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NUEVATRIBUNA.ES - 23.10.2009

La reforma del sistema financiero que impulsa el Banco de España ha chocado con la falta de liderazgo en la segunda caja española. Una situación de interinidad que, según algunas voces, no ayuda precisamente a agilizar la reforma de las cajas de ahorros, de la que depende el acceso al crédito.

Esperanza Aguirre difícilmente podría haber encontrado un momento peor para reformar el sistema de gobierno de la caja. Cuando la morosidad ha escalado a máximos históricos, y mientras el grifo del crédito permanece seco para empresas y familias, la la maniobra de Aguirre por hacerse con el control de la entidad ha descabezado sus órganos de gobierno. Una situación de deriva que además prolongarse además durante un año y medio, si continúa el pulso entre la ‘lideresa’ y el alcalde madrileño Alberto Ruiz Gallardón.

Sin embargo, además de perjudicar la estabilidad de la caja, la maniobra de Aguirre podría estar perjudicando también a miles de ‘pymes’ y autónomos, cuyo acceso al crédito depende del saneamiento del sistema financiero. Según advierten fuentes conocedoras del sector, la reforma del sistema financiero capitaneada por el Banco de España acumula retrasos significativos en parte como consecuencia de la situación de interinidad en los órganos de gobierno de la caja madrileña.

“Es muy difícil evaluar de forma objetiva” los perjuicios ocasionados por el asalto al poder por parte de la ‘lideresa’ madrileña, afirman en fuentes sindicales que intentan tranquilizar a los clientes de una caja que “está perfectamente gestionada”, aseguran.

Sin embargo, respecto a la batalla por el control por la entidad, estas fuentes añaden que “esto tiene que terminar cuanto antes”. Pese a los mensajes llamando a la calma, estas fuentes añaden que “la falta de estabilidad en la dirección ha provocado que Caja Madrid no tenga un papel protagonista en la renovación del sector”.

Una renovación iniciada ya en otras comunidades autónomas, como la catalana, donde se presume de elegir a los órganos directivos sin atender a criterios políticos. Con estas directrices, muy alejadas del proceder madrileño, cuya politización resulta “bochornosa”, en palabras del ministro de industria, Miguel Sebastián, entidades como Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa ya han anunciado su reestructuración en una gran caja, como ya hicieron las también catalanas Caixa Terrassa, Caixa Sabadell, Caixa Girona y Caixa Manlleu.

Desde la comunidad catalana, fuentes del sector señalaron a este periódico que “las cajas son entidades que requieren de3 tranquilidad para trabajar”. En cambio, la maniobra de Aguirre en la caja madrileña ha provocado, además del nerviosismo de la plantilla, una situación en que “no se sabe quien dirige la entidad”, añaden.

“Con esta indefinición, difícilmente se pueden desarrollar planes o propuestas estratégicas”, añaden dichas fuentes. Si la maniobra de Aguirre se hubiera producido en un momento normal, sus efectos no serían tan devastadores. “Sin embargo, en un momento de reestructuración del sector, la guerra permanente y la indisimulada intervención política”, acentúan los riesgos para la entidad, advierten.

Desde Caja Madrid, sin embargo, niegan que la batalla política haya influido en sus resultados. "En absoluto", indican, tras reconocer una caída en los beneficios cercana al 45 por ciento, que atribuyen a la mala situación económica y sus efectos sobre la morosidad. Así, la caja se ha visto obligada a acumular provisiones voluntarias por importe de 359 millones en 2009, pese a la ligera caída de la morosidad en el último trimestre..

En cualquier caso, todas las voces coinciden en que la falta de estabilidad en el Consejo de Administración debilita la “capacidad de decisión” al frente de la entidad y ha provocado que “Caja Madrid no tenga un papel protagonista en el proceso de renovación del sector”.

El Gobierno ha impulsado un fondo de reestructuración del sistema financiero (FROB) dotado con 9.000 millones de euros iniciales con el objetivo de impulsar una profunda renovación en el sector de las cajas, dañado por su vinculación con el sector inmobiliario y por la creciente morosidad asociada a la mala situación económica.

Por su parte, el PP ha criticado los retrasos que acumula el FROB en su papel renovador del sistema financiero. Un retraso al que, según otras fuentes, sin duda contribuye la situación provocada por la batalla política por Caja Madrid.

Aguirre, obstinada, frena el acceso al crédito