveles del tercer trimestre de 2008, cuando la caída fue la misma, con lo que las plantillas totales sumaron más de 4,6 millones de trabajadores. Según la estadística, el empleo se contrajo durante el mes de agosto en todos los sectores, con la excepción de las empresas de servicios, que incrementaron su plantilla un leve 0,7 por ciento.
Por su parte, la construcción volvió a capitanear la pérdida de empleo, con una tasa de descenso del 11%, hasta los 319.717 empleados. A continuación, se situó la industria --sin energía y agua--, donde el empleo cayó un 3,1%, hasta los 916.253 trabajadores.
Las ventas de las grandes empresas cayeron un 1,8% en agosto, frente al desplome del 9,2% sufrido en el mismo mes de 2009, con lo que se rompió la tendencia positiva iniciada en febrero. Esta nueva caída vino motivada por el descenso de las ventas interiores, que se contrajeron un 4,1%. Sin embargo, las exportaciones se erigieron como motor de venta de las grandes compañías, al calor de la recuperación económica en países fuera de la UE, que demandaron un 25,3%.
