jueves. 28.03.2024
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El mausoleo franquista representa “un símbolo de desprecio, de agravio y de exclusión a buena parte de la ciudadanía

El Grupo Socialista en la Cámara Baja defenderá el próximo miércoles una proposición no de ley para la “reconversión y resignificación” del Valle de los Caídos por “ser contrario a la cultura de la convivencia y de la paz, a la concordia cívica, a la reconciliación de la ciudadanía española y a la rehabilitación de la memoria colectiva democrática de las víctimas de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura franquista”.

Así se señala en la iniciativa parlamentaria que se debatirá en la Comisión de Cultura del Congreso y que será defendida por el diputado socialista Odón Elorza bajo el título de "Cultura de la Convivencia y Valle de los Caídos". Los socialistas consideran que “por su configuración, contenidos y significación” el mausoleo franquista representa “un símbolo de desprecio, de agravio y de exclusión a buena parte de la ciudadanía, por lo que insta al Gobierno a promover las actuaciones que sean necesarias para proceder a su reconversión y resignificación”.

Asignatura pendiente desde la Transición

Se trata de una “asignatura pendiente desde la Transición a la democracia”, señala el PSOE que apela al cumplimiento de la Ley de Memoria aprobada por Rodríguez Zapatero y que el Ejecutivo de Rajoy “está incumpliendo”, al igual que “desprecia las recomendaciones del relator de la ONU sobre los desaparecidos y la reparación de la dignidad de las víctimas del franquismo”. 

En la PNL, el diputado Elorza señala que la Ley de Memoria Histórica, de 21 de diciembre de 2007, aprobada casi por unanimidad, dice que la Fundación gestora del Valle de los Caídos incluirá entre sus objetivos:

- Honrar y rehabilitar la memoria de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil de 1936-1939 y de las víctimas de la represión política de los casi 40 años de dictadura porque supondrá un progreso moral para la convivencia.

- Fomentar la cultura de la reconciliación y la convivencia en el seno de la sociedad español.

- Dignificar los restos de las 33.847 personas, de uno y otro bando, que están inhumadas en el Valle de los Caídos en mal estado y de manera poco digna en los numerosos columbarios que hay en ocho criptas.

- Educar en favor de una memoria democrática compartida, de la paz y el respeto a los derechos humanos.

Por tanto, el conjunto del Valle de los Caídos debería dejar de ser en la práctica un "espacio exclusivo" de homenaje a las víctimas de una de las partes implicadas en la Guerra Civil.

Símbolo del nacional-catolicismo

La historia del mausoleo comienza en 1940 cuando el régimen de la dictadura franquista aprobó un Decreto en el que proponía la construcción de un monumento con una basílica en la finca de Cuelgamuros de El Escorial. El propósito era el de convertirlo en símbolo del nacional-catolicismo así como "perpetuar la memoria de los que cayeron en la gloriosa cruzada", con intención de dedicarlo a los que fueron los vencedores de la Guerra Civil.

La obra se alargó a diecinueve años, trabajando en pésimas condiciones las personas contratadas y los presos políticos republicanos. Y desde hace años se trasladaron allí los restos de 33.847 personas, de las cuales 21.000 están identificadas y 12.000 sin identificar, lo que convirtió al "Valle de los Caídos" en el mayor cementerio de víctimas de la guerra civil española. En el año 1957, se dictó otro Decreto para crear una Fundación y se delegó el mantenimiento y la dirección a la comunidad religiosa benedictina que tiene reconocida la competencia sobre la basílica.

En noviembre de 1975, el anterior régimen tomó la decisión de inhumar allí al hasta entonces Jefe del Estado, el general Francisco Franco. En aquel tiempo, y en ausencia de democracia, aquella determinación se impuso. Después, ya en el proceso de la transición política no se dieron las condiciones para que los grupos democráticos replantearan la cuestión por lo que la función excluyente del "Valle de los Caídos" y la presencia de Francisco Franco y de Jose Antonio Primo de Rivera, ambos enterrados en dos sepulcros junto al altar mayor, han permanecido como asignaturas pendientes.

El PSOE defiende que el 'Valle de los Caídos' sea un ‘centro de la memoria’