La sombra que oscureció la vida
Poemas de una infancia en gris. La nueva edición de Ayer fue sombra, del autor aragonés Miguel Ángel Yusta, pone sobre el tapete la necesaria reflexión, a través de la poesía, sobre nuestra memoria colectiva y el presente.
Los últimos meses, con la crisis de Cataluña, se ha puesto de relieve en nuestro país una mirada corta, indocumentada e irresponsable sobre el franquismo. Una mirada deforme, interesada, que para nada ayuda a las nuevas generaciones. Alejada de la verdad histórica como puede verse en multitud de documentos sobre la época, una verdad que no resiste comparación alguna con el presente.
Las tardes de radio amasadas en una vida cotidiana llena de asperezas. La esperanza extraña que llegaba a través de las ondas. Los cambios vividos por la ciudad (Zaragoza al fondo) tras la guerra. La escasez, la pobreza como una enfermedad social y como una seña de identidad de una mayoría derrotada (y humillada).. El cine como refugio. Los viejos trenes como caleidoscopios de las diversas formas de menesterosidad. La misa, el estraperlo, los juguetes imposibles, los largos e incomprensibles silencios de los mayores, el gris dominante en el aire de las ciudades y en los escenarios de la memoria.... Miguel Ángel Yusta ha reconstruido ese mundo pequeño, miserable, mediocre, en que crecimos los hijos de la posguerra. En los quince poemas que componen Ayer fue sombra podemos encontrar la radiografía emocional de ese tiempo contemplada con los ojos de quien lo sobrevivió. Lo hemos leído, sin duda, en novelas memorables de García Hortelano, de Antonio Ferres, de Juan Marsé o de Ana María Matute. También en la obra de no pocos poetas de la promoción del cincuenta. Pero no es fácil encontrar poemarios, aparecidos en los últimos años en los que se proyecte una mirada que devuelva la memoria a quienes vivieron aquella experiencia y que sitúen a las jóvenes generaciones ante aquel mundo. En Ayer fue sombra hay una reflexión de fondo que, a partir de la dolorosa constatación de la infancia perdida (algo que resalta de modo certero Marisa Peña en su atinado prólogo) entre miedos, frustraciones, decepción y complejos --aquel terrible complejo de culpa que hacía sentirse responsables de su probreza a los propios niños--, se constata la victoria, aunque fuera tardía, de la luz.
Manuel Rico. También en los blog La estantería y Al margen
Miguel Ángel Yusta.
Ayer fue sombra
Segunda edición ampliada
57 páginas.
Lastura. Ocaña. Toledo, 2017