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Francisco J. Castañón
Francisco J. Castañón (Foto: Javier Oliaga)

Francisco J. Castañón: “No son pocas las voces que han definido Mayo del 68 como la última utopía”

Por Javier Velasco Oliaga
domingo 10 de junio de 2018, 01:00h

Mayo del 68. Una utopía tras las barricadas es el relato de los hechos que acontecieron durante el célebre Mayo del 68 francés. Dos meses que mantuvieron al mundo en vilo y en los que Francia quedó paralizada.

Francisco J. Castañón
Francisco J. Castañón (Foto: Javier Oliaga)

El libro cuenta las protestas estudiantiles, las “noches de las barricadas”, la huelga general de casi 10 millones de trabajadores, las ocupaciones de las fábricas, las tentaciones militaristas del general De Gaulle para restablecer el orden, las elecciones que pusieron fin a la crisis,... Nada se deja sin narrar en esta guía para conocer lo que fue Mayo del 68. También fija la mirada en todo lo que rodeó aquella revolución: la liberación sexual, la música, el cine, la moda, las pintadas,…

Francisco J. Castañón es escritor y periodista. Ha sido portavoz y responsable de relaciones institucionales de varias ONG. Redactor y colaborador de diversas revistas y periódicos, tanto en papel como digitales, en la actualidad dirige la revista digital Entreletras. Ha publicado varios poemarios y trabajos de crítica literaria. Es autor del libro ‘Diccionario de la corrupción’, junto a los periodistas Joaquín Vidal y Eva Díaz Arévalo.

¿Fue Mayo del 68 un tiempo heroico o frágil?

Mayo del 68 fue sobre todo un tiempo necesario. La sociedad surgida tras la segunda guerra mundial no daba más de sí, había quedado anquilosada y era necesario un cambio de rumbo. La juventud de aquel momento era quien más reclamaba esa transformación. En ese sentido, fue un tiempo audaz. Estudiantes, obreros e intelectuales se unieron tras las barricadas para forzar la llegada de los cambios deseados. Puede que todo aquello tuviera bastante de utopía. Más aún, no son pocas las voces que han definido Mayo del 68 como la última utopía.

¿Qué significó para el mundo unas jornadas como las de Mayo del 68?

Parece una obviedad decir que Mayo del 68 sucedió en 1968, pero es relevante. Aquel año hubo acontecimientos en el mundo tan importantes o más que el mayo francés. Protestas muy intensas contra la guerra del Vietnam, los asesinatos de afroamericanos en Orangeburg, el asesinato del líder negro Martin Luther King, de Robert ‘Bobby’ Kennedy (hermano de JFK), las grandes movilizaciones en las universidades americanas como las de Columbia y Berkeley, la matanza de estudiantes mexicanos en la Plaza de las Tres Culturas en México DF, la Primavera de Praga que conmovió los cimientos del bloque soviético o las persecuciones de la Revolución Cultural en la China de Mao Tse Dong. En este contexto se produce el Mayo del 68 francés y, sin embargo, lo que sucedió en París ha quedado como el gran icono de aquel año en el que nació un mundo nuevo.

¿Fue una revolución de trabajadores o de intelectuales?

No sé si puede decirse que fuera una revolución en toda regla. Estudiantes, profesores, trabajadores de todos los sectores e intelectuales de izquierda confluyeron en aquel movimiento espontáneo. Una de las decenas de pintadas que decoraron las paredes de París en aquellos días decía: ‘No es una revolución, es una mutación’, quizá esto se acerque más a lo que en realidad fue. Lo que sí es cierto es que la gran protagonista de esta ‘revolución’ fue la juventud. Nunca antes había ocurrido algo así.

¿Qué significó el movimiento 22 de marzo?

El movimiento 22 de marzo fue el detonante del Mayo del 68. Todo se gesta en la Universidad de Nanterre, a las afueras de la ciudad del Sena, que se puso en marcha para absorber la creciente población universitaria de París. Cuando el movimiento 22 de marzo da el salto de Nanterre a la Sorbona, en pleno corazón de París, el Mayo del 68 se convertiría en algo casi imposible de parar que removería los cimientos del sistema social establecido.

París en aquellos días decía: ‘No es una revolución, es una mutación’

¿Qué protagonistas principales destacaría? ¿Por qué?

En este libro se ha querido dar relevancia a los protagonistas esenciales que estuvieron detrás y frente a las barricadas. Es posible que falte alguno o sobren otros, pero he creído significativo dar a conocer quienes fueron aquellos estudiantes, profesores, sindicalistas, políticos o intelectuales que se convirtieron en actores principales del Mayo del 68, cuál ha sido su trayectoria y como muchos de ellos han influido en la sociedad, la cultura y la política europea en estas últimas décadas. El libro contiene 20 retratos biográficos de estos protagonistas. De una forma u otra, todos tienen relevancia. Sus vidas son muy interesantes, en algunos casos son casi de novela. Podría destacar a Daniel Cohn-Bendit, ‘Dani el rojo’, líder indiscutible de los estudiantes; a Alain Geismar, un joven profesor que se convirtió en líder de la revuelta casi sin quererlo; Jaques Sauveageot, otro de los líderes estudiantiles que nunca renunciaría a las ideas del Mayo del 68; a Caroline de Bendern, la ‘Marianne’ del mayo francés, o al histórico dirigente sindical George Séguy. De entre los que estuvieron frente a las barricadas destacaría al prefecto de París Maurice Grimaud, como policía estuvo siempre en contra del empleo de la fuerza para reprimir a los manifestantes en las barricadas, las ocupaciones y manifestaciones.

¿Quiénes fueron los ideólogos de mayo del 68?

Jean-Paul Sartre, Simon de Beauvoir, Albert Camus, Herbert Marcuse o Daniel Bensaïd fueron algunos de ellos, la mayoría pensadores y escritores fundamentales entonces y ahora.

“Lo que comenzó como una revuelta de los estudiantes que muchos subestimaron terminó convirtiéndose en la mayor huelga general obrera que haya habido en Francia”

¿Se logró paralizar a todo un país?

Sí, Francia quedó paralizada. Lo que comenzó como una revuelta de los estudiantes que muchos subestimaron terminó convirtiéndose en la mayor huelga general obrera que haya habido en Francia, con casi 10 millones de trabajadores en paro ocupando fábricas y empresas. Las banderas rojas ondearon en los tejados durante varias semanas. Todo se paralizó en Francia, desde el emblemático Festival de cine de Cannes hasta las funerarias.

¿Estaba el mundo preparado para unas jornadas como las de Paris?

Creo que fue algo que nadie vio venir. Todo comenzó con un enfrentamiento dialéctico sin aparente importancia entre el líder estudiantil Daniel Cohn-Bendit y Christian Fouchet, por entonces ministro de Educación francés, durante la inauguración de un polideportivo. En el trasfondo estaban las contestadas reformas educativas que el gobierno quería desarrollar. Aquello fue el comienzo de una espiral en la que al principio no quisieron entrar los sindicatos ni los partidos de izquierda. Cuando finalmente se deciden a coger el relevo de los estudiantes, el Mayo francés toma tintes de revolución. Hasta el punto de que el general De Gaulle tuvo la tentación de sacar el ejército a la calle. George Pompidou consiguió frenar al general, pero le supuso perder el favor de De Gaulle.

Ahora, aparecen personajes de todo tipo diciendo que estuvieron en mayo del 68 en Paris. ¿No le resulta un poco histriónico eso?

Bueno, en aquellos días al parecer hubo mucha gente en París. No cabía un alfiler. No sé si todos los que han dicho que estuvieron allí estuvieron realmente. Desde luego, para quienes sí estuvieron tuvo que ser una experiencia inolvidable. Durante dos meses los acontecimientos se sucedieron de forma vertiginosa, espontánea y caótica. Aún hoy es difícil hacer una cronología exacta de los hechos. Vivir aquello en primera persona debió ser impresionante.

¿Qué significó para la revolución sexual y el feminismo este acontecimiento?

Entre las cuestiones presentes en torno al Mayo del 68, la revolución sexual fue una de las más relevantes. La aparición en escena de los anticonceptivos contribuyó decisivamente a cambiar las relaciones sexuales, sobre todo de las mujeres. En cuanto al feminismo, que estaba ahí desde mucho antes, supuso un impulso y la llegada de lo que se ha denominado la ‘tercera ola’ del movimiento feminista.

¿Fue un triunfo de la minifalda como destaca la portada?

La minifalda fue protagonista indiscutible. Se llevaba mucho, con botas altas, era una prenda que dejaba claro que los tiempos estaban cambiando. También los vaqueros. Todo lo ‘hippie’, vestidos de flores, pantalones de pata de elefante, sandalias de cuña, maxigafas de pasta, plataformas…en colores vivos propios de la moda psicodélica que mezclaba sus diseños con la música del momento. En efecto, la moda también dejó su impronta en el Mayo del 68 y viceversa.

En esos días, se llenaron de pintadas las calles parisinas. ¿Tiene alguna pintada favorita? ¿Cuáles destacaría?

El libro dedica un capítulo a las pintadas porque fueron una forma de expresión esencial del Mayo del 68. ‘Seamos realistas, pidamos lo imposible’, ‘Prohibido prohibir’, ‘La imaginación al poder’, ‘No sé lo que quiero, pero lo quiero ya’,…hubo infinidad de pintadas. Varios autores han recogido y estudiado aquellas pintadas. Se contaban por decenas. Las pintadas escritas esos días fueron consignas y reivindicaciones que siguen presentes en nuestra cultura. Un periodista de la época las describió como un extenso poema político escrito sobre los muros de París. Algunas incluso han llegado a convertirse en eslóganes publicitarios.

¿Quién fue el triunfador de mayo del 68?

Desde un punto de vista político el mayo francés se cerró, por increíble que pueda parecer, con un gran fracaso de la izquierda. En las elecciones de junio de aquel mismo año, convocadas por el gobierno para dar una respuesta política a la crisis, la izquierda se hundió. Francia celebró aquellas elecciones bajo el fantasma del caos y los electores optaron por la seguridad que ofrecía la derecha gaullista. Sin embargo, en el ámbito social y cultural Mayo del 68 traería un cambio de ideas, valores y actitudes que han llegado hasta nuestros días. En este sentido, fue un éxito rotundo.

¿Sirvió para tomar conciencia de los problemas de un país?

Sirvió para cerrar una época. Supuso la retirada del general De Gaulle de la política y la llegada de una nueva generación de dirigentes. A partir de ahí creo que los franceses, con esa gran inteligencia política que les caracteriza, comenzaron a abordar los problemas sociales de otra manera, con una mirada bien distinta. Muchos de los principales personajes de la política francesa contemporánea estuvieron presentes en Mayo del 68.

¿Cómo se vio el mayo del 68 desde nuestro país?

Desde la lejanía, a pesar de que sucedió en el país vecino. Aquella España que se promocionaba en el mundo como destino turístico sin par y en abril había ganado el Festival de Eurovisión con el ‘La, la, la,…’ de Massiel, vivía el último tramo de la dictadura de Franco. Lo que sucedía en las calles de París y en toda Francia fue sin duda un referente, a pesar de que las noticias se censuraban a conveniencia. Sin embargo, los choques más duros entre estudiantes y los famosos ‘grises’ de la policía franquista se habían producido antes del 68 y se reproducirían también después. Mayo del 68 tuvo su reflejo aquí, sobre todo en actos culturales organizados en las universidades como el famoso concierto de Raimon celebrado el 18 de mayo en la Facultad de Políticas y Económicas de la Complutense.

¿Póngale banda sonora a esta revolución?

Bob Dylan acertó cuando cantaba aquello de los tiempos están cambiando, ‘The Times They Are a-Changin’. Las canciones de Georges Moustaki y Léo Ferré resonaban en el Barrio Latino. ‘Il est cinq heures, Paris S\'éveille’ (Son las cinco de la mañana, París despierta), cantada por Jacques Dutronc se convirtió en el himno francés de Mayo del 68. Era tiempo de cantautores y canciones protesta. En esos días también sonaba Janis Joplin, Jim Morrison o los Rolling Stones. La banda sonora del Mayo francés fue, sin duda, música de calidad.

Mayo del 68 tuvo su reflejo aquí, sobre todo en actos culturales organizados en las universidades como el famoso concierto de Raimon celebrado el 18 de mayo en la Facultad de Políticas y Económicas de la Complutense

Dedica un capítulo al cine. ¿Qué cinta destacaría?

Los acontecimientos de Mayo del 68 proporcionaron argumentos para diversas películas. Es el caso de ‘Détruisez-vous’ (1968) de Serge Bard, considerada como profética al haber sido rodada un mes antes de las protestas, o de ‘Le Jolie Mois de Mai’ (1968) de Jean-Denis Bonan. También puede citarse el documental ‘Oser lutter, oser vaincre’ (1969) de Jean-Pierre Thorn. Entre las que llegaron más tarde, ‘The Dreamers’ (‘Soñadores’) realizada en 2003 por Bernardo Bertolucci ocupa un lugar relevante.

Para terminar, ¿con qué imagen se quedaría del Mayo del 68?

Creo que del Mayo francés ha quedado en la memoria colectiva una imagen y una idea. La imagen no es otra que estudiantes, trabajadores e intelectuales defendiendo juntos una utopía tras las barricadas. La idea es que siempre es posible rebelarse contra el sistema establecido, incluso en un país capitalista moderno.

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