“Las huelgas, las manifestaciones, las acampadas y el boicot a los productos que fabrica Coca-Cola pasarán a la historia del movimiento obrero",afirma CCOO
Este jueves, 13 de diciembre, se rubricó el día de la victoria. Los trabajadores de Coca Cola en Lucha firmaron con la multinacional el acuerdo definitivo que pone fin a un conflicto que se ha prolongado 4 años, 10 meses y 21 días después desde que el 22 de enero de 2014 la compañía de refrescos anunciara el cierre de la fábrica madrileña de Fuenlabrada.
En el acuerdo firmado con CCOO, Coca Cola se compromete a garantizar la producción y el empleo. En un plazo máximo de dos años, la compañía abrirá un centro de producción en Madrid o en 70 kilómetros a la redonda. Si no lo hace, se activará un plan social que garantiza el futuro de los trabajadores.
Ha sido una movilización histórica en la que las Espartanas han destacado por su incansable lucha.
“Las huelgas, las manifestaciones, las acampadas y el boicot a los productos que fabrica Coca-Cola pasarán a la historia del movimiento obrero. También serán recordados en el sindicato los juicios, el libro, el documental y las innumerables campañas que han inundado las redes sociales”, afirma el sindicato.
Cuando el 22 de enero de 2014 la dirección de Coca-Cola anunció el cierre de la fábrica madrileña, los trabajadores tuvieron claro que el objetivo era “mantener vivo el centro productivo e impedir que la fábrica echara el cierre”.
Para el presidente del comité de empresa, Juan Carlos Asenjo, “la clave del éxito” se encuentra en la fuerte afiliación que CCOO tenía en la fábrica de Fuenlabrada. “Sin ella no hubiéramos tenido el músculo suficiente para plantear esta pelea”, asegura. A su juicio, el triunfo fue posible por la huelga indefinida que se convocó apenas nueve días después de conocer el cierre y por la extensa red social que Coca Cola En Lucha tejió en todo el Estado, “todo un ejemplo de solidaridad, unidad y tenacidad que les llevó hasta la victoria”, subraya el sindicato.
El ejemplo de Coca Cola En Lucha ha sido seguido por otros colectivos de trabajadores como los de Amazon, inmersos en la actualidad en una dura batalla por conseguir mejoras laborales y cuyo eco se escucha a en buena parte de Europa.
