jueves. 25.04.2024
DÍAZ PADRÓN, PROFESOR E INVESTIGADOR DE HISTORIA DEL ARTE

Treinta años tras la pista de un Van Dyck

El profesor e investigador de Historia del Arte Matías Díaz Padrón llevaba treinta años tras la pista de un copia de Van Dyck que permanecía "arrinconada" en el sótano de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid).
Matías Díaz Padrón

Tras las tareas de limpieza y restauración y varios años de investigación, Padrón concluye que La Virgen y el Niño con los pecadores arrepentidos es un auténtico Van Dyck.

Díaz Padrón explica este descubrimiento como una "aventura" que empezó en los años 70 durante la elaboración de su tesis doctoral en la Universidad Complutense y visitando fondos de museos. "Cuando menos te lo imaginas, puedes encontrarte una joya", alega este investigador, que también trabaja como conservador del Museo del Prado.

Además de La Virgen y el Niño con los pecadores arrepentidos, este investigador ha descubierto en la academia un boceto y un dibujo preparatorio de Van Dyck. "Antes no teníamos ningún Van Dyck y ahora tenemos tres", destaca este investigador, quien prepara una estudio Van Dyck en España, que publicará Prensa Ibérica.

HILANDO PISTAS

La obra, de la que se acaba de verificar su autoría, se había creído copia de Van Dyck desde principios del siglo XIX. Pero Sánchez Padrón advirtió que esta copia tenía la "calidad suficiente" para pertenecer a un gran maestro. Hilando pistas y revisando las grandes colecciones, Díaz Padrón consiguió componer la historia de este cuadro durante tres siglos.

Así encontró referencias de su presencia en El Escorial, donde lo cita Velázquez en su Memoria de 1656 y el Padre Santos en su Descripción, siempre con grandes elogios.

Un siglo después, esta obra formaría parte del lote de cuadros de pintura española que José Bonaparte quería regalarle a su hermano Napoleón. En este lote la obra de Van Dyck se le atribuía erróneamente a Mateo Cerezo, pintor que habitualmente se confunde con Van Dyck, precisa Sánchez Padrón.

A partir de entonces se quedó en la Academia y profesores y estudiosos pasaron por delante de este cuadro, considerándolo una copia, según explica el profesor Matías Díaz Padrón. Así figura en un inventario de 1964 de la Academia como "copia antigua de Van Dyck".

Esta Virgen con el Niño y los pecadores arrepentidos muestra a María Magdalena, el Rey David y, entre ambos, el hijo pródigo. Postrados ante María y Jesús, son un símbolo del arrepentimiento. Según Padrón, el cuadro es un ejemplo del énfasis que la Contrarreforma católica pone en el sacramento de la penitencia.

Asegura que la mirada de la Virgen y el "brillo de sus ojos" fue clave para determinar que era obra de un gran pintor"EL BRILLO DE LOS OJOS"

Asegura que la mirada de la Virgen y el "brillo de sus ojos" fue clave para determinar que era obra de un gran pintor. Tras proceder a una limpieza y restauración, que ha durado seis meses, Díaz Padrón y la Academia de Bellas confirmaron que se trataba de un auténtico Van Dyck.

La gran calidad de su estilo y técnica permite catalogar la obra en el periodo italiano de Van Dyck. Un pintor "desconcertante", según  Díaz Padrón, que en sus obras de juventud consiguió un refinamiento inusual. "Es una obra refinada de su primera época", argumenta Díaz Padrón y comenta que existe otra versión "idéntica" en Tarazona.

Este cuadro, unido a otras obras de gran interés, se podrá ver en la próxima exposición Ecos de Van Dyck patrocinada por la Fundación Cajamurcia (1 abril-8 mayo) y en las salas de la Academia, durante los meses de mayo y junio.

Treinta años tras la pista de un Van Dyck