Almudena Ojosnegros Calderón | La memoria en la piel, el tiempo en su amargura y su esperanza planeando vidas, los caminos que fueron y marcaron los días venideros, las tradiciones derramándose en los ojos, las vivencias con sus heridas y con la fuerza primigenia que serán la clave que prevalece en toda la novela.
En “La voz de lo que fuimos” (Huso Editorial), Juana Ríos nos ofrece una literatura emocional destilando olores, sabores, lágrimas y risas; tacto de un viento del pueblo, polvo de la tierra que moldea el carácter, sal que cicatriza los ideales que no pudieron ser realidad. Todo ello ofrecido al lector a través de una prosa poética e íntima, cuyas metáforas son el hilo que confecciona las emociones, del que tirar cuando la tensión narrativa nos duele de realidad.
La autora, Juana Ríos, natural de Algeciras, ha escrito esta historia desde muy dentro, diría yo, con la sensibilidad en vena, plasmando la novela en dos tiempos, con un hondo caminar dentro de los personajes. Una mirada intensa y tierna a la tierra, a las personas que la trabajaron, amaron y lucharon por ella. Una novela editada por Huso y ciertamente emotiva, donde la autora hace un homenaje a esas generaciones, y a la vez nos plasma la lucha de una mujer moderna, a través de poéticas descripciones y un lenguaje intimista y empático.
“Una casa tiene alma. Encontrarse con ese alma, sentir sus manos posarse en el corazón, la llenaba de una emoción profunda, la acunaba y a la vez le dolía, como una flor abriéndose muy dentro, rasgando la espuma roja de sus venas”
Juana Ríos se pone en el lugar del otro, lo observa y desde esa mirada nos hace partícipes de las vivencias del pasado con una voz lírica que acompañará toda la novela. La propia autora nos dice:
“La vida era siempre eso, ir dando adioses, guardar en la memoria del corazón, despedirse y abrir huecos en el alma donde viven los tesoros de lo que hemos sido y de los que hemos amado.”
En esta novela la psicología cobra su importancia, ya que nos hace reflexionar sobre algunos temas determinantes de la felicidad del ser humano: los recuerdos, la sumisión de la mujer, la moral religiosa, la resistencia a la adversidad, la determinación y la superación, así como el miedo irracional a amar.
Una novela que nos invita a reflexionar y nos hace disfrutar por igual. Descubriremos mediante unas descripciones totalmente visuales, la furia del viento y la belleza del Valle del Genal, y nos insertará en el papel que desempeñaban las matuteras y el contrabando con Gibraltar.
Un universo de pasado, historia, de memoria, inviernos. Un universo de incendios, silencios y esperanzas. Un universo que espera nuestra mirada, que vuela con intensa belleza lírica en cada página.
“La voz de lo que fuimos”, un cosmos de vidas despertando nuestros latidos.
