viernes. 29.03.2024
baja laboral

"Por su propia naturaleza, las enfermedades profesionales se gestan de forma silenciosa y diferida en el tiempo, lo que facilita aún más que sean ignoradas u ocultadas por las Mutuas y el INSS", advierte USO

El aumento en los últimos años de las enfermedades profesionales ha ido en paralelo con una cada vez mayor infradeclaración de las mismas. Así lo vienen denuncian los sindicatos que alertan de los problemas derivados de la falta de identificación de determinadas dolencias provocadas por el trabajo.

Con motivo de la celebración, este 28 de abril, del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, USO reclama renovar la legislación, en concreto el Real Decreto de Enfermedades Profesionales (2006) y la legislación actual sobre mutuas e Incapacidad Permanente.  

El Real Decreto de Enfermedades Profesionales, “una ley vieja que ya nació obsoleta”, según ha denunciado Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO, no identifica las patologías de origen psicosocial como el estrés crónico o cuadros depresivos permanentes, y su redacción limita el reconocimiento a patologías y profesiones muy concretas. Además, la normativa condiciona el reconocimiento como enfermedad derivada del trabajo “a que se dé una coincidencia de actividad, agente y enfermedad diagnosticada”.

Hay que tener en cuenta -subraya el sindicato en un informe- que, “por su propia naturaleza, las enfermedades profesionales se gestan de forma silenciosa y diferida en el tiempo, lo que facilita aún más que sean ignoradas u ocultadas por las Mutuas y el INSS”.

Se dan casos en los que un trabajador acude a una Mutua por una dolencia derivada del trabajo y esta estima que está relacionado con sus antecedentes o sus circunstancias personales o familiares. En otros casos, trabajadores que sufren un trastorno musculoesquelético vinculado a tareas que realiza en el trabajo, como elevados esfuerzos, movimientos repetitivos, posturas forzadas, tiempos de descanso insuficientes, La Mutua lo achaca a circunstancias extralaborales o incluso con la práctica de determinados deportes.

“A la persona se le niega como enfermedad profesional una patología laboral por no aparecer identificada la actividad que realiza en el trabajo en el cuadro que aparece en el Real Decreto”, lo que provoca, según denuncia USO, que el trabajador “termine desistiendo en sus actuaciones para el reconocimiento de la misma como profesional”.

Esta falta de asunción por parte de las Mutuas de un gran número de enfermedades profesionales ha hecho que estas patologías se deriven a la sanidad pública sufragando así los costes en prestaciones y servicios asistenciales “de cuya gestión deberían encargarse las mutuas”.

Las Mutuas niegan el origen laboral de determinadas enfermedades profesionales