jueves. 25.04.2024
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"¿Acaso hay para nosotros,
después de esta separación, una salida;
puede quejarse cada uno de nosotros
de lo que ha sufrido?
Pernoctaba yo en los tiempos
de nuestras visitas mutuas durante el invierno
sobre las brazas crepitantes por la pasión.
¿Cómo, pues, estando en la situación de este abandono,
ha apresurado el destino lo que yo temía?
Giran las noches y no veo el fin.
De nuestro distanciamiento,
ni la paciencia me libra
de la esclavitud de mi anhelo.
Riegue dios la tierra donde estés
con toda clase de lluvias copiosas".


Nace en Córdoba en el año 1006, era hija de Muhammad al-Mustakfi y su madre la esclava persa Amin’am. Su infancia se desarrolla bajo el gobierno de Almanzor. Vive en medio de guerras civiles que nos indican que estamos en el momento histórico donde el Califato de Córdoba está llegando a su fin, como consecuencia del asesinato del hijo de Almanzor, al-Muzzaar.

Su madre era una esclava persa que tenía una gran belleza. Hereda de ella unos ojos espectaculares de un color negro azulado y un cabello negro azabache, así como un cuerpo especialmente preparado para la danza. Su madre le enseño griego pero nunca árabe.

Wallada vive su infancia en casa de su padre. Este palacio es conocido como la Munya del Romano que era una gran finca y había pertenecido a un rico patricio romano situada en la sierra montañosa de Córdoba.

Tuvo como preceptor al maestro poeta Ibn Hazm. Este rápidamente fue consciente de que Wallada tenía unas capacidades intelectuales sorprendentes.

Wallada3Sin embargo, la riqueza de su padre Muhammad se fue agotando poco a poco y tuvieron que volver a Córdoba cuando ya tenía doce años, era el año 1018.

En aquellos momentos históricos, Córdoba era una ciudad bastante insegura, puesto que se encontraba expuesta a la invasión de tropas de las distintas familias rivales de la ciudad y en consecuencia al pillaje de los soldados.

Su padre Muhammad colaboraba en estas conspiraciones cordobesas. Lucha por que el aspirante Qasim que reclamaba sus derechos al trono califal de Córdoba no llegara al poder. Sin embargo, con el apoyo de los bereberes venidos del norte de África sale triunfante, proclamándose nuevo califa, lo que representa el exilio político de su padre Muhammad. Ante esta situación el futuro de Wallada se presentaba muy difícil.

El califa Qasim pasó a ser dueño del harén califal y Wallada era invitada del nuevo califa, puesto que sus versos le gustaban muchísimo.

Wallada pasó a formar parte del harén del califa Qasim y tenía tratamiento real en contra de la opinión de los visires de su gobierno. Fue instalada en los aposentos privados junto a su madre y sus esclavas.

A pesar de estar en el harén califal no tuvo ninguna relación sexual con el califa, pues estaba fuera de las posibilidades de Qasim, dedicándose únicamente a adorarla.

El califa Qasim fue totalmente permisivo con Wallada. Sin embargo, un día Wallada empieza a recibir versos de un joven poeta cordobés que tenía fama, debido a la métrica que empleaba y era un ejemplo de las nuevas métricas de la lirica cordobesa.

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Estos poemas que recibía Wallada estaban llenos de amor, pero nunca iban firmados. Cada día esperaba con impaciencia la llegada de los nuevos versos que siempre aparecían en un envoltorio diferente y además eran muy sugerentes como envueltos en un pañuelo, una caja de incienso, en un libro…

Un día le llegó un nuevo poema, pero la diferencia es que esta vez sí iba firmado por Ibn Zaydun. Este era un estudiante de derecho que había huido porque era partidario de los omeyas, a la cual también pertenecía Wallada y en consecuencia estaba mal visto por los bereberes que apoyaban a Qasim.

A pesar de que el califa Qasim intentó parar las conspiraciones cordobesas, estas continuaron y fue en el año 1022, cuando se provoca la caída del mismo. Llega al poder califal de Córdoba, Yahyá Alí ibn Hammud, tenía entonces Wallada dieciséis años.

Yahya no fue tan complaciente como Qasim, deseaba de ella que fuera su concubina a cambio de otorgarle grandes riquezas. A pesar de esta oferta se negó, y ante esta respuesta Yahyá le retiró todos los favores de los que disfrutaba en el harén, siendo confinada junto a su madre Amina y sus esclavas al peor lugar del harén. Además, tuvo que hacer frente a las constantes presiones, para que accediera a ser la amante del califa, pero ella siempre se negó.

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Wallada heredó los bienes de su padre cuando muere y abrió su palacio a la educación de las mujeres de buena familia hasta las mujeres de baja condición e incluso las esclavas

Como podemos comprobar es el final del todopoderoso califato de Córdoba, que dará paso al surgimiento de la Taifas. De esta forma, en el año 1023, es depuesto Yahyá, es sustituido por Abd ar-Rahman V, que era un hombre joven de veintidós años. Era un hombre muy culto y creía que podía lograr un nuevo esplendor del califato de Córdoba.

Abd ar-Rahman V forma un gobierno con personajes de grandes capacidades intelectuales y entre ellos varios poetas. El nuevo califa conocía la valentía de Wallada frente a Qasim y Yahyá. Le ofrece ofrendas continuamente y le nombra consejera de su gobierno, solicitandosu presencia en las reuniones de su gobierno.

Le habilita una nueva estancia en al Alcázar y tiene autorización para salir con total libertad, así como para elegir a sus servidoras de confianza.

Abd ar-Rahman V le colocaba siempre a su derecha, le llamaba prima y hermana suya. El califa le ofrecía su amor y Wallada le respondió positivamente buscando la fantasía de su pleno goce sexual. Sin embargo, enseguida fue consciente de que esta relación no tenía ningún futuro y nunca accedió a casarse con el califa.

Wallada heredó los bienes de su padre cuando muere y abrió su palacio a la educación de las mujeres de buena familia hasta las mujeres de baja condición e incluso las esclavas, también acudían los poetas y literatos. Bordaba sus versos en sus vestidos y se atrevió a participar en las competiciones masculinas.

Los integrista cordobeses la definían como perversa, al mismo tiempo que también tenía numerosos defensores de su integridad moral como fue el famoso escritor Ibn Hazm que había sido su tutor y que tenía gran fama por escribir “El collar de la paloma”.

Entre sus alumnas destaca Muhya bint al-Tayyani que era de condición muy humilde, su padre era vendedor de higos. Wallada la acogió en su palacio pero al final la acabó denigrando con crueles sátiras. Se dice que tuvo con ella una relación lésbica.

¿Qué había pasado con el joven poeta que le escribía versos de amor a Wallada?

Ibn Zaydun trabajaba como secretario calígrafo y administrador. Era un gran conocedor de los clásicos grecorromanos. Participaba en concursos públicos de versos.

Wallada emplea en sus poemas un estilo muy directo que hace viajar a un paisaje cargado de paz, naturaleza y armonía pero al mismo tiempo también nos muestra su violencia y rabia en otros poemas.

Es el prototipo de mujer culta y brillante y consigue que Zaydun escriba los poemas de amor más hermosos de la poesía hispanoárabe.

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Wallada e Ibn Zaydun se enamoraron mutuamente y ella le pidió en verso que la visitara:

Cuando caiga la tarde

Cuando caiga la tarde, espera mi visita,
pues veo que la noche es quien mejor encubre los secretos;
siento un amor por ti que si los astros lo sintiesen
no brillaría el sol,
ni la luna saldría, y las estrellas
no emprenderían su viaje nocturno”.

Esta relación de amor tan intensa termina de forma abrupta, cuando Ibn Zaydun se enamora de una esclava negra del servicio de Wallada. Esta estalla en celos y su orgullo es herido al ser sustituida por una mujer de inferior categoría social.

Wallāda hace gala de un lenguaje libertino, brusco y desvergonzado. Vuelve a usar reproches bastos para una mujer de clase alta y con una educación refinada. Nos muestra claramente sus dos caras tan contrapuestas, sus dos lenguajes extremadamente opuestos. En unos poemas emplea un lenguaje culto, refinado, erótico, apasionado y en otros nos muestra un lenguaje vasto, seco, obsceno, no refinado ni culto.

“Si fueras justo con el amor que existe entre nosotros,
no habrías escogido ni amarías a mi esclava;
has dejado una rama donde florece la hermosura
y te has vuelto a la rama sin frutos.
Sabes que soy la luna llena,
pero, por mi desdicha,
de Júpiter estás enamorado”.

En ese periodo intermedio entre la ruptura definitiva escribe el poema “Tras la separación”.

Tras la separación, ¿habrá medio de unirnos? 
¡Ay! Los amantes, todos de sus penas se quejan. 
Paso las horas de la cita en el invierno 
sobre las ascuas ardientes del deseo, 
y cómo no, si estamos separados. 
¡Qué pronto me ha traído mi destino lo que temía! 
Más las noches pasan, y la separación no se termina, 
ni la paciencia me libera, de los grilletes de la añoranza. 
¡Que Dios riegue la tierra que sea tu morada, 
con lluvias abundantes y copiosas!

Esto hace que como venganza empieza una relación con el visir Abu Amir ibn Abdús para intentar provocar celos a Zaydun pero lo que significa es la ruptura definitiva entre ambos. Es importante saber, que Ibn Abdús estuvo siempre enamorado de ella y permaneció a su lado y la protegió hasta su muerte. Abdús era enemigo político de Zaydun al cual le encarceló y se quedó con todas sus propiedades

Este gran desengaño amoroso con Zaydun le hace escribir unos poemas muy fuertes contra su amor perdido.

Tu apodo es el hexágono, un epíteto
que no se apartará de ti
ni siquiera después de que te deje la vida: pederasta, puto, adúltero,
cabrón, cornudo y ladrón.
Ibn Zaydun, a pesar de sus virtudes
maldice de mí injustamente y no tengo culpa alguna;
me mira de reojo, cuando me acerco a él, como si fuese a castrar a su Ali.
A pesar de sus méritos, Ibn Zaydun ama
las vergas que se guardan en los calzones;
si hubiera visto el pijo en las palmeras
se habría convertido en pájaro ababil.

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Como vemos nunca dudó en hacer uso de su literatura para expresar abiertamente aquello que pensaba y comunicar incluso sus sentimientos más íntimos.

Wallada se salía de las normas de la época, y no cumplía con los cánones habituales de la mujer musulmana. Era una mujer a la que se le buscaba por su agradable compañía y su inteligencia, además era admirada por su belleza y nobleza. Sin embargo, su desprecio por las conveniencias dio lugar a numerosas habladurías acerca de su conducta, de ahí también que se afirmara que carecía del decoro propio de su nobleza.

Siempre se ha idealizado el hecho de que las mujeres en Al-Andalus gozaran de unos privilegios, una libertad y un papel que se alejaba en gran medida del contexto musulmán de la época. Está claro, que había diferencia con a la mujer musulmana medieval, pero no tanta como algunos estudios nos han presentado.

Wallada muere en el año 1077.

POEMA DE WALLADA
PURA PIEDRA

Cuando te enteraste de lo mucho que te quiero
y supiste el lugar que ocupas en mi corazón,
y cómo me dejaba arrastrar por el amor, sumiso,
Yo, que a nadie más que a ti consentí que me arrastrara,
Te alegraste de que el sufrimiento cubriera mi cuerpo
y de que el insomnio pintara de negro mis párpados.
Pasa tus miradas por las líneas de mis cartas
y verás mis lágrimas mezcladas con la tinta.
Cariño mío: mi corazón se deshace
De quejarse tanto a un corazón de pura piedra".


BIBLIOGRAFÍA

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Sobh, M. “Poetisas arábigo-andaluzas”. 1994. Granada. Diputación Provincial.

Wallada bint al-Mustakfi, la poetisa andalusí