martes. 23.04.2024
Foto María Luisa Balaguer. Crédito © José Pedro Salinas 1
María Luisa Balaguer. (Imagen: José Pedro Salinas)

Por Luciana Prodan | “Hay personas que te cambian la vida, que te abren el mundo desde otra óptica, que te revolucionan por dentro”, dice María Luisa Balaguer (magistrada, Jurista, escritora española, catedrática de Derecho Constitucional, profesora de Derecho y Periodismo en la Universidad de Málaga y experta en igualdad) cuando le preguntan por qué decidió escribir un ensayo biográfico sobre Iris Zavala (escritora puertorriqueña, poeta, historiadora, ensayista, feminista), y entonces, después de oír sus palabras, todo comienza a tener otro sentido.

Todas las piezas de “Que nadie muera sin amar el mar” (Huso, 2020), aquel libro que terminamos de leer, comienza a encastrar como por arte de magia. Por esa magia que solo sucede cuando la vida (utilizando en este caso una biografía como excusa) se transforma en el espejo y el reflejo de todas aquellas cosas que nos constituyen, nos conmueven, nos indignan, nos justifican y nos ¿crucifican?, por el solo hecho de haber nacido mujeres, obligándonos, de alguna manera, a ser, hacer y demostrar que somos mucho más que “eso”. ¿Pero qué?

¿Qué es ser mujer? Y entonces la pregunta inabordable nos mira a los ojos y espera. Se retuerce en el barro de los dobles discursos (esos dobles discursos que también matan) y nos desafían una vez más con la única intención de confundirnos, ignorando que, esta vez, la voz de Balaguer se transformó en eco y respuesta. O en una mano extendida que nos acerca hacia la orilla, despacio, mientras nos anima y nos alienta a entrar en las profundidades del mismo mar que envuelve, convulsiona y bendice la vida y la literatura de Iris Zavala con una fuerza arrolladora.

La misma fuerza que hace nido en su sangre desde pequeña (gracias al amor incondicional de su abuela) y la obliga a ir por más. La impulsa y la invita a ser diferente. A no conformarse ni hacer esfuerzos inútiles para encajar dentro de los falsos cánones preestablecidos (que a todas las mujeres nos persiguen desde la cuna pisándonos los talones) y la acompaña a honrar y justificar su “deseo” sin pedir permiso. Sin sentirse culpable por vivir su vida bailando al ritmo de su propia canción. De su propia pasión.

Porque el deseo (como bien nos cuenta María Luisa Balaguer en esta biografía quirúrgica, conmovedora e implacable) para Iris era innegociable y, por eso mismo, terminará siendo el personaje principal de toda su obra. De toda su vida. Estará presente acompañado de sus ganas en cada una de sus ensayos, sus novelas, sus poemas, y en los boleros, claro, que a ella tanto le gustaban.

Debo confesarles algo: hablar de Iris (que lamentablemente falleció en abril de este año, a los 84 años, víctima de Covid-19) y no pensar en María Luisa, resulta imposible.

Y resulta imposible porque estas mujeres están entrelazadas; unidas por los hilos invisibles del amor, la igualdad, la justicia y el coraje. Por la lealtad. Por las palabras. Por las letras. Por ese “feminismo” (qué palabra más polémica), que no habla de colores, de pañuelos, de banderas, pero que, sin embargo, es capaz de traspasar islas, países, continentes y fronteras, con la única intención de conquistar nuestra tan ansiada y vapuleada libertad, a pesar de todo. Y de todos.

Por eso (y por tantas otras cosas), es que este libro o, mejor dicho, este gran trabajo de investigación realizado por María Luisa Balaguer, me parece esencial. Y porque es un libro con vista al mar. O mejor dicho, un libro que me invita a amar el mar. A amarlo (y no a mirarlo).  

cubierta-que nadie muera sin amar el mar.

Que nadie muera sin amar al mar

Ensayo biográfico sobre Iris Zavala

Autora: María Luisa Balaguer

Huso, 2020

Que nadie muera sin amar al mar