jueves. 28.03.2024

1El sentido de la cotidianidad sólo es posible si los grandes pasos humanos por los caminos del mito arquetípico son contextualizados en el monótono quehacer del individuo en una sociedad cada vez más cerrada. Este ejercicio de transmisión literaria deja al descubierto, casi en carne viva, el deterioro hogaño de las grandes narraciones referenciales que privan  al individuo del sustento cultural que se compadezca con su falta de centralidad en los espacios posmodernos.

Juan Antonio Molina (Sevilla, 1956) en “El salario de Caronte” (Editorial ARS poética) nos muestra en su libro como la poesía es el más importante y, por tanto el más efectivo, instrumento de conocimiento artístico. Y esto por el sólo hecho de que la poesía utiliza la más intelectualmente significativa de las formas sensibles: la palabra. Y la utiliza con una específica realidad de acción que va más allá de las metas que alcanza el lenguaje artístico de la prosa (teatro y novela), lenguaje que no puede –ni debe, ni se lo propone- alzarse sobre su significación meramente comunicativa de hechos inmediatos y de orden temporal directo.

En este sentido, los poemas de “El salario de Caronte” se fundamentan en la hondura de la percepción y traban una relación entre las evocaciones arquetípicas y la vida cotidiana, para rescatar el valor de la sonoridad y la imaginación jplenamente verbal donde tienen sitio la muerte y el amor, el tiempo, el despertar y el dormir, el abandono y la memoria. La poética de Juan Antonio Molina, nos introduce en un sugestivo mundo donde se ahonda en los escondidos recovecos de los sentimientos y las pasiones humanas, con evocaciones estrictamente cotidianas, en cuyo binomio nace de la disparidad dentro de la propia igualdad. Aunque la grandeza de esta dicotomía radica en que deja meridianamente claro que el yo poético está presente en cada uno de los versos, así como las bellas imágenes y la notable musicalidad en cada sílaba, el ritmo e incluso la sonoridad poética del poemario.

molinaMolina es un poeta dotado de unos recursos verbales extraordinarios que le ayudan a explorar con seguridad una serie de experiencias que muchas veces eluden toda forma racional.El resultado es una poesía entendida como zona de pluralidad, como artefacto estético que se inscribe en la tradición que va de Eliot a Octavio Pazpasando por Pound.  “El salario de Caronte” es un libro para disfrutar de la poesía en estado puro, sin concesiones a la frivolidad y las fáciles simplificaciones del posmodernismo virtual y epidérmico.

“El salario de Caronte”, nueva entrega poética de Juan Antonio Molina