nuevatribuna.es
14 de marzo de 2010, 3:13
NUEVATRIBUNA.ES - 12.3.2010
El escritor y académico Miguel Delibes ha fallecido a las 7:00 horas de hoy en su casa de Valladolid. Miguel Delibes comenzó su carrera como periodista de El Norte de Castilla, periódico que llegó a dirigir, para pasar de forma gradual a dedicarse en exclusiva a la novela.
Gran conocedor de la fauna y flora de su entorno geográfico, apasionado de la caza y del mundo rural, ha sabido plasmar en sus obras todo lo relativo a Castilla y a la caza desde la perspectiva de una persona urbana pero que no ha perdido el contacto con ese mundo.
Era una de las grandes figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil, autor de más de sesenta obras, por lo cual ha sido reconocido con multitud de galardones como el Cervantes y el Premio Príncipe de Asturias. No llegó a conseguir el Nobel de Literatura, para el que había sido nominado en varias ocasiones. Sus obras han sido adaptadas al teatro o se han llevado al cine, siendo premiadas en certámenes como el Festival de Cannes.
Entre sus obras, destacan títulos como "La sombra del ciprés es alargada", "Las ratas", "Cinco horas con Mario", "Los santos inocentes", "El hereje", "El disputado voto del señor Cayo", "Las guerras de nuestros antepasados", "La caza de España", "Castilla como problema"...
Marcado profundamente por la muerte de su mujer en 1974, desde 1998 se encontraba convaleciente por un cáncer de colon, lo que detuvo prácticamente por completo su carrera literaria. Su estado era muy delicado y ayer una nieta del escritor, Ángeles Corzo, aseguró que había sufrido un empeoramiento y que, por tanto, se esperaba un fatal desenlace.
DEL PERIODISMO Y EL DERECHO MERCANTIL A LA LITERATURA
La afición a la literatura de Delibes nació, según contaba el propio escritor, gracias a su paso por "El Norte de Castilla", a su mujer, Ángeles de Castro, y a la lectura de un manual de Derecho Mercantil escrito por Joaquín Garrigues, de quien admiraba su estilo "orteguiano". Su primera gran novela fue "La sombra del ciprés es alargada", que le valió el 'Premio Nadal 1947' y que impulsó su carrera literaria. Al mismo tiempo, accedió a la cátedra de Derecho Mercantil de la vallisoletana Escuela de Comercio y fue nombrado subdirector de 'El Norte de Castilla'. Seis años después, en 1958, asumió la dirección del periódico, enfrentándose de forma continua con la censura.
Fueron tiempos duros en los que emprendió una serie de campañas en favor del medio rural castellano y ello le llevó a enfrentarse con el régimen, viéndose obligado a dimitir de su cargo en 1963. Pero no cejó por eso en su denuncia de la postración de Castilla y, cuando no pudo hacerlo desde el periódico, lo hizo desde la narrativa. Nació así su novela “Las ratas” (1962), verdadera epopeya novelada de la tragedia del campo castellano. Pero ya antes había publicado varios títulos más, en especial “El camino” (1950), su tercera novela y arranque y confirmación de lo que habría de ser su auténtico estilo narrativo.
Delibes dejó el periódico tres años antes de la promulgación de la Ley de Prensa (1966), creada con el objetivo de suavizar la censura durante el Franquismo. Según ha escrito el periodista César Alonso de los Ríos --autor del artículo 'Delibes: periodismo y testimonio' (1991)--, la Ley Fraga fue precedida por una "limpieza del mercado" que afectó al autor. Respetado por crítica y público, Delibes alcanzó el cénit de su carrera literaria durante esta época. Además de 'Las ratas' (1962), escribió 'La hoja roja' (1959) y 'Cinco horas con Mario' (1966), entre otros. Sin embargo, en 1981 publicó su obra más popular, 'Los santos inocentes', que fue llevada al cine tres años después por el director Mario Camus.
En 1973, fue elegido miembro de la Real Academia Española (RAE) y se incorporó al sillón 'e' de la institución dos años más tarde. Entremedias, Delibes padeció la muerte de su esposa, quien falleció después de una larga enfermedad en 1974. La carrera literaria del autor se resintió, pero Delibes aún guardaba en la recámara títulos tan relevantes como 'El tesoro' (1985) o 'El hereje' (1998).
Durante esta época, recibió tres de los principales galardones de la literatura española e internacional, el 'Premio Príncipe de Asturias' (1982), el 'Premio de las Letras Españolas' (1991) y el 'Premio Cervantes' (1993). Estas menciones le elevaron a la categoría de 'clásico' en vida y se adelantaron al final de su carrera literaria, en donde la naturaleza, la violencia y la muerte ocuparon un lugar preeminente.
El autor, quien había confesado vivir la vida "a través de los personajes de sus novelas", abandonó la literatura en sus últimos años y se centró en su familia. En 2004, admitió en una entrevista que la vejez le había provocado "los trastornos propios de un posoperatorio interminable". "A estas alturas, sobrevivo en buena parte gracias a mi familia", señaló. En noviembre de 2009, Miguel Delibes recibió en su domicilio la 'Medalla de Oro de Castilla y León' de la mano del presidente de la Comunidad Autónoma, Juan Vicente Herrera. El autor sintió "una ilusión muy grande" ante el galardón, que llegó en una época tardía en la que, según dijo, "parecía que los grandes premios ya habían pasado de largo".
El escritor y académico Miguel Delibes ha fallecido a las 7:00 horas de hoy en su casa de Valladolid. Miguel Delibes comenzó su carrera como periodista de El Norte de Castilla, periódico que llegó a dirigir, para pasar de forma gradual a dedicarse en exclusiva a la novela.
Gran conocedor de la fauna y flora de su entorno geográfico, apasionado de la caza y del mundo rural, ha sabido plasmar en sus obras todo lo relativo a Castilla y a la caza desde la perspectiva de una persona urbana pero que no ha perdido el contacto con ese mundo.
Era una de las grandes figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil, autor de más de sesenta obras, por lo cual ha sido reconocido con multitud de galardones como el Cervantes y el Premio Príncipe de Asturias. No llegó a conseguir el Nobel de Literatura, para el que había sido nominado en varias ocasiones. Sus obras han sido adaptadas al teatro o se han llevado al cine, siendo premiadas en certámenes como el Festival de Cannes.
Entre sus obras, destacan títulos como "La sombra del ciprés es alargada", "Las ratas", "Cinco horas con Mario", "Los santos inocentes", "El hereje", "El disputado voto del señor Cayo", "Las guerras de nuestros antepasados", "La caza de España", "Castilla como problema"...
Marcado profundamente por la muerte de su mujer en 1974, desde 1998 se encontraba convaleciente por un cáncer de colon, lo que detuvo prácticamente por completo su carrera literaria. Su estado era muy delicado y ayer una nieta del escritor, Ángeles Corzo, aseguró que había sufrido un empeoramiento y que, por tanto, se esperaba un fatal desenlace.
DEL PERIODISMO Y EL DERECHO MERCANTIL A LA LITERATURA
La afición a la literatura de Delibes nació, según contaba el propio escritor, gracias a su paso por "El Norte de Castilla", a su mujer, Ángeles de Castro, y a la lectura de un manual de Derecho Mercantil escrito por Joaquín Garrigues, de quien admiraba su estilo "orteguiano". Su primera gran novela fue "La sombra del ciprés es alargada", que le valió el 'Premio Nadal 1947' y que impulsó su carrera literaria. Al mismo tiempo, accedió a la cátedra de Derecho Mercantil de la vallisoletana Escuela de Comercio y fue nombrado subdirector de 'El Norte de Castilla'. Seis años después, en 1958, asumió la dirección del periódico, enfrentándose de forma continua con la censura.
Fueron tiempos duros en los que emprendió una serie de campañas en favor del medio rural castellano y ello le llevó a enfrentarse con el régimen, viéndose obligado a dimitir de su cargo en 1963. Pero no cejó por eso en su denuncia de la postración de Castilla y, cuando no pudo hacerlo desde el periódico, lo hizo desde la narrativa. Nació así su novela “Las ratas” (1962), verdadera epopeya novelada de la tragedia del campo castellano. Pero ya antes había publicado varios títulos más, en especial “El camino” (1950), su tercera novela y arranque y confirmación de lo que habría de ser su auténtico estilo narrativo.
Delibes dejó el periódico tres años antes de la promulgación de la Ley de Prensa (1966), creada con el objetivo de suavizar la censura durante el Franquismo. Según ha escrito el periodista César Alonso de los Ríos --autor del artículo 'Delibes: periodismo y testimonio' (1991)--, la Ley Fraga fue precedida por una "limpieza del mercado" que afectó al autor. Respetado por crítica y público, Delibes alcanzó el cénit de su carrera literaria durante esta época. Además de 'Las ratas' (1962), escribió 'La hoja roja' (1959) y 'Cinco horas con Mario' (1966), entre otros. Sin embargo, en 1981 publicó su obra más popular, 'Los santos inocentes', que fue llevada al cine tres años después por el director Mario Camus.
En 1973, fue elegido miembro de la Real Academia Española (RAE) y se incorporó al sillón 'e' de la institución dos años más tarde. Entremedias, Delibes padeció la muerte de su esposa, quien falleció después de una larga enfermedad en 1974. La carrera literaria del autor se resintió, pero Delibes aún guardaba en la recámara títulos tan relevantes como 'El tesoro' (1985) o 'El hereje' (1998).
Durante esta época, recibió tres de los principales galardones de la literatura española e internacional, el 'Premio Príncipe de Asturias' (1982), el 'Premio de las Letras Españolas' (1991) y el 'Premio Cervantes' (1993). Estas menciones le elevaron a la categoría de 'clásico' en vida y se adelantaron al final de su carrera literaria, en donde la naturaleza, la violencia y la muerte ocuparon un lugar preeminente.
El autor, quien había confesado vivir la vida "a través de los personajes de sus novelas", abandonó la literatura en sus últimos años y se centró en su familia. En 2004, admitió en una entrevista que la vejez le había provocado "los trastornos propios de un posoperatorio interminable". "A estas alturas, sobrevivo en buena parte gracias a mi familia", señaló. En noviembre de 2009, Miguel Delibes recibió en su domicilio la 'Medalla de Oro de Castilla y León' de la mano del presidente de la Comunidad Autónoma, Juan Vicente Herrera. El autor sintió "una ilusión muy grande" ante el galardón, que llegó en una época tardía en la que, según dijo, "parecía que los grandes premios ya habían pasado de largo".
