"Si algo se ha demostrado es que la crisis era financiera y de patrón de crecimiento y que la regulación laboral no era el problema”
El secretario confederal de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, afirmó en Santander, durante su conferencia en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que “en España hay algo que no cuadra porque en otros países las reformas laborales no se aplican como aquí con la previsión de aumentar el desempleo, sino para reducirlo”.
“No es admisible una reforma laboral asociada al desempleo y al abaratamiento del despido que, además, ha cambiado una negociación colectiva que siempre ha funcionado bien para crear la epifanía de la empresa con el argumento de que si no hay devaluación salarial no salimos de la crisis”, agregó Ferrer.
El secretario de Acción Sindical de UGT, que intervino en el curso “Emprendedores 2020”, dirigido por el periodista Fernando Jáuregui, recordó que “en nuestro país parecía que había un diagnóstico de que el cuello de la botella de la crisis económica era la regulación laboral, aunque si algo se ha demostrado es que la crisis era financiera y de patrón de crecimiento y que la regulación laboral no era el problema”.
Ferrer rechazó en este sentido las últimas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para España “donde insisten en que hay abaratar más el despido y excluir la causa tanto para contratar como para despedir, lo que a mí me suena a intervenido porque, aunque no estemos intervenidos, se nos trata como si lo estuviéramos”.
Toni Ferrer recordó que “si uno de los grandes objetivos de la reforma laboral era reducir la dualidad entre los contratos temporales e indefinidos los resultados no han podido ser más desalentadores en estos primeros meses porque la contratación se ha venido abajo y en especial la indefinida”.
“Se pretende estimular la contratación con bonificaciones cuando está demostrado que las empresas no contratan porque haya más o menos bonificaciones, sino cuando tienen actividad y demanda”, agregó el secretario de Acción Sindical de UGT, tras reiterar su rechazo al nuevo contrato de emprendedores que “establece un período de prueba de un año con la opción de despedir sin causa”, algo que según dijo, contradice el propio convenio con la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
Soluciones consensuadas, no impuestas
Ferrer advirtió que “pensar en que los problemas de este país se van a solucionar con imposiciones y sin un diálogo social consagrado por la propia Constitución es un grave error” y abogó por “hacer una reflexión profunda de qué modelo de país queremos”.
“Los sindicatos y los empresarios teníamos un consenso para el crecimiento y la creación de empleo que la reforma laboral ha hecho añicos, un acuerdo con propuestas en la que los sindicatos hemos pagado en caja en un ejercicio de responsabilidad, un acuerdo con moderación salarial y reinversión de los excedentes empresariales que en un principio todos vieron con buenos ojos, incluidos Rajoy y Merkel”, recalcó Ferrer.
