viernes. 29.03.2024

"Tudo o que eu quero", 120 años de autoras en el arte portugués

Aurélia de Sousa observa desde su autorretrato al visitante de "Tudo o que eu quero" (Todo lo que quiero), una exposición que reúne en Lisboa 120 años de arte en los que la mujer no ha sido musa, sino autora.
Self-portrait_(Aurelia_de_Sousa)bbb
Aurelia de Sousa | Autorretrato

"Es un proyecto feminista, pero no es sobre arte feminista", aclara a Efe Bruno Marchand, comisario de la muestra recién inaugurada en el museo Calouste Gulbenkian que reúne 200 obras de 40 artistas portuguesas. Sin ellas no se puede -ni debe- entender la historia del arte luso desde 1900.
Aunque la exposición evita "jerarquizar" a las autoras, "es imposible hablar del siglo XX y no detenerse en Aurélia de Sousa", cuenta Marchand sobre uno de los nombres más imponentes del arte portugués al que acompañan otros iconos como Paula Rego o Maria Helena Vieira da Silva.
Sin una temática particular, la exposición recorre núcleos que exploran ideas como el lenguaje o la ausencia, con el propósito de reunir en una muestra lo mejor de las artistas portuguesas y darles la visibilidad que la "inmensa" calidad de su arte merece, pues muchas de ellas son "muy poco conocidas".
Las 200 piezas se ordenan en bloques temáticos que mezclan autoras y formatos: conviven pintura, escultura, vídeo y obras sonoras, siempre al ritmo de la mirada de ellas, en una exposición que forma parte de la agenda cultural de la presidencia europea de Portugal.

UNA MIRADA PARA UN NUEVO SIGLO
Aurélia de Sousa (Valparaíso, Chile, 1866 - Porto, 1922) es el punto de partida, pues ella "hizo girar la dirección de la mirada en el arte", aplaude Marchand.
En su autorretrato de 1900 ella misma se sitúa "en condición de autora", relata, "es un momento de conquista de la mirada, del poder de crear".
"La mujer estaba extraordinariamente presente, pero como musa, como objeto de la mirada del hombre", de ahí la importancia de ese pequeño -en tamaño- pero "poderoso" autorretrato de Sousa, en el que aparece vestida de rojo.
Junto a ella se sitúa la obra de Rosa Carvalho (Lisboa, 1952) que pinta las habitaciones de Tiziano y de Rembrandt vacías, sin mujeres desnudas a modo de musas: esta es la confrontación de "la presencia y la ausencia", las musas desaparecen y ahora hay autoras.
NUEVAS CORRIENTES
Una lámpara de araña fabricada con 12.000 tampones cierra la exposición, fabricada 120 años después de que Sousa pintara su mirada azul.
También se habla sobre la casa y la intimidad. La naturaleza. La sexualidad. La revolución y la educación.
En este bloque se impone la obra de  40 mujeres que han explorado tantas vertientes artísticas como preguntas tenían.
Patrícia Garrido (Lisboa, 1963) ha construido esculturas masturbatorias, Ana Vieira (Lisboa, 1940) esculturas transparentes de telas que hablan de la privacidad y Luisa Cunha (Lisboa, 1949) sobre la culpa y el estigma a través de una pieza sonora en la que una mujer repite sin parar "¡Señora!, todo el mundo lo sabe".
Algunas, han ido más allá: Armanda Duarte acude cada día para limar un centímetro de una vara de madera, de su misma altura: cuando la exposición finalice, el palo habrá desaparecido, a su lado, un montoncito de viruta será la prueba de que alguien una vez estuvo allí. 

"Tudo o que eu quero", 120 años de autoras en el arte portugués