jueves. 28.03.2024

Hace apenas unos días hemos sabido que el déficit de nuestro país durante el pasado año alcanzó el 8,5% del PIB, muy alejado por tanto del 6% al que nos habíamos comprometido. Para este año la situación tampoco es nada halagüeña, tras una más que segura nueva entrada en recesión y un límite de tan sólo el 4,4% -a la espera de ver qué ocurre tras el órdago del Gobierno anunciando que cerrará en torno al 5,8%-.

Ante esta tesitura, comienzan a escucharse voces que defienden la necesidad de subir el IVA del actual 18% hasta el entorno del 20% como vía para obtener ingresos adicionales que permitan alcanzar los objetivos marcados sin tener que emprender drásticos recortes en el gasto público. Pero, ¿es este realmente el mejor camino?

Nada más lejos de la realidad. En primer lugar, porque por su propia naturaleza este impuesto choca con el principio de progresividad, afectando en mayor medida precisamente a aquellas personas que perciben unos menores ingresos.

Además, una subida de este gravamen traería consigo una contracción todavía mayor del consumo, lo que no sólo atenuaría su poder recaudatorio, sino que indirectamente reduciría la actividad de las empresas y torpedearía la ya de por sí difícil creación de empleo, principal asignatura pendiente de nuestro país.

La economía sumergida en España asciende a 245.000 millones de euros anuales, lo que supone el 23,3% del PIB

En lugar de ello, el Ejecutivo debería trabajar por sacar un mayor partido del actual IVA, cuya caída de la recaudación en los últimos años no puede atribuirse exclusivamente al frenazo inmobiliario o a la recesión económica, pues estaríamos dejando de lado el gran problema de fondo: el fraude fiscal.

En la actualidad, la economía sumergida en España asciende a 245.000 millones de euros anuales, lo que supone el 23,3% del PIB, es decir, diez puntos porcentuales por encima de nuestros vecinos europeos que se mueven en unas tasas de evasión fiscal en torno al 13%, con unas cifras de recaudación por IVA más rentables.

De hecho, España es el país de la Europa de los Quince que menos rendimiento extrae del IVA, por detrás incluso de Grecia. Durante el año 2009 por cada cien euros que los hogares españoles destinaron a consumo privado, Hacienda recaudó sólo 6,4 euros por IVA. Dos años antes, ese mismo gasto daba lugar a un rendimiento en el IVA de tres euros más, es decir, un 32% más.

Salta a la vista dónde hace falta actuar.

Carlos Cruzado,

Presidente de los Técnicos de Hacienda (GESTHA)

¿Se debería subir el IVA para reducir el déficit?