martes. 23.04.2024
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Nicolás Sartorius en la presentación de su nuevo libro. Foto: Alfonso Roldán

Pilar Blanco fue directora de “Madrid Sindical” hasta su muerte, un puesto que años después tuve el honor de desempeñar lo mejor que supe y pude. Pilar Blanco era una periodista tan cascarrabias como sensible. Fue una mujer “compañera del Metal” y al tiempo estudiante de Ciencias de la Información en un tiempo complejo. Aunaba lucha, conocimiento y deseo íntimo por el estudio, lo que hacía que conociera mejor que una inmensa mayoría lo que es tener conciencia de clase. Pilar Blanco, cada 23 de abril, regalaba libros a compañeros y amistades porque amaba los libros. Por eso se instauró el “Premio Pilar Blanco a la Comunicación Sociolaboral”, que se venía realizando en estos días y que la pandemia también ha desbaratado. Como anécdota recordaré que hace ahora 28 años, coincidiendo con mi boda, Pilar me hizo un regalo de peso. No fue una tostadora, ni una vajilla. Fue la vigésima primera edición del Diccionario de la Real Academia, que destartalado por el uso continúa junto a mí.

El destino, o vaya usted a saber si la casualidad, ha querido que en este entorno del Día del Libro, Nicolás Sartorius, veterano luchador y pensador presentara en la Sala Trece Rosas de las Comisiones Obreras de Madrid, su último trabajo editorial, “La nueva anormalidad. Por una normalidad nueva” (Espasa). Seguro que Pilar Blanco habría (que no abría) comprado varios ejemplares para regalar.

A Nicolás Sartorius es un placer leerle por su claridad y pedagogía. Por esos mismo motivos es un placer escucharle, que convierte la presentación de un libro en una clase magistral. En este escenario de conmemoración del Libro, quien fuera cofundador de las Comisiones Obreras dejó clara una idea que siempre está muy fija en él, “hay que leer para adquirir conciencia de las cosas”, por eso respecto a su libro insistía, “que lo lean los cuadros sindicales. ¿Cómo se adquiere conciencia de clase? Leyendo y luchando”, respondió a su pregunta retórica.

El acto transcurrió poco antes del único debate electoral madrileño en el que va a estar presente la presidenta y candidata Isabel Díaz Ayuso. Por eso hiló Sartorius lo que para ella es volver a la normalidad: “tomar cañas y abrazar” algo que también se podía hacer en la dictadura de Franco sin que existiera auténtica libertad. Claro, lo dice una persona que pasó seis años en las cárceles del dictador con lo que algo ha podido pensar sobre el concepto libertad.

Quiso destacar Nicolás Sartorius el permanente ataque que desde los medios de comunicación se hace a los partidos políticos y a los sindicatos, un ataque que en definitiva es a la democracia

Además de Ayuso y el afán por la lectura, Sartorius resaltó, engarzando con la libertad, el asunto de la igualdad (a veces surgen pareados infinitos). “En el principio fue la propiedad” proclamó casi bíblicamente -al igual que en su libro- para explicar que el reparto de esa propiedad ha llevado a la acumulación y una concentración de la riqueza brutal. El dato es escandaloso: ocho grandes fortunas en el mundo acumulan tanta riqueza como 3.600 millones de personas.

CAPITALISMO ESPAÑOL “CUTRE”

Dio unas pinceladas Sartorius a una idea que le ronda la cabeza y que esperemos termine plasmada en otro libro. Esto es, “la relación de fuerzas tras la Segunda Guerra Mundial” que implicó un avance social, porque “la Segunda Guerra Mundial la ganaron los trabajadores”. Explicó que tras la contienda global había mucha fuerza de partidos políticos de izquierdas y sindicatos, una fuerza que empujó una importante presión fiscal. “Y es que la fiscalidad es un problema filosófico de concepción del estado”, por eso recordó que la Constitución de nuestro país deja claro que “el estado actual no es liberal, es social, democrático y de derecho”. Algo que tampoco abunda en el mundo pues este tipo de estados sólo existen en Europa, Canadá, Nueva Zelanda y Australia. Ese estado social, ese estado del bienestar “no ha caído del cielo. En la Segunda Guerra Mundial se barrió al fascismo y ese empujón todavía está ahí”.

Como la mejor forma de avanzar es hacer y hacerse preguntas relevantes, Sartorius se interrogó sobre por qué ahora hay un reparto tan malo de la riqueza. La respuesta fue clara: “porque hemos perdido fuerza” y puso de ejemplo Madrid donde conviven la mayor riqueza por cabeza y la mayor desigualdad mientras Ayuso hace un discurso de cañas, un discurso simple pero que tiene partidarios.

El futuro pasa por conceptos como el medio ambiente y el feminismo, asuntos ambos que en el pasado poco se han tenido en cuenta incluso por los pensadores. No descartó el calificativo de “machista” para reconocidos pensadores como Kant o Marx, reconociendo que Engels tenía una concepción mucho más avanzada de la igualdad entre mujeres y hombres, seguramente porque su esposa le educó mejor.

Sí quiso destacar Nicolás Sartorius el permanente ataque que desde los medios de comunicación se hace a los partidos políticos y a los sindicatos, un ataque que en definitiva es a la democracia. Así pues, se realizó otra pregunta: ¿qué tipo de capitalismo hay en España?, y la respuesta fue clara: “un capitalismo muy cutre. El paro es un problema generado por los empresarios”, que en nuestro país han generado un sistema productivo muy deficiente. E insistió: “en un mercado libre son las empresas las que crean tejido productivo”, mientras España tiene el doble de economía sumergida que el resto de Europa.

“Los gobiernos pueden favorecer políticas, pero nuestro capital y burguesía es deficiente. Y ese capital cutre es el que apoya Ayuso, gente que no sabe hacer la “o” con un canuto, que llevan a los pelotazos y estos a la corrupción”, explicó Sartorius.

Previamente, en la presentación del acto, el secretario general de CCOO de Madrid, Jaime Cedrún, arremetió contra esa arquitectura económica regional, que esta enfangada en la corrupción y criticó a Ayuso por su torticera utilización de la palabra “libertad”. El tiempo impidió que al final, la periodista Inmaculada Sánchez (directora de la revista “El Siglo”) realizara preguntas de calado, pero en una intervención inicial, destacó lo que para ella son las tres patas que recorren el libro y por las que la izquierda debe dar la batalla: el estado social, la fiscalidad y la Unión Europea.

Naturalmente, Nicolás Sartorius finalizó haciendo una nueva llamada: “El conocimiento sólo se adquiere leyendo. Así que ánimo y a leer”.

Sartorius: "Hay que leer para adquirir conciencia de las cosas”