Vallecas consigue contarnos su lucha: un libro de José Molina Blázquez
JUAN JIMÉNEZ MANCHA | La historia de Vallecas sigue en lo esencial sepultada, y algo similar ocurre con el resto de barrios madrileños, sobre los que proliferan monografías que se quedan en la epidermis: un puñado de fotos, algunos datos más bien anecdóticos y casi nada trascendental sobre el modo de vida de sus vecindarios.
“Nada se ha conseguido en Vallecas sin luchar”, expone al autor tras los prolegómenos. El primer capítulo, denominado “Creando ciudad”, está dedicado a la lucha por la vivienda y por el urbanismo, con la remodelación de Palomeras, un hito en Europa, como contenido fundamental. Tras surgir en 1968 la asociación de vecinos -la primera en Madrid- de Palomeras Bajas, aparecen pronto hasta cerca de quince asociaciones más que capitanearon las luchas reivindicativas vallecanas y en buena medida las del conjunto de Madrid. Junto a ellas, pelearon codo con codo curas obreros.
El tercer capítulo detalla cómo se gestó el Plan 18.000, un acuerdo entre la Comunidad de Madrid y las asociaciones vecinales que se concretó en la inversión en Vallecas de 18.000 millones de pts. de dinero público a lo largo de cuatro años. La lucha contra la droga y el “gallo perseguidor” (una persona disfrazada de gallo que siguió a Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid, en todos los actos públicos) precedieron a un plan con acuerdos en educación, economía y empleo, urbanismo y transporte, sanidad y servicios sociales, juventud y deportes, cultura y medio ambiente. Gracias a la mediación de las asociaciones vecinales, Vallecas obtuvo sustanciosas mejoras en estos campos.
En el último capítulo del libro, “Otras actuaciones destacadas”, se incluyen cuatro luchas vallecanas más. Dos sorprenden por su originalidad: la toma de la gente durante un fin de semana de un centro de servicios sociales que no acababa de abrir al público y el hilarante secuestro por parte de hombres, mujeres y niños del autobús 57.
Vallecas en lucha: 30 años de reivindicaciones y conquistas populares está llamado a ser un libro importante. Igual ha llegado el momento de creer de verdad en la cultura de los barrios.
(Imagen de portada: Archivo de la Transición)