REFORMA LABORAL

11 o 18 de junio, "referentes" de cuándo podría ser aprobada la reforma laboral

Eso, si nos atenemos a las últimas declaraciones del ministro de Trabajo. Ayer, la vicepresidenta segunda, Elena Salgado dio a entender que estaba dispuesta a conceder un mes más a los agentes sociales para que lleguen a un acuerdo antes de que el Gobierno dicte su 'decretazo'.
> "Siempre ha sido el despido"

NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 1.6.2010

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha afirmado que la negociación para la reforma laboral debe concluir a mediados de la próxima semana con o sin acuerdo de sindicatos y empresarios, aunque confió en que finalmente sea posible el entendimiento. En todo caso, garantizó que, pase lo que pase, habrá reforma laboral este mes de junio: "No más allá de siete u ocho días deberemos concluir este proceso. Una vez concluido, esperemos que con acuerdo, deberá de pasar por el Consejo de Ministros". Para el ministro, las fechas del 11 y el 18 de junio son los "referentes" de cuándo podría ser aprobada la reforma laboral por el Gobierno.

Corbacho, en declaraciones a TVE, ha explicado que el Gobierno quiere apurar al máximo la negociación porque "una reforma pactada siempre será mejor que una reforma impuesta". Ahora bien, si pasado el tiempo de la negociación, apurado éste al máximo, no hubiera acuerdo y el Gobierno aprobara la reforma por decreto, "ya no sería la voluntad de una imposición, sino que ante la imposibilidad de una acuerdo, el Gobierno estaría abocado a tomar una decisión".

El ministro ha señalado que, de no terminar el proceso en un pacto, el Ejecutivo "procurará no hacer medidas que dañen" los derechos de los trabajadores y ha afirmado que, aunque se tendrán en cuenta las opiniones de sindicatos y empresarios, se adoptarán aquellas iniciativas que el Gobierno considere mejores para el país, sin tener en cuenta si eso le beneficia o perjudica electoralmente: "Al Gobierno no le preocupa si con una medida ganamos medio punto de soporte electoral o lo perdemos".

El titular de Trabajo ha negado que la reforma laboral que se haga en España sea la que dicta Bruselas u otros organismos internacionales. Ha reconocido que las dificultades en la negociación entre empresarios y sindicatos se hallan en el despido y ha apuntado que la intención del Gobierno es hacer más atractivo el contrato de fomento del empleo estable, cuya indemnización por despido es de 33 días por año trabajado, y "acotar jurídicamente" la contratación temporal.

Corbacho, que no se siente "desautorizado por nadie", ha avanzado que el 'modelo alemán' (que combina la reducción de jornada con compensaciones externas) irá en el Real Decreto Ley del Gobierno si finalmente el acuerdo no es posible.

También el ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado que el Gobierno está determinado a sacar adelante la reforma laboral "cueste lo que cueste", con el objeto de modernizar el mercado de trabajo, contribuyendo a la creación de empleo, si bien ha asegurado que el Ejecutivo seguirá trabajando para que se alcance "en base al acuerdo".

En cuanto a los secretarios generales de UGT y CC.OO., Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, han reiterado su voluntad de lograr un acuerdo con la patronal y han negado que la dilatada negociación se haya convertido en un mero "paripé" mientras el Gobierno prepara el decreto que pretende aprobar antes de finales de junio. "Yo no creo que estemos haciendo ningún paripé", ha dicho Toxo al ser preguntado por la prensa en Bruselas. "Más bien (estamos) dedicándole muchas horas serias a una negociación importante y con materias de mucha enjundia que exigen mucha atención y capacidad de propuesta y de entendimiento".

Toxo, que insiste en que "siempre es mejor un acuerdo que abocarnos a un conflicto que España en estos momentos no debería permitirse el lujo de tener", ha añadido que las centrales sindicales trabajan con una perspectiva temporal "corta" porque les parece "urgente" la reforma, pero también ha dejado claro que no tiene sentido concentrar en ella todas las expectativas de creación de empleo: "Los empleos están en la actividad económica y la actividad económica la ha de dinamizar la inversión pública y privada y el consumo privado. Y desde luego en ese terreno no hay buenas noticias ni en el plan de ajuste que ha aprobado el Gobierno recientemente ni hay buenas noticias en el sector financiero".

Cándido Méndez ha coincidido con esta apreciación: "El acuerdo puede ayudar, pero no va a ser la solución". "Sin embargo -ha añadido- en este momento en el que la sociedad española ha recibido una ducha de agua helada con el plan de ajuste del Gobierno, llegar a un acuerdo podría servir de contrapunto". Por esa razón, ha dicho que se trabajará para propiciar ese escenario, pero poniendo de relieve que también dependerá de la patronal, de los contenidos que ponga el Gobierno encima de la mesa y del enfoque general que se pretenda dar a la reforma: "Si alguien piensa que la reforma laboral tiene que ser el sustituto de un proceso de devaluación de la moneda, indudablemente ahí no vamos a estar".

Preguntado por si el despido sigue siendo el principal escollo para el consenso, Méndez ha admitido que se trata "indudablemente" de un problema "muy serio" pero que hay otros elementos que también hay que tener en cuenta. "No hablamos de un problema o una dimensión concreta, pero qué duda cabe que una pretensión de abaratar el despido genera un problema prácticamente insalvable", ha reconocido.

Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez participan en Bruselas en la reunión de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que prepara una movilización general a nivel europeo para el próximo mes de septiembre.