martes. 19.03.2024
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Si UGT y CCOO consintieran las externalizaciones, nos condenarían a seguir permaneciendo fuera de los órganos de representación colectiva

SOS. Los bolígrafos están encima de la mesa listos para firmar el nuevo Convenio Colectivo de Hostelería y Turismo de Catalunya, y lo que se decide es; si se dinamitan por completo nuestros derechos o se hacen las cosas como Dios manda.

Nos va la vida en la postura que adopten los sindicatos participantes en la Comisión Negociadora del Convenio con la Patronal.

Si UGT y CCOO consintieran las externalizaciones, nos condenarían a seguir permaneciendo fuera de los órganos de representación colectiva, a seguir soportando distracciones flagrantes de derechos salariales y de la Seguridad Social, a seguir padeciendo cargas de trabajo inhumanas que nos dejan secuelas incurables y, en definitiva, a ser discriminadas y tratadas como trabajadoras de clase B, por no decir como esclavas, en los hoteles respecto al resto de la plantilla. Si ello se produjera, sería una gravísima traición a la clase trabajadora, que nos tendría enemistados por los siglos de los siglos.

Si, por el contrario, UGT y CCOO rechazaran esas prácticas, podríamos mirarnos a los ojos, colaborar y hacer frente en común a las dificultades venideras.

Llevamos varios años defendiendo la dignidad en nuestros puestos de trabajo, pero en los últimos meses sentimos que estamos más cerca de reconquistar nuestros derechos y si, para lograrlo, fuese necesario convocar una huelga, adelante.

¿Qué sería de los hoteles sin nosotras? El Apocalipsis.

SOS. Las Cortes Generales deben urgentemente tomar cartas en el asunto.

¿Cómo puede ser que en este país se permita que haya trabajadores que tengan suscrito el contrato laboral con una empresa pero que su empleadora real sea otra? ¿Esto no era solo cosa de las ETTs?

Señorías, es de imperiosa necesidad poner coto al ejercicio de las empresas multiservicios, las outsourcing que vienen traficando con plantillas enteras de camareras de piso en los hoteles.

Para ello, es preciso que el legislador prevea en el Estatuto de los Trabajadores la prohibición expresa de externalizar actividades que sean inherentes, estructurales, al objeto de negocio de las empresas. Como lo es la nuestra, de camareras de piso, en los hoteles.

Las Kellys: Carta abierta a sindicatos, políticos y opinión pública