jueves. 18.04.2024

"El crédito se ha parado en España, en el resto de Europa y en todo el mundo"

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, afirmó hoy que, aunque la crisis económica es "muy profunda" y de una dimensión similar a la de los años 30 del pasado siglo, su duración no será de cinco o seis años, sino, más bien, de uno a dos años.
AGENCIAS | 2.2.2009

"El que la crisis sea muy profunda no significa que no vaya a ver un día el final. Estoy seguro de que lo veremos y no en un plazo de cinco o seis años, yo creo que lo vamos a ver en un plazo de uno a dos años. Van a cambiar las cosas para mejor y podrán verse oportunidades de inversión", subrayó Joaquín Almunia en declaraciones a la cadena SER y recordó en ese sentido que ya hay sectores con muy buenas expectativas, como las energías renovables, del que destacó su "inmensa potencialidad de crecimiento".

"Estoy convencido de que lo verde va a ser el sector que nos saque de la crisis con mayor fuerza y capacidad de futuro", aseguró Almunia, que añadió que lo que hace falta "a muy corto plazo" es crear las condiciones necesarias en los mercados financieros para garantizar las inversiones.

Almunia recordó que la crisis está "golpeando" a todos los países, debido al grado de interdependencia de las economías, por lo que insistió en la necesidad de "remar todos en la misma dirección", pero evitando el proteccionismo.

"O salimos todos o seguiremos todos en crisis (...) Los proteccionismos, los egoísmos nacionales son una rémora del pasado y hay que mirar hacia el futuro", resaltó el comisario europeo, quien apostó por que el Fondo Monetario Internacional (FMI) gane en eficacia porque hasta ahora no ha sido de mucha utilidad en esta crisis.

Almunia descartó que algunos países, entre ellos España, quieran abandonar el euro para ayudar a sus economías a salir de la recesión. En su opinión, la probabilidad de que España o cualquier otro país decida salirse del euro es "cero", pues su coste sería demasiado elevado.

Mensaje de Zapatero a los bancos

Respecto a la reunión de Zapatero y el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, con los representantes del sector financiero, Almunia indicó que el presidente del Gobierno conoce "perfectamente" cuál es la situación. "No tengo necesidad de decirles lo que le tienen que transmitir esta tarde a los bancos", afirmó.

Almunia recordó que todavía no se ha realizado una inyección de capital en las entidades españolas con dinero del contribuyente, aunque la puerta está abierta. Lo que hay, explicó, es un "esquema de garantías" para apoyar a la banca cuando sale al mercado, para que se reestablezca la confianza entre los bancos y que el crédito fluya a familias y empresas.

El comisario destacó que "el crédito se ha parado en España, en el resto de Europa y en el mundo en general". "Es verdad que los que tienen que dar crédito son los bancos", subrayó Almunia, quien añadió que "también es verdad que si los bancos no tienen un balance solvente y no tienen una cuenta de resultados positiva no van a prestar dinero". "Los bancos no han nacido para perder dinero y un sistema financiero que pierde dinero va directo al colapso", sentenció.

En este sentido, Almunia abogó por lograr la conjunción de una banca saneada y una utilización de sus recursos "como servicio público que son", aunque rechazó que la solución sea que el Estado se quede con las entidades.

A su juicio, la solución es que los bancos "tengan confianza en lo que tienen sus colegas en el balance", lo que implica saber cuáles son los activos degradados que tienen que salir del balance de las entidades y a qué precio.

"Bancos malos"

Después, y en declaraciones a los periodistas antes de participar en una jornada parlamentaria en el Congreso de los Diputados organizada por el Grupo Socialista, el comisario de Economía de la Unión Europea valoró la idea de sacar de los balances de las entidades financieras los "activos dudosos", ya que, según dijo, tuvo "muy buenos resultados" en anteriores crisis financieras, como puso de manifiesto el ejemplo sueco, con la creación de "bad banks" o "bancos malos" para adquirir estos activos tóxicos. Aun así, recalcó que sería preciso acordar unos métodos de valoración de los activos que no perjudiquen a los contribuyentes y despierten la confianza de los activos financieros. "Es un tema extraordinariamente importante", aunque incidió de que "cada país tiene que encontrar una solución adecuada para sus instituciones financieras". Por este motivo, recordó el "extraordinario esfuerzo" realizado por los bancos centrales, empezando por el Banco Central Europeo (BCE) y la Fed en la asunción de riesgos.

Almunia aseguró que es imprescindible que los responsables de los bancos y los gobiernos tengan "sintonía" y "remen en la misma dirección" para "restaurar la confianza" de oferta y demanda y resolver la "sequía del crédito" a empresas y familias, que está en el origen de la "recesión" y añadió que la Comisión Europea está siguiendo "minuto a minuto" la situación de los mercados financieros y que todavía "queda mucho por hacer" para recuperar la normalidad.

Almunia recalcó que los gobiernos de todo el mundo están poniendo "muchísimo dinero de los contribuyentes" en planes de ayuda a la crisis. En este sentido, aseguró que la respuesta de los gobiernos desde la crisis de las hipotecas "subprime" hace año y medio logró evitar el "colapso" al que estuvieron a punto de verse abocados los mercados en verano de 2008, con la quiebra de Lehman Brothers. En cualquier caso, alertó de que la intervención y las ayudas de cualquier tipo no pueden convertirse en una "relación permanente" entre el sector público y el financiero. "Un exceso de intervención lleva a una asignación ineficiente de recursos", señaló. Asimismo, auguró que cuando se recupere la senda de la recuperación, el sistema financiero será "menos dinámico", alejado de la "exhuberancia irracional" de años pasados.

Sin embargo, recordó que la crisis no es solo financiera y se ha traducido en una "recesión muy extendida". "Los datos son tremendos", lamentó Almunia. En este sentido, reivindicó la respuesta global de los gobiernos de todo el mundo en las próximas cumbres del G20 y el FMI. "Ningún país puede salir por sí solo de la crisis. De una crisis que es global hay que salir coordinando actuaciones", recalcó.

El riesgo de que se dispare la deuda

No obstante, defendió la necesidad de reorientar la política monetaria. "No podemos encadenar burbuja financiera tras burbuja financiera", remachó y apuntó que el "escenario deseable" es lograr que hacia finales de 2009 se recupere la senda del crecimiento en la economía global si el mercado se normaliza, y abogó por mantener las políticas de un estímulo fiscal y presupuestario. Así, valoró las políticas presupuestarias expansivas, aunque incidió en el riesgo que puede suponer un elevado nivel de endeudamiento.

Por último, Almunia explicó que los países con elevada deuda se ven "discriminados mucho más que hace un año" por los mercados, lo que afecta también a las calificaciones de las agencias de "rating", "complicando más la situación". "Las mismas que antes daban la triple A a los activos de alto riesgo", recordó.

"El crédito se ha parado en España, en el resto de Europa y en todo el...