viernes. 29.03.2024
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Juan Tallón

Rewind es la séptima novela del escritor español Juan Tallón, la tercera suya en castellano (las otras cuatro fueron escritas en gallego). Rewind, publicada en este difícil año 2020, es una excelente novela, comienzo por decirlo. Tallón consigue hacer que lo difícil parezca fácil, que leer sea una experiencia magnífica aunque lo que se lee no lo sea del todo. Hay mucha realidad encendida en la novela Rewind. Yo diría que mucha verdad. También mucha verdad meramente literaria, esa clase de verdad que a quien le gusta leer le gusta que le sea mostrada, exhibida, enunciada, iluminada.

“Éramos jóvenes e indestructibles, no pensábamos demasiado en el futuro y nos gustaba pasarlo bien mientras no llegaba. […] Hacer las cosas cuando nos daba la gana, y no a su debido tiempo o cuando había que hacerlas, nos reconciliaba con el presente”.

Sobre ser jóvenes y creerse indestructibles, sobre eso trata este libro. Jóvenes que vivían “los días con descaro, arrojados a la posmodernidad, una era dispuesta a no acabar del todo”, jóvenes a los que les “horrorizaba el pudor”. También sobre el futuro y la felicidad:

“Creía que no poner en riesgo la felicidad del momento constituía un buen principio por el que guiarse. Eso era distinto, y desde luego más inteligente, que arriesgar el futuro por alcanzar la felicidad”.

La profundidad y la frivolidad bailan en las páginas de Rewind como amantes. Alguien lo dice en ella (con otras palabras).

“Me agradaba pensar que una parte de la noche se convertía en el día siguiente, mientras que otra se consumía en sí misma para siempre, sin más testigo que tú, y esa era la mejor”.

Protagonista también la catástrofe del unantesyundespués, ese decisivo instante cuando el futuro se convierte en pasado y el protagonista de la novela de Tallón puede decir (“en aquel momento en que la muerte se me abrió de brazos, como si me quisiese”): “me volví pensamiento puro”. Porque el secreto de la tranquilidad, lo leo en Rewind, es lograr que se mezcle el futuro con el pasado.

Y, cómo no, la belleza presidiendo lo que cualquier obra literaria que se precie quiere (o debe) ser:

“Tiendo a creer que, en último término, el ser humano añora sólo la belleza. Las personas a quienes quiere, los sitios en los que fue feliz, los amigos que le hicieron la vida más fácil, los objetos que lo consuelan, las redes de seguridad, la fuerza invisible de las expectativas son belleza, y su ausencia prolongada se vuelve insoportable para los sentimientos”.

rewindcubiertaA otra de las protagonistas/narradoras de este libro (realmente protagonizado por una tragedia capaz de poner a prueba “la profundidad de la noche”) le parece que la esencia de la vida es la velocidad, de tal manera que el peor error de la juventud sería, detrás de tener miedo, quedarse quieto.

Desear algo inalcanzable o perder lo que se tiene, lo que se ama. ¿Qué crees que es peor? Porque lo que sí es seguro es que las personas cambiamos, por egoísmo, porque nos empujan (otros o la realidad), para sobrevivir… Esa vida que te empuja a los abismos pero que, después, “te tiende la mano para salir de ellos”.

La pregunta final que me permito hacerte después de recomendarte leer Rewind: ¿sólo la belleza original, la de la primera vez, es la que recordamos, nunca la de sus repeticiones?


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[Blog de José Luis Ibáñez Salas]

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