Entre las numerosas exigencias y peticiones que estos días están planteando a España la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una de las que más se están escuchando es la eliminación de la deducción por compra de vivienda habitual.
Esta medida, limitada por el anterior Ejecutivo y recuperada tras la llegada del nuevo Gobierno, permite desgravar anualmente hasta el 15% de los 9.000 primeros euros dedicados al pago de la vivienda, lo que supone un tope de hasta 2.700 euros por pareja. No obstante, la deducción media por persona ronda habitualmente los 800 euros.
Ahora bien, si finalmente se cediera a la presiones y se eliminase esta ayuda, ¿podrían verse afectadas aquellas personas que ya están pagando la hipoteca? Legalmente, sí, ya que la deducción no supone un derecho adquirido. No habría, por tanto, posibilidad de recurrir a la Justicia para reclamar su mantenimiento.
Ahora bien, es poco probable que la deducción se elimine de forma completa, ya que no sólo sería un duro golpe a la economía doméstica de muchas familias, sino que se pondría en entredicho la seguridad jurídica.
En su lugar, parece más viable que se vuelva a limitar la deducción en función de la renta, que se elimine a partir de un determinado momento sin afectar a quienes ya la han comprado o incluso que se fije una compensación para no perjudicar a estos últimos, al igual que ocurrió cuando el Gobierno modificó la normativa en 2009.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos de Hacienda (GESTHA)
