sábado. 20.04.2024
nicholas shaxson
El periodista británico Nicholas Shaxson.

Censurar la existencia de paraísos fiscales es fácil. Conseguir que desaparezcan se convierte en una tarea de titanes

La consideración del Estado como enemigo del ciudadano al que arrebata una parte de lo ganado mediante impuestos tiene detrás el apoyo intelectual y filosófico de las escuelas de pensamiento que defienden lo particular por encima de lo colectivo.

Cada vez que se ha puesto en marcha un impuesto, se han activado mecanismos contables y jurídicos para intentar eludir su pago. Particulares y empresas tienen como objetivo principal, cuando de fiscalidad se habla, conseguir pagar lo menos posible.

Una segunda causa, y no menos importante en muchos casos, es la ocultación de lo ganado ilegalmente y que mediante su transferencia a otros países distintos al de residencia, busca la manera de convertir esos fondos “negros” en fondos que puedan volver al circuito de la inversión y el gasto de forma legal.

Con toda probabilidad la lucha cívica y moral contra la evasión fiscal, la tarea de educación y aceptación por parte de las personas y empresas de su obligación de pagar lo que legalmente se les solicita por la legislación aprobada en sus estados, sea una tarea de muy largo alcance y exija muchos años.

La idea de que el estado roba, que utiliza mal los ingresos que recauda, que los políticos son unos aprovechados y que se apropian de lo ganado por los demás, es una idea muy extendida y que contribuye de forma decidida a fomentar la evasión fiscal.

Por ello, nadie dispone de lo que Nicholas Shaxson llama “la bala mágica” para eliminar los paraísos fiscales, los territorios donde se ofrece algo tan sencillo como no pagar impuestos. Por ello es necesario aplicar políticas públicas que traten de ir eliminando ese tipo de lugares impidiendo su impunidad.

Dejando al margen temas que ya se están abordando en los debates públicos como son los controles a los movimientos de capitales y los impuestos sobre las transacciones, propone 10 posibilidades que considera no están teniendo la atención necesaria y que ayudarían a ir acotando el problema.

Extractaremos cada uno de estos 10 ángulos desde donde abordar el tema.

1.- Reformas financieras

Comprender que los paraísos fiscales son las guaridas fortificadas del capital financiero, levantar el velo de silencio que hay en torno a ellos y difundir el mensaje.

Realizar listas de paraísos sobre la base de la noción Jersey-Delaware del Estado cautivo “Un lugar que procura atraer negocios ofreciendo instalaciones políticamente estables que ayudan a personas o entidades a eludir reglas, leyes y regulaciones establecidas en otras jurisdicciones”

2.- Exigir transparencia

El 60% del comercio mundial tiene lugar “en el interior” de las corporaciones multinacionales que reducen sus beneficios pasando el dinero de una jurisdicción a otra y que envían las ganancias a los paraísos sin impuestos y los  costes a los países con alta carga tributaria.

Conseguir el intercambio multilateral de información entre países acerca de lo que poseen y declaran sus contribuyentes es un paso muy importante.

3.- Priorizar en las reformas las necesidades de los países en desarrollo

Es contradictorio apoyar el incremento de la asistencia humanitaria para el desarrollo de los países pobres y cerrar los ojos ante las acciones de las multinacionales instaladas en esos países, que “horadan la capacidad de recaudación fiscal de los mismos” en palabras del ministro de finanzas de Sudáfrica Trevor Manuel.

4.-  Confrontación con la telaraña británica, el elemento más importante y agresivo del sistema extraterritorial mundial. La Corporación de la City de Londres debe ser abolida. Perjudica al pueblo de Gran Bretaña y al mundo entero. Gran Bretaña está demasiado subordinada a la City y es esencial ejercer presión desde el exterior.

5.- Reforma fiscal territorial.

Nicolas Shaxson propone entre las numerosas posibilidades de este ámbito centrarse en dos de ellas. El impuesto sobre el valor del suelo y el impuesto sobre la extracción de los minerales y el petróleo.

Una inmensa porción, difícil de cuantificar exactamente del dinero que circula por los paraísos fiscales proviene en última instancia del negocio de los bienes raíces, del valor del suelo y de la extracción de minerales y petróleo.  Gravar en origen de forma selectiva estos bienes contribuiría de forma positiva en la disminución de la imposición sobre la renta y el consumo en esos países y mejoraría el bienestar de la población.

El ejemplo de Alaska donde una buena parte de los beneficios petroleros se ha distribuido directamente entre la población es un paso positivo, si bien de difícil aplicación en otros países productores como los del golfo pérsico gobernados por autocracias que llevan al límite la apropiación de los recursos y el lujo desmedido.

6.- Acción unilateral de liderazgo

Medidas unilaterales del poder político que mediante la legislación fiscal y mercantil extiendan la transparencia y el rigor contable a todas las empresas de su país. Gravar y regular la industria financiera de acuerdo con las necesidades reales de la economía.

7.- Enfrentar a los intermediarios y usuarios privados del sistema extraterritorial

Cuando un mandatario saquea su país y se lleva el botín a un paraíso fiscal, los bancos, los intermediarios y los estudios jurídicos que los asisten son tan culpables como él y deben igualmente ser considerados responsables del delito.

8.- Repensar el concepto de responsabilidad corporativa

Las empresas reciben del Estado una abundancia de capital consistente en infraestructuras públicas, trabajadores formados y sanos, una legislación estable que garantiza los derechos de productores, clientes y usuarios.

A cambio de esto las empresas adquieren un conjunto de obligaciones entre las que destacan la transparencia de sus negocios y el pago de los impuestos.

El sistema de paraísos fiscales socava este compromiso entre la empresa y la sociedad en la que se inserta. Las empresas deben rendir cuentas no sólo ante sus accionistas, sino ante la sociedad que le permite hacer negocios y le brinda las herramientas para ello y la confianza y estabilidad para llevarlos a cabo.

Eso conlleva no considerar los impuestos como un coste para los accionistas sino como una distribución a la sociedad por la educación, la sanidad y las infraestructuras que los Estados aportan.

9.- Revaluar la corrupción

El soborno y la corrupción empeoran la pobreza y la desigualdad. Corroe y corrompe a los gobiernos y las sociedades al igual que los paraísos fiscales corroen y corrompen el sistema financiero mundial. Es preciso por tanto ampliar el foco hacia un conjunto que abarque a todos los actores que se dedican a facilitar la corrupción y el lavado de dinero negro.

10.- Cambio cultural 

Nicolas Shaxson  indica que este es el más importante.

Si la sociedad en su conjunto lisonjea a las personas que se enriquecen sorteando los impuestos y las regulaciones mientras obligan a los demás a cargar con los riesgos y los gravámenes, no cabe duda de que hemos perdido el rumbo.

Las instituciones internacionales y los gobiernos de todo el mundo pueden crear y promover nuevos lineamientos y códigos de conducta que definan el comportamiento responsable e irresponsable en los campos de la tributación y las regulaciones internacionales.

Diez ángulos desde donde atacar a los paraísos fiscales