sábado. 20.04.2024
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Aunque el desempleo baja en 3.871 personas en noviembre, Madrid tiene 512.177 personas que quieren trabajar y no pueden

Los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social referidos al pasado mes de noviembre y ofrecidos por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social siguen siendo muy preocupantes para la Unión General de Trabajadores ya que la situación económica no permite aventurar ni la creación de empleo suficiente, en términos de cantidad y calidad, para dar respuesta a la demanda de un puesto de trabajo de 512.177 trabajadores y trabajadoras en la Comunidad de Madrid.

El descenso registrado en el mes de noviembre en 3.871 personas no permite tener una visión esperanzadora respecto al futuro en relación con el empleo. Y aunque desde UGT valoramos de forma positiva el descenso del paro en las oficinas de  la Comunidad, Madrid continúa creando empleo a través del sector servicios principalmente pero con unas marcadas características de empleo temporal, volátil y coyuntural. Este dato se puede contrastar con el incremento de la temporalidad en casi 2 puntos.

Lo más grave para UGT Madrid es el aumento de las personas que no tienen ningún tipo de prestación o ayuda, una situación de emergencia social, que se está convirtiendo en estructural y que tiene aparejadas graves consecuencia para las personas, la sociedad y también para la propia economía.

Pese al descenso del paro en el mes de noviembre, cada vez sigue habiendo más pobreza en los hogares madrileños. Así, en el mes de octubre de 2014, 3.823 personas desempleadas dejaron de percibir alguna prestación por desempleo y con ello perdieron su fuente de ingresos.

Se sigue incrementando el número de parados y paradas sin prestación; actualmente suponen cerca de la mitad de los desempleados de nuestra Comunidad 251.245 el 48,7% del total de los desempleados de la Región. UGT denuncia que este es el porcentaje más alto desde el inicio de la crisis.

Además se incrementan los perceptores de subsidios en mucha mayor medida que los perceptores de prestación contributiva. De este dato podemos deducir que la precariedad de la contratación está llevando a una situación de pobreza estructural a las familias trabajadoras. Los contratos por horas o días están creando una nueva figura conocida como el “trabajador pobre”.

La mitad de los desempleados y desempleadas madrileños no perciben ninguna prestación