viernes. 26.04.2024
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David Felipe Arranz, Mercedes Monmany y Guillermo Busutil | Foto: Ateneo Riojano de Logroño

El Camino de Santiago fue una de las odiseas europeas más importantes durante la Edad Media, según los más de veinte escritores y expertos que participan en las I Jornadas sobre literatura peregrina, “Romeros, caminantes y peregrinos en el camino”, organizadas por el Instituto de Estudios Riojanos y que se celebran estos días en el Ateneo Riojano, hasta el 28 de julio. 

A lo largo del segundo día de las jornadas, coordinadas por el escritor y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, David Felipe Arranz, y en las que han participado Pilar García Carcedo, Carlos Maciá, José Antonio Vázquez Taín –durante la mañana–, y Mercedes Monmany, Guillermo Busutil, Hanna Stefaniak y David García Hernán –por la tarde–, los ponentes han puesto de manifiesto que detrás de toda leyenda gravita siempre un fundamento, que se corresponde con una parte de verdad. 

Leyendas con una parte de verdad

Para Pilar García Carcedo, de la Universidad Complutense de Madrid, el Codex Calixtinus de mediados del siglo XII es una fuente inagotable de información sobre leyendas y milagros protagonizados por mujeres, coincidentes con otros testimonios españoles y europeos contemporáneos que dan cuenta, por ejemplo, de las “strigoi vii” rumanas o las “baobhan sith” escocesas: “Blancaflor, la hija del diablo, nos presenta a una mujer con poderes mágicos, activa y valiente, atributos femeninos que han sido edulcorados a partir del segundo tercio del siglo XX por Hollywood”. García Carcedo ha destacado la necesidad de “conocer nuestras costumbres locales, para que salgamos de este globalismo en el que estamos inmersos y descongelar así la actual crisis de valores con el calor y el fuego de la tradición”, y el hecho de que muchas mujeres tenidas en su tiempo por brujas jugaban un papel benévolo, amén de representar “una señorial y peligrosa figura de resistencia”, citando de paso a Jack Zipes. 

Las jornadas proponen reflexionar sobre la idea de peregrinación del camino interior y exterior como vías de conocimiento, y también a recoger el testimonio de grandes escritores que “se echaron al camino”

Ciencia y arqueología en torno al Camino

Por su parte, Carlos Maciá, de la Universidad Carlos III de Madrid, ha explicado que “Las leyendas siempre tienen un fundamento, que es la parte de verdad”, antes de destacar el parecido entre peregrinos, viajeros, científicos y turistas: “lo cuestionan todo, tienen fe en sentido amplio y se mueven a través del viaje y el descubrimiento”. Maciá ha recordado a Egeria, la viajera y escritora hispanorromana del siglo IV, como responsable del relato de viajes más antiguo que se conoce en España sobre su peregrinación a los Santos Lugares; también ha tenido unas palabras para Encarnación Cabré, la primera mujer arqueóloga, y ha repetido la propuesta de Jean-Baptiste Labat, que en sus Voyages en Espagne et en Italie (París, 1730) asegura que “la máxima constante de un fiel relator es narrar solo cuanto ha visto por sí mismo; de lo contrario está obligado a citar sus fuentes”. En ese sentido, ha concluido su intervención con una llamada al rigor, la propiedad y la precisión en el testimonio peregrino, así como la honestidad y la necesidad de un relato probo, recto y honrado.

El magistrado de la Audiencia Provincial de A Coruña y escritor, José Antonio Vázquez Taín, instructor del caso del robo del Codex Calixtinus en 2011 y que publicó en su momento La leyenda del santo oculto, ha asegurado que el origen del Camino de Santiago tiene su origen en un fenómeno geológico, aprovechado por los romanos para instalar sus calzadas y transportar el oro de las Médulas del Bierzo: “fue el emperador Agripa I el que dio orden de captura a los apóstoles y en el año 46 decapitó a Santiago el Mayor, ordenando después que sus despojos fueran arrojados al desierto para ser pasto de las alimañas, una orden que movió inmediatamente a sus discípulos a robar el cuerpo y a llevarlo a través de una de las rutas fenicias del estaño hasta Galicia”. Vázquez Taín ha comentado que la cacique celta Atia Moeta fue quien dejó a los cristianos enterrar los restos de Santiago en una tumba que mandó construir para su nieta Viria Moeta y para sí misma: “lo sabemos porque el ara vocativa, con el texto de la inscripción en latín, se conservó hasta 1601”.

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Exiliados por España, Europa e Hispanoamérica

Ya por la tarde, la escritora y periodista Mercedes Monmany, en relación a la herida como punto de partida, en el caso de los emigrados y exiliados aseguró que “decir adiós es un arte difícil y amargo”, en relación al exterminio cultural que han producido los regímenes totalitarios en el siglo XX y XXI, y que han afectado a figuras de la literatura como Stefan Zweig, Walter Benjamin, Yorgos Seferis, Thomas Mann o Imre Kertész, quien llegó a hablar de Auschwitz como “el acontecimiento traumático de la civilización en su conjunto”. A continuación, el escritor y crítico literario Guillermo Busutil habló del personaje del fantasma como “una identidad sujeta a nuestros temores”, que habita “el territorio feérico de la peregrinación entre la vida y la muerte”, como se aprecia en la literatura de Juan Rulfo, García Márquez o Julio Cortázar, “que continúan la mejor estirpe de Álvaro Cunqueiro”. David Felipe Arranz refirió aquí la conexión entre Valle-Inclán y el realismo mágico, con las novelas Sonata de estío (1903) y Tirano Banderas (1926), ambas de Valle-Inclán.

Para cerrar la jornada, la escritora Hanna Stefaniak destacó los diarios de peregrinación escritos en la Edad Media por viajeros europeos que recorrieron el Camino creado por Carlomagno desde Estonia, Letonia, Lituania y Polonia hasta España, “un camino tan largo y peligroso que hacía incierto su regreso” y mostró cómo muchos escudos de provincias polacas representan a Santiago el Mayor, como los de Morąg, Jakubów, Olsztyn, Opatowiec, Palęcznica o Sobótka. “A partir de los siglos XIII y XIV las peregrinaciones caballerescas que recorrían Europa de punta fueron muy comunes, un desafío de auténticos peregrinos profesionales”, aseguró, tras nombrar al conde Antoine de Laling, que fue a Compostela en 1501 junto con otros nobles por el Camino de San Salvador, o el noble polaco Jakub Sobieski, que hizo lo mismo en 1611 a los veintiún años. Recordó Stefaniak que en el siglo XVI tuvo lugar en Cracovia la primera cumbre europea. Después, el catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, David García Hernán, describió cómo eran los viajes de larga distancia de un gran señor en el Siglo de Oro: “era muy común la inclinación por la distinción, por ser alguien diferente, y estos viajes los hacían los nobles con tanto boato y ampulosidad que se hacían acompañar hasta de reposteros, criados menores, aguadores, criados del retrete y pereros, que eran los encargados de pelarles la fruta”. Como ejemplo de esta suntuosidad, contó el caso del aristócrata duque de Arcos, que se gastó en un viaje de Madrid a Marchena la cifra de 148.892 maravedís, lo que equivale a unos 37.000 euros de hoy.

Las jornadas contarán hoy con la participación de otras destacadas personalidades del mundo de las letras y de la cultura, como Manuel Pimentel, Blanco Corredoira, Carlos Aganzo, Pilar Tena, Xesús Palmou o José Luis Gómez. También el mundo académico estará representado por los profesores e investigadores José Manuel Losada, J. Ignacio Díez, José Ramón González García o Jesús Tanco Lerga.


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