miércoles. 24.04.2024

El fraude en el alquiler de viviendas en España es un secreto a voces. Y es, precisamente, una de las prácticas más combatidas por la Agencia Tributaria a través de la propia declaración de la renta de los contribuyentes. Ahora, en plena crisis y con las arcas públicas necesitadas de más ingresos, la pregunta es saber cómo ha evolucionado el volumen de este fraude.

Según las estimaciones que manejamos los Técnicos de Hacienda, los alquileres sumergidos han disminuido, al menos entre los años 2009 y 2010, de acuerdo a los últimos datos disponibles. De los 1,3 millones de viviendas alquiladas no declaradas al fisco en 2009 se pasó a 1,2 millones un año después, una tímida disminución pero que, sin duda, es reveladora teniendo en cuenta que durante las recesiones el nivel de fraude tiende a aumentar.

De hecho, si en 2009 el volumen de alquileres fraudulentos sobre el total de viviendas alquiladas suponía el 55,5%, éste bajó hasta el 51,6% al año siguiente. Estamos hablando de una importante caída porcentual que se explica fácilmente: algunos propietarios ya saben que desde 2010 la Agencia Tributaria cuenta con la información de los consumos energéticos de los inmuebles facilitados por las compañías eléctricas. Y eso ha inclinado la balanza a favor a la hora de declarar el alquiler. 

Habrá que ver si en los próximos años se mantiene esta tendencia a la baja, pero lo que esta medida, sencilla pero eficaz, evidencia es que si se quiere se pueden conseguir resultados en la lucha contra el fraude y en beneficio de la sociedad. Sin ir más lejos, si aflorara sólo en solo diez puntos la economía sumergida que hay en España se recaudarían más de 38.000 millones de euros. Con ese dinero se rebajaría el déficit por debajo del 3% del PIB y los temidos ajustes serían ya cosa del pasado. Son datos que, créanme, invitan al debate.

Contesta Carlos Cruzado,

Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Cómo ha evolucionado el fraude en alquileres de viviendas y por qué?