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1 de agosto de 2009, 5:55
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS 31.07.2009
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su Consejo de Ministros "en lugar de formar parte de la solución a la crisis sólo toma medidas en la mala dirección y se ha convertido en el principal problema", y le recomendó efectuar cambios en el sistema educativo, en el mercado laboral para crear nuevos tipos de contrato y en el modelo energético para reducir la dependencia, así como reducir impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social para lograr ser más competitivos.
Durante su discurso de clausura del curso de verano de la Universidad Complutense sobre "Principios y valores para afrontar la crisis", Aguirre reclamó el "esfuerzo y sacrificio de todos" para volver a "la senda de la prosperidad", y exigió a Zapatero que "de ninguna manera puede seguir aumentando la deuda pública" sino que debe acometer "las reformas estructurales" que el país "necesita".
"Zapatero quiere que no nos preocupemos y hacernos creer que queda poco para llegar a la tierra prometida, pero en realidad estamos en medio del desierto y Zapatero, con sus políticas, está derrochando la poca agua de que disponemos para poder cruzar el desierto económico en que nos ha metido y hacer que el final de la crisis esté cada vez más próximo", afirmó.
Además, recordó que las crisis son "evitables" si "se toman las medidas adecuadas". "Si nos limitamos a guarecernos y esperar a que escampe, lo más probable es que la tormenta económica, en vez de disiparse por sí misma, continúe indefinidamente y mucho tiempo descargando su furia sobre nosotros", pronosticó.
Así, consideró "egoísta e irresponsable" que tome decisiones como compensar a las comunidades autónomas con 11.000 millones de euros el año que viene porque es "pan para hoy y hambre para mañana", y aseguró que "cada vez más españoles piensan que Zapatero, en lugar de formar parte de la solución, es parte del problema, el principal de todos ellos".
SOLUCIONES "POPULARES"
Así, la presidenta regional desgranó las líneas básicas en las que, a su parecer, deberían estructurarse las medidas del Ejecutivo central. En primer lugar, "sanear a fondo el sistema financiero y bancario" dando liquidez a "entidades solventes y acreditados para que den crédito", una medida en la que "el papel del Banco de España es fundamental".
Y es que, según Aguirre, pese a que el origen de la crisis mundial se encuentra en la quiebra del sistema financiero estadounidense por la irresponsabilidad de años de gasto por encima de las posibilidades, "la verdadera causa hay que buscarla en los organismos reguladores del crédito".
"Muchos creen que el mercado debe ser minuciosamente regulado para evitar estas crisis. Pero el sector financiero, lejos de ser la quintaesencia del mercado libre, es el más regulado e intervenido en todo el mundo. La prueba de ello es que el precio del dinero no es de mercado, sino regulado e intervenido", explicó.
A su juicio, "la única forma duradera y no traumática de conseguir crédito barato es incrementar la productividad y el ahorro" y "la lección a extraer de esta crisis no es que necesitamos más regulación y menos mercado, sino más mercado y mejor regulación". "Creo que en el futuro, para evitar los efectos de estas crisis, habrá que reintroducir en los mercados mecanismos independientes del poder político capaces de poner fin al exceso de crédito", zanjó.
En segundo lugar, la líder "popular" criticó que mientras la crisis es de carácter internacional, "sólo en España se traduce en el aumento de paro", con uno de cada tres nuevos desempleados de la UE de nacionalidad española y 1,7 millones de nuevos parados en el país. "Cada vez que España no crece por encima del 2 por ciento se convierte en una fábrica de parados", apostilló.
Los motivos de este fenómeno son, según Aguirre, la "prolija y costosa" estructura institucional y administrativa española y la "maraña normativa y legislativa" que genera la España de las autonomías, que "desvirtúa el mercado único español y obstaculiza la actividad económica". Por eso, pidió que se afronte la reforma del mercado laboral en el sentido de aligerar la administración pública y hacerla más eficiente "como ya se ha hecho en la Comunidad de Madrid" y cambiar el "obsoleto marco laboral heredado del franquismo".
"No es que estemos por el despido libre o el abaratamiento del despido; estamos por facilitar la contratación, porque es muy difícil contratar en España, y no sé por qué el presidente y los sindicatos tienen esta resistencia cuando todos los organismos internacionales dicen que hay que hacerlo.
MENOS IMPUESTOS
La tercera pata de las reformas debería ser "la reducción de los impuestos de Sociedades y Renta, y la rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social". Con el objetivo de "atraer inversiones a España que generen empleo y riqueza". Según ella, muchos impuestos recaen sobre los trabajadores y los empresarios, lo que se convierte en "una barrera que, en muchos casos, impide la contratación". "El Estado, por una vía o por otra, se queda con más del 40 por ciento de lo que gana un trabajador, y eso no ocurre en ningún sitio, no son incentivos a la contratación", indicó.
Además, llamó la atención sobre el hecho de que la deuda exterior española sea el 10 por ciento del PIB, lo que supone que "hay un serio problema de productividad y competitividad" que, si bien "hasta ahora no se había notado porque los bancos daban crédito suficiente para financiar el desequilibrio", ahora sí pasará factura a las arcas públicas.
Una de las razones de estos desajustes en la balanza comercial exterior es el precio de la energía. "España es uno de los países desarrollados que más depende del petróleo y del gas, con precios muy altos, porque la energía nuclear tiene un papel incomprensiblemente menguante en contra del resto del mundo, a pesar de ser la energía más eficaz, barata, limpia y segura", afirmó, recomendando por tanto "una reforma del mercado energético para que se menos caro y más competitivo".
La reforma del sistema educativo para meter a las universidades españolas entre las mejores del mundo y la incorporación del inglés al currículum escolar como una materia preferente, con el objetivo de que los niños salgan de la educación obligatoria hablando con fluidez es "necesario" para completar las reformas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su Consejo de Ministros "en lugar de formar parte de la solución a la crisis sólo toma medidas en la mala dirección y se ha convertido en el principal problema", y le recomendó efectuar cambios en el sistema educativo, en el mercado laboral para crear nuevos tipos de contrato y en el modelo energético para reducir la dependencia, así como reducir impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social para lograr ser más competitivos.
Durante su discurso de clausura del curso de verano de la Universidad Complutense sobre "Principios y valores para afrontar la crisis", Aguirre reclamó el "esfuerzo y sacrificio de todos" para volver a "la senda de la prosperidad", y exigió a Zapatero que "de ninguna manera puede seguir aumentando la deuda pública" sino que debe acometer "las reformas estructurales" que el país "necesita".
"Zapatero quiere que no nos preocupemos y hacernos creer que queda poco para llegar a la tierra prometida, pero en realidad estamos en medio del desierto y Zapatero, con sus políticas, está derrochando la poca agua de que disponemos para poder cruzar el desierto económico en que nos ha metido y hacer que el final de la crisis esté cada vez más próximo", afirmó.
Además, recordó que las crisis son "evitables" si "se toman las medidas adecuadas". "Si nos limitamos a guarecernos y esperar a que escampe, lo más probable es que la tormenta económica, en vez de disiparse por sí misma, continúe indefinidamente y mucho tiempo descargando su furia sobre nosotros", pronosticó.
Así, consideró "egoísta e irresponsable" que tome decisiones como compensar a las comunidades autónomas con 11.000 millones de euros el año que viene porque es "pan para hoy y hambre para mañana", y aseguró que "cada vez más españoles piensan que Zapatero, en lugar de formar parte de la solución, es parte del problema, el principal de todos ellos".
SOLUCIONES "POPULARES"
Así, la presidenta regional desgranó las líneas básicas en las que, a su parecer, deberían estructurarse las medidas del Ejecutivo central. En primer lugar, "sanear a fondo el sistema financiero y bancario" dando liquidez a "entidades solventes y acreditados para que den crédito", una medida en la que "el papel del Banco de España es fundamental".
Y es que, según Aguirre, pese a que el origen de la crisis mundial se encuentra en la quiebra del sistema financiero estadounidense por la irresponsabilidad de años de gasto por encima de las posibilidades, "la verdadera causa hay que buscarla en los organismos reguladores del crédito".
"Muchos creen que el mercado debe ser minuciosamente regulado para evitar estas crisis. Pero el sector financiero, lejos de ser la quintaesencia del mercado libre, es el más regulado e intervenido en todo el mundo. La prueba de ello es que el precio del dinero no es de mercado, sino regulado e intervenido", explicó.
A su juicio, "la única forma duradera y no traumática de conseguir crédito barato es incrementar la productividad y el ahorro" y "la lección a extraer de esta crisis no es que necesitamos más regulación y menos mercado, sino más mercado y mejor regulación". "Creo que en el futuro, para evitar los efectos de estas crisis, habrá que reintroducir en los mercados mecanismos independientes del poder político capaces de poner fin al exceso de crédito", zanjó.
En segundo lugar, la líder "popular" criticó que mientras la crisis es de carácter internacional, "sólo en España se traduce en el aumento de paro", con uno de cada tres nuevos desempleados de la UE de nacionalidad española y 1,7 millones de nuevos parados en el país. "Cada vez que España no crece por encima del 2 por ciento se convierte en una fábrica de parados", apostilló.
Los motivos de este fenómeno son, según Aguirre, la "prolija y costosa" estructura institucional y administrativa española y la "maraña normativa y legislativa" que genera la España de las autonomías, que "desvirtúa el mercado único español y obstaculiza la actividad económica". Por eso, pidió que se afronte la reforma del mercado laboral en el sentido de aligerar la administración pública y hacerla más eficiente "como ya se ha hecho en la Comunidad de Madrid" y cambiar el "obsoleto marco laboral heredado del franquismo".
"No es que estemos por el despido libre o el abaratamiento del despido; estamos por facilitar la contratación, porque es muy difícil contratar en España, y no sé por qué el presidente y los sindicatos tienen esta resistencia cuando todos los organismos internacionales dicen que hay que hacerlo.
MENOS IMPUESTOS
La tercera pata de las reformas debería ser "la reducción de los impuestos de Sociedades y Renta, y la rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social". Con el objetivo de "atraer inversiones a España que generen empleo y riqueza". Según ella, muchos impuestos recaen sobre los trabajadores y los empresarios, lo que se convierte en "una barrera que, en muchos casos, impide la contratación". "El Estado, por una vía o por otra, se queda con más del 40 por ciento de lo que gana un trabajador, y eso no ocurre en ningún sitio, no son incentivos a la contratación", indicó.
Además, llamó la atención sobre el hecho de que la deuda exterior española sea el 10 por ciento del PIB, lo que supone que "hay un serio problema de productividad y competitividad" que, si bien "hasta ahora no se había notado porque los bancos daban crédito suficiente para financiar el desequilibrio", ahora sí pasará factura a las arcas públicas.
Una de las razones de estos desajustes en la balanza comercial exterior es el precio de la energía. "España es uno de los países desarrollados que más depende del petróleo y del gas, con precios muy altos, porque la energía nuclear tiene un papel incomprensiblemente menguante en contra del resto del mundo, a pesar de ser la energía más eficaz, barata, limpia y segura", afirmó, recomendando por tanto "una reforma del mercado energético para que se menos caro y más competitivo".
La reforma del sistema educativo para meter a las universidades españolas entre las mejores del mundo y la incorporación del inglés al currículum escolar como una materia preferente, con el objetivo de que los niños salgan de la educación obligatoria hablando con fluidez es "necesario" para completar las reformas.
