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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 27.8.2009

José Manuel Campa señaló, en la rueda de prensa en la que analizó la Contabilidad Nacional, señaló que habrá que esperar al segundo trimestre de 2010 para ver un nuevo crecimiento trimestral de la economía -hasta entonces seguirán siendo negativos.

El secretario de Estado admitió que las cifras publicadas hoy por el INE, que señalan una caída trimestral del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,1% e interanual del 4,2%, no son buenas, pero insistió en que ya "se observan los primeros datos de ralentización del deterioro". Así, apuntó que, en tasas trimestrales, "se suavizan" la contracción del empleo y del PIB y las caídas del consumo y de la inversión.

Además se mostró convencido de que la mejora de la confianza de los consumidores y la caída de los precios y de los tipos de interés "sugieren" que habrá una "mejora" del consumo privado en los próximos meses.

El otro componente de la demanda interna, la inversión, que registra caídas más fuertes, también podría mejorar según el secretario de Estado si se confirma el inicio de la recuperación internacional.

Del sector exterior, Campa celebró que las exportaciones hayan vuelto a crecer con respecto al trimestre anterior, un 0,6%, después de cinco trimestres consecutivos de caída.

Aunque reconoció las malas cifras interanuales, que alcanzan los peores registros históricos desde 1970, primer año en que se tienen datos de Contabilidad Nacional, Campa insistió en defender la moderación de la caída económica, que en su opinión será más visible en próximos trimestres.

Señaló asimismo que hay que analizar estas cifras en su contexto, y España sigue cayendo menos que el promedio europeo, aunque reconoció que la economía del país atraviesa una crisis cuya profundidad no se puede minimizar.

Campa señaló que el Gobierno seguirá incidiendo en políticas económicas para recuperar la senda de crecimiento y ayudar a que los 4 millones de parados que hay vuelvan a un mercado laboral "consistente" y con un "proyecto vital a medio y largo plazo".

Defendió las medidas tomadas a corto plazo, pero también reformas estructurales por acometer como la trasposición de la directiva europea de servicios o la futura ley de economía sostenible.

Recordó no obstante que muchas de las medidas de impulso tomadas durante la crisis son temporales y "empezarán a tener todo su impacto a partir del otoño". Economía espera por eso que a partir del cuarto trimestre sea el sector privado el que vaya compensando la menor actividad pública.

José Manuel Campa se mostró reticente a hablar de posibles subidas de impuestos e insistió en que "todas las opciones están abiertas", incluida la revisión de las figuras tributarias o, admitió, los salarios de los funcionarios, aunque en este último caso recordó que el Gobierno debe negociar con los sindicatos.

El objetivo principal, subrayó, es el de recuperar la senda de crecimiento y la estabilidad presupuestaria acotando cada año el déficit, algo que se consigue con la reducción de gastos, la recuperación de ingresos por el mejor ciclo económico y la revisión de las cargas impositivas.

En este contexto, Campa consideró "fundamental" que funcione la negociación colectiva y que sindicatos y empresarios vuelvan a ponerse de acuerdo en este punto, porque el deseo del Gobierno es que "no haya conflictividad laboral y que la serenidad en el mercado laboral se imponga".


"Lo peor podría haber pasado ya"