sábado. 20.04.2024
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La decisión de incluir a Carbonero en la Ejecutiva ha sido impuesta por Toxo, señalan fuentes del entorno de Unai Sordo

El exsecretario general de CCOO de Andalucía, Francisco Carbonero, ha entrado finalmente en la nueva ejecutiva del sindicato pese a su imputación en el caso de los ERE. La decisión se tomó este viernes después de que Ignacio Fernández Toxo saliera públicamente en su defensa haciendo imponer su criterio a su delfín Unai Sordo, llamado a ocupar su puesto como nuevo secretario general del sindicato.

TOXO PONE A UNAI SORDO CONTRA LA CUERDAS

Lo que parecía que iba a ser un congreso tranquilo, sin estridencias, se ha convertido en cuestión de horas en una auténtica olla a presión. La noticia de la imputación de Carbonero, en una pieza separada del caso de los ERE de Andalucía, saltó este jueves con toda virulencia en el seno del cónclave que el sindicato celebra en Madrid provocando una intensa bronca interna y poniendo en un brete al dirigente vasco que perdió su primera batalla aún antes de haber salido elegido (la votación se celebró a última hora del día).

Tal y como contamos ayer, Carbonero estaba en las quinielas para ocupar la secretaría de Relaciones Institucionales, cargo hasta ahora ostentado por José Campos, pero la noticia de su imputación hizo aparecer la guadaña. “Si entra en la Ejecutiva nos pincha el Congreso”, afirmó con toda crudeza un miembro del equipo saliente de Toxo. Las horas siguientes fueron intensas y las conversaciones se prolongaron hasta altas horas de la madrugada.

Tal y como adelantó este periódico, Unai Sordo puso toda la carne en el asador para forzar la retirada de Carbonero ante los secretarios generales, también con división de criterios. La tensión llegó a tal extremo que a primeras horas de este viernes corría el rumor de que pudiera presentarse una lista alternativa a la de Unai y a favor de Carbonero, que estaría apoyada por una buena parte de la federación andaluza con su secretaria general a la cabeza, Nuria López, así como el sector de Jaime Cedrún en Madrid, entre otros.

Pero la lista alternativa se quedó rápidamente en un bluf mientras se intensificaban las llamadas, las conversaciones en pasillos y los intentos de muchos para que Carbonero diera un paso atrás. Intentos infructuosos que acabaron invalidados por las palabras pronunciadas en el plenario por Toxo y que cayeron como una losa entre muchos de los delegados presentes.

CERRADA DEFENSA DE TOXO A CARBONERO

En su última intervención en el XI Congreso Confederal de CCOO, Toxo decidió meterse en “terrenos pantanosos” (sic) y trasladar al plenario lo que se estaba comentando en los pasillos. Sin complejos. El secretario general saliente hizo una cerrada defensa de Carbonero afirmando que su actuación “fue impecable” cumpliendo con el “mandato” dado por el sindicato. Los hechos se remontan a 15 años atrás cuando CCOO y UGT se vieron obligados a idear un nuevo instrumento propuesto por la Administración central para canalizar ayudas a los trabajadores que se habían quedado en la calle por el cierre de las explotaciones mineras en lo que se conoce como la Faja Pirítica de Huelva.La única actuación de Carbonero en relación con aquella asociación fue poner su firma para la constitución y a partir de aquel momento dejó de actuar”, afirmo Toxo, que no duda que los tribunales acabarán por fallar a favor del dirigente andaluz.

Pero Toxo fue más allá y, pese a destacar que sus palabras se enmarcaban en una opinión personal, advirtió de que “no podemos caer en el aquelarre de la política española”; que “la sanción sindical previa a la penal ha de producirse en un estadio distinto al que se da en este momento” (en referencia a la imputación); y que, aun reconociendo que “será difícil salir a la opinión pública a explicar racionalmente estos asuntos”, el sindicato “tiene que dar un paso al frente y proteger a su gente”.

Lo que se produjo después de estas palabras ya es de dominio público. Y las valoraciones escuchadas en boca de algunos dirigentes retratan la situación. “La inclusión de Carbonero ha sido impuesta por Toxo”; “Toxo estaba obligado a salir en defensa de Carbonero porque él mismo estampó hace años su firma en una asociación similar”, afirman. Otros vieron a un Toxo “noqueado” y lamentan que con esta decisión “deje una pesada herencia a Unai, poniendo cemento en sus pies y lanzándole al agua”, señalan.

El cabreo en buena parte de la organización es significativo. Finalmente ha habido fumata blanca, pero el humo ha salido más bien negro y la decisión debilita sin duda el todavía emergente liderazgo de Unai Sordo.

Unai Sordo pierde su primer pulso en CCOO