viernes. 29.03.2024
 

Los Beatles son considerados uno de los grupos musicales más influyentes de la historia de la música, dejando un legado imborrable desde sus inicios en 1960 en pubs de Liverpool y Hamburgo hasta su separación definitiva en 1970. Después de un éxito sin precedentes, a finales de los años 60 la unidad de la banda estaba prácticamente quebrada, pendiente de la publicación del álbum Get Back y perturbados por el dominio de Paul tras la muerte del representante del grupo, Paul Epstein (prueba de ello es la canción compuesta por Paul, Carry That Weight)

El 10 de abril de 1970, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr informaban de su disolución como banda debido, entre otras cosas, a diferencias artísticas y enfoques en sus proyectos individuales. McCartney la vista puesta en su carrera individual (la salida al mercado del álbum McCartney llegó a entrar en conflicto con el álbum Let It Be), Lennon, inmerso en una etapa de fuertes adicciones, se volvía más introspectivo y experimental y George, el Beatle tranquilo, andaba inmerso en la música hinduista, habiendo anunciado días antes su marcha del grupo.

En esta misma época, Serrat cantaba a Penélope, Los Rolling Stones publicaban Let it Bleed después de la muerte en extrañas circunstancias de uno de sus fundadores, Brian Jones y Led Zeppelin publicaba su primer álbum de estudio. También en 1969, Neil Armstrong pisaba la luna, la extinta URSS lanzaba su nave Soyuz 5, Willy Brandt era elegido canciller de Alemania Occidental y en Reino Unido comienzan a emitir en color.

Que a mediodía de finales de un enero londinense el día fuese helador, no era ninguna novedad. Pasear por el número 3 de la calle Savile Row y ver a los Beatles tocando en una azotea después de un hermetismo de casi tres años, ya era otra cosa. La idea inicial fue hacer la presentación de la gira de Get Back a lo grande, teniéndose en cuenta lugares como el teatro Palladium de Londres, las pirámides de Gizeh o el transatlántico Queen Elisabeth II. El agotamiento y los conflictos hicieron que se improvisara una actuación de unos 40 minutos en la azotea de los estudios Apple Corps. Lo demás es historia de la música.

Pero no sólo fue música y todo evento de estas características está lleno de curiosidades. Ringo y John tocaron pidiendo prestados los abrigos de sus respectivas parejas, Maureen y Yoko Ono, debido a las bajas temperaturas (los micrófonos llegaron a tener que ser recubiertos por el clima). Pero, a mi juicio, la más singular de todas es el aviso que se realizó a la policía. Aunque parezca impensable, los vecinos alertaron a las fuerzas del orden londinenses. Ray Shayler, el policía encargado de poner fin al evento, tenía 25 años cuando dirigió a un grupo de policías a investigar la denuncia de unos disturbios y sugerir gently que dejaran de tocar, mientras sonaba Don´t Let Me Down (es recomendable ver la escena y cómo siguen tocando sin parar). Estaban alterando el orden público. Me gustaba su música, pero tenía un trabajo que hacer. Fueron las declaraciones de Ray.

Una vez finalizada la actuación y antes de desenchufar los equipos, John Lennon dejó lo que se considera la última frase de los Beatles en directo: “Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y de mí mismo, deseando que hayamos pasado la audición”.

Los últimos conciertos de bandas icónicas suelen quedar como partes imborrables de su historia. Más allá de esta circunstancia compartida, podemos terminar con un planteamiento que merece ser tenido en cuenta a la hora de valorar el impacto y la influencia estos cuatro músicos. Aquel día, Ringo y John tenían 29 años. Paul y George, 27. Una banda que cambió la historia de la música para siempre en menos de diez años sin llegar ninguno de sus componentes a los treinta.

¿Recordáis qué hacíais a esa edad? Let it be …

¿Pudiste leer esto?

Los Beatles: de la azotea a la historia