viernes. 29.03.2024
paro
  • En términos desestacionalizados el paro registrado no se reduce sino que aumenta y además el número de inscritos como demandantes se incrementó en más de 3.000 personas en comparación con el mes anterior
  • El paro registrado se reduce tres veces más que el aumento de la afiliación lo que significa que solo uno de cada tres personas dejó de ser parada porque encontró un empleo; las otras dos simplemente se borraron de las listas

Como en los últimos siete años, el paro registrado bajó en el mes de junio. Es el ciclo estacional tradicional de la economía española que, unido en este año al ciclo electoral, ha provocado una reducción del paro registrado de 94.727 personas, aunque en cifras desestacionalizadas el paro, lejos de reducirse incluso se incrementa aunque solo sea en 24 personas. Estas cifras caracterizan el tipo de recuperación y la enorme dependencia de la economía española de las actividades turísticas, estacionales y de temporada. A pesar de los discursos triunfalistas del Gobierno, la realidad demuestra que no hay un cambio estructural de la economía y del empleo y seguimos sufriendo los efectos coyunturales que caracterizan la estructura productiva del país.

CCOO considera que cuando hay 4,1 millones de personas en el paro registrado y 5,5 en el paro estimado por la EPA la reducción del 2,2% es una cifra muy insuficiente. Incluso en media anual, el ritmo de reducción es insoportablemente lento: harían falta 6 años más para volver a donde estábamos en 2007. Hasta el 2021 no volveríamos al nivel previo a la crisis.

A pesar de esta reducción de mayo, la cifra de demandantes inscritos en las oficinas del SEPE es de 5.509.632, de las que se consideran paradas a 4.120.304 Pero más allá de los criterios utilizados para reducir su número en el 23%, la realidad es que hay 3.104.742 mujeres y 2.494.890 hombres inscritos en las oficinas públicas de empleo buscando un trabajo.

Los datos de la Seguridad Social confirman el enorme deterioro que está sufriendo la calidad del empleo en España: las personas con contrato indefinido y a tiempo completo ya no son la mayoría de la población asalariada afiliada al régimen general de la Seguridad Social. En junio de 2015, solo el 48% de las personas asalariadas pertenecen a este grupo, mientras que el 52% restante sufre algún tipo de precariedad, bien sea por tener un contrato temporal o una jornada parcial no deseada.

Esta cifra pone en cuestión el tipo de trabajo que se está creando en España: crece sobre todo el empleo temporal y a jornada parcial y, por lo tanto, más que un proceso de creación de empleo, estamos ante una forma espuria de reparto de los puestos de trabajo, tanto en número de horas de jornada como de rotación de las personas en ellos. En los últimos doce meses se formalizaron en España 16.211.061 contratos temporales, cuando la población asalariada con este tipo de relación laboral fue, de media, 3,4 millones de personas. En consecuencia, el índice de rotación laboral ––total de contratos temporales dividido por asalariados temporales–– es de 4,7: cada persona firma casi 5 contratos de media cada año.

Los datos de la contratación siguen siendo muy precarios: casi el 93% de los contratos registrados en junio fueron de carácter eventual y apenas el 4% fueron indefinidos a tiempo completo. Los contratos a tiempo parcial no dejan de aumentar y ya suponen más de uno de cada tres contratos firmados.

Para ocultar esta realidad el gobierno utiliza trucos aritméticos de corto recorrido, destacando en su nota el incremento de la contratación indefinida pero utilizando de referencia únicamente la variación interanual para no tener que reconocer un hecho muy preocupante: en junio la contratación indefinida se estancó mientras que sigue creciendo la temporal.

Por otro lado, la distribución sectorial del aumento de la afiliación suscita muchas dudas sobre la calidad de la recuperación de la actividad económica, porque aumenta fundamentalmente en ramas como la hostelería y el comercio, las actividades administrativas y los servicios auxiliares y ahora también la construcción que se empieza a recuperar. En junio, la suma de la hostelería y el comercio alcanza un total de 57.975 altas, superior al aumento total de la afiliación.

Esa no puede ser la senda del crecimiento que este país necesita ni el modelo productivo de nuestro futuro: empleos de baja calidad en sectores de bajo valor añadido. Sin empleo industrial, sin servicios de alto valor, especializándonos cada vez más en actividades de servicios de turismo y de temporada, la economía española y el empleo tienen un mal futuro.

El paro se reduce muy lentamente, aumenta la desprotección de los desempleados y crece...