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Diego Ruiz |
Llega a los cines la película basada en el caso real de Nevenka Fernández, la primera mujer que denunció a un político por abusos sexuales en España.
Icíar Bollaín (Madrid, 1967) presenta en el festival Zinemaldia de San Sebastián su undécima producción como directora, titulada “Soy Nevenka”, la cual da voz a la primera mujer en conseguir que condenaran a un político en España por abusos sexuales.
La cinta cuenta la historia de Nevenka Fernández, quien fue concejala de Hacienda en el ayuntamiento de Ponferrada entre 1999 y 2000, cargo que se vio obligada a dejar debido a los abusos sexuales y al maltrato psicológico al que el alcalde de la localidad, Ismael Álvarez, la sometió. La película nos enseña el posterior y complicado juicio contra el regidor, del que resultó la mencionada condena, y cómo, en un principio, ella fue tratada como acusada por muchos medios de comunicación y por el fiscal del caso.
El prisma de Icíar Bollaín es crudo y sin adornos, mostrando la realidad tal y como es, por muy dura que sea
“Soy Nevenka” es una película muy necesaria, en la que se da voz no solo a Nevenka, sino a tantas mujeres que sufren esta triste realidad de los abusos y de la violencia machista. El prisma de Icíar Bollaín es, como suele ser habitual, crudo y sin adornos, mostrando una realidad tal y como es, por muy dura que sea.
El trabajo interpretativo de la actriz Mireia Oriol (Argentona, Barcelona, 1996), quien se pone en la piel de Nevenka Fernández, es absolutamente brillante y conmovedor. Estoy seguro de que llegará al público, pues encarna lo vivido por la exconcejala de una manera que supera la perfección.
En la piel del condenado regidor Ismael Álvarez, tenemos al veterano Urko Olazabal (Bilbao, 1978), quien realiza un magnífico trabajo y es capaz de encarnar a la perfección al alcalde, transmitiendo lo que Icíar Bollaín pretende mostrar al espectador sobre quién fue y lo que hizo este señor.
Es importante destacar que la película tuvo que ser rodada en Zamora, ya que Ponferrada denegó su autorización. Esto refleja que todavía hay personas que, por desgracia, respaldan al agresor en lugar de a la víctima.
Mi reflexión personal sobre este film es que es una obra que logra que el espectador empatice de verdad con la víctima y que sufra con ella. La cinta sirve, ojalá, como reflexión para que muchas personas comprendan la importancia de la empatía y el respeto hacia los demás. Debemos recordar que, si una mujer dice NO, es NO. También nos ayuda a ser conscientes del daño que podemos hacer a una persona que, en principio, es y siempre debería ser la víctima, cuando la convertimos en acusada, poniendo en duda su palabra, ya sea en un medio de comunicación o en una sala penal. Y, por supuesto, una posición de poder no puede hacer que alguien se crea inmune a todo.
Recomiendo que vayan a verla, sobre todo hombres, así como chicos jóvenes y adolescentes que todavía están aprendiendo a discernir ciertas cosas, ya que puede ayudarles a no caer en el error de hacer daño a alguien y arruinarse la vida por ello.
Por último, gracias de corazón a Nevenka Fernández por permitir que Icíar nos haga llegar su historia a todos y a todas.